SAXON

(Wheels Of Steel)

– 1980 –

Se que para muchos “Strong Arm Of The Law” o “Denim And Leather” están por encima, incluso “Crusader”; lo cierto es que cada disco de Saxon durante la primera mitad de los 80 puede ser considerado clásico de relevancia, pero permitidme que yo escoja este “Wheels Of Steel” como su obra más redonda e importante. Se editó cuando comenzaba a bullir la NWOBHM, movimiento del que quedaron como cabezas más visibles Iron Maiden y Judas Priest. Este mismo año los primeros debutaban con su disco homónimo y los segundos daban un paso clave en su carrera con “British Steel”. Hubo otras bandas como Motörhead, que también en 1980 editaba otra obra referente como “Ace Of Spades”, o Deff Leppard que siempre rehuyeron de ese movimiento de nuevas bandas británicas de metal; no sin razón en ambos casos, aunque esa corriente aumentó la popularidad de ambas bandas. A otras no les quedó más remedio que aceptar su inclusión. Sin embargo, Saxon fue una banda que no solo se incrustó en la NWOBHM, sino que creció con ella y fue probablemente la más representativa de ello, incluso por encima de quienes llegaron a romper barreras de tal manera que su consideración pueda ser más amplia en el terreno musical. Saxon se hicieron y crecieron con orgullo dentro de esa corriente.

Cuando “Wheels Of Steel” vio la luz, Saxon ya habían editado un disco anterior y habían realizado una gira como teloneros de Motörhead, que, dicen, fue la que les abrió las puertas. Quién hubiera dicho que un grupo heavy creado en pleno apogeo del punk en Inglaterra hubiera podido llegar a poner su segunda obra en el puesto número 5 de las listas del Reino Unido. Evidente es todavía la influencia del punk en la primera denominación de la banda, que no fue Saxon, sino Son Of A Bitch (Hijo De Puta). Ninguna de las obras posteriores llegó a alcanzar los puestos en la lista de ventas de “Wheels Of Steel”, aunque crearan himnos demoledores como “Denim And Leather” o “Crusader” y el grupo tendiera a tendencias melódicas en la segunda mitad de la década, lo que no le reportó demasiado éxito en U.S.A., algo que siempre se solía buscar después de darse a conocer en Europa.

Los dos singles del álbum representaban a la perfección las dos vertientes del grupo. Por una parte el rock básico y macarra de “Wheels Of Steel” y por otro lado el más melódico y delicado “747 (Strangers In The Night)”, pero que en ningún momento perdía las afiladas guitarras que en el caso de Saxon eran la más pura esencia del acero británico. Realmente cada tema del álbum podía haber sido un single. Todavía es un punto fuerte de sus conciertos “Motorcycle Man”, que de forma directa abría este clásico. No he conseguido resistirme en muchos años a mover la cabeza con “Stand Up And Be Counted” o “See The Light Shining”, sigo flipando con la caña de temas de rock duro como “Freeway Mad”, “Street Fighting Gang” o “Machine Gang”, y enterneciéndome con el poco espacio a la concesión en momentos como el de “Sizie Hold On” que me transmite el mismo aire optimista que el primer día que la escuché, sin haber perdido la más mínima frescura.

Soy de los que mira la discografía completa de esta banda con asombro. Hasta en sus épocas bajas han sabido permanecer, ofreciendo cosas de interés, y en la actualidad cada disco que editan está al nivel de los tiempos que corren y de su propia carrera, lo que pocos de sus contemporáneos consiguen sin trastocar en parte su estilo. Ellos han seguido totalmente fieles a las ideas que siempre han identificado su música, por eso son una de las bandas más queridas por los seguidores del heavy metal y por ello nunca defraudan en directo. Pero si alguien me obligara a escoger un disco de su extensa discografía “Wheels Of Steel” sería el elegido. Un disco que no deja de sonar con cierta periodicidad en mi equipo y el primer pilar en el que se sustenta la grandeza de Saxon.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)