ASHA

(Euphoria Project)

10/10

Estoy en uno de esos momentos en los que maldigo el día en que decidí ponerme a escribir críticas. Cuando quien tiene que describir algo no encuentra las palabras para ello, lo tiene chungo. Sobre todo porque hay que rellenar un hueco determinado de pantalla para decir lo excelente de este “Euphoria Project”, el nuevo disco del multiinstrumentista Kike Caamaño bajo este apelativo de Asha. Puedo hacer un exhaustivo repaso a una carrera que se inició allá por el año 1987 y que nos ha dejado multitud de discos, pero no soy de los que pretenden resultar pesados. Simplemente que quede claro que Asha tendría que estar reconocido como uno de los mayores nombres del rock progresivo a nivel internacional, no solo por trayectoria, porque me sobra que le des una escucha a este “Euphoria Project” para demostrarlo. Puedo decir que esto es un disco genial, difícilmente superable, pero seguiría sin dar argumentos más allá de una opinión subjetiva. En cualquier caso, hasta aquí las sensaciones de auténtica experiencia que supone para quien suscribe una escucha se este disco IMPRESCINDIBLE.

Ahora intentaré explicar por qué. Una de las razones y la primordial es porque aquí hay sentimiento. Una música compleja nunca debe de llevar al artista a quedarse en recrearse en sí mismo. Dentro de un concepto que une la muerte de su madre con el nacimiento de su hija, este músico malagueño, sabe expresar las sensaciones que se propone hacernos llegar. Acorde con el título del disco se termina imponiendo la de euforia y positividad después de un acontecimiento traumático. Se trata de un disco de mucha agresividad. Kike ha guardado las acústicas y los teclados para dejarnos un trabajo de rock progresivo desde los elementos más básicos de una banda de rock. El resultado es que tenemos un disco que suena más directo, pero a la vez mucho más enrevesado de lo que ya era “Gallery Of Thoughts. Más sencillo porque los ornamentos adheridos al esqueleto de los temas desaparecen, más complejo porque ese esqueleto es mucho más complejo. Si no estás familiarizado con la música de Asha tendrás que darle varias escuchas, pero seguro que encuentras ese componente que te atrapa para no dejar el disco de lado. Sientes que aquí quedan cosas por descubrir y yo caigo una y otra vez sin cansarme de encontrar detalles.

Parece mentira que temas de esta índole tengan tan bien engranados todos los elementos. Huérfano de esos detalles preciosistas de teclado y acústicas, aparte de los solos de guitarra a la altura del mejor instrumentista con el que te puedas topar, resulta pasmoso como algo tan complejo lleva perfectamente casado cada redoble de batería, cada riff, cada nueva coordenada que pisa la voz de un sensacional Jacob Poulsen. El vocalista de Concrete Tree, que aceptó el reto e cantar en este disco, ofrece multitud de matices de un mérito enorme para acoplarse a algo tan cambiante como lo que nos ofrece Kike en esta corta obra de solo seis temas, pero ambiciosa como todas las que nos ha ido dejando a lo largo de su carrera.

Solo en 45 segundos de “Good And Bad In Symetry” pasamos de una bienvenida directamente con su voz más limpia, a unos complicados arpegios que aceleran lo que parecía iba a ser más calmado, luego una parte agresiva donde vuelve a entrar la voz y un pequeño guiño de jazz. Puede que una de las intenciones de Kike fuera reducir la duración de los temas, pero al final resulta que en menos espacio la carga de contenidos viene a ser la misma. Mucho de culpa tienen unos ritmos de lo más inquietos, impredecibles. Ya me gustaría a mí conocer al que fuera capaz de ponerse tras los tambores en estos temas. Siguiendo con el vocalista, Jacob Poulsen aporta un deje asequible a “Indalo Man”, que ralentiza en parte otro tema de estructura igual de compleja que el resto del disco.

No creo que se te ocurra ponerte a bailar esto, porque tu salud podría correr un grave riesgo, pero si decides hacerlo puede que “Walls Of Shame” sea el que más te lo pueda permitir por su composición. En cualquier caso, la música de Asha está destinada ante todo a apreciarse. Un tema como “Crawl, Walk And Then Run” pasa por partes de una notoria agresividad. Tenemos aquí una banda progresiva que acorta la duración de los temas y que en lugar de recrear pasajes se dedica a dotar de crudeza a sus temas. Parece contradictorio, pero… ¿quién dice que para apreciar la calidad de la música es mejor tender a la melodía? “The Believer” te demuestra que puede tener un estribillo bastante digerible, pero a la vez ser un nuevo tema igual de contundente que la onda general de este “Euphoria Project”. El final “Prologue Of An Unfinished Life” es el más extenso y no sobrepasa los seis minutos.

Se trata de un trabajo de corta duración que podemos tomar como un EP, jugando también con las iniciales del nombre del disco, pero que te dejará saciado de música de nivel estratosférico. Kike ha sorprendido dando un vuelco a lo hecho en sus anteriores trabajos, ofreciendo el lado opuesto de una misma cara; la de un músico virtuoso, estupendo compositor, lleno de imaginación y capaz de alcanzar otra nueva cuota cuando parecía imposible. Aquí todo aparece más condensado, ofreciéndonos un contrapunto a sus trabajos inmediatamente anteriores, pero manteniendo un estilo único. A lo que de primeras te puede parecer un batiburrillo de ideas con la técnica por delante, con cortes demasiado repentinos en sus cambios de trayectoria y con una estructura demasiado abrupta, termina por ser un conjunto de canciones llenas de sentido en las que puedes apreciar cómo todo encaja como en un rompecabezas que tal vez nadie en el mundo sea capaz de formar como Kike G. Caamaño. Los matices se acentúan y, como en los buenos cuadros, en cada nueva mirada encuentras un detalle que se te escapaba. Incluso llevándolo a un terreno abstracto, en donde puede que a una primera vista solo aprecies unas manchas, vas a descubrir que son formas que, además, tienen mucho que darte a entender. Aunque esto tiene la trampa de seguir siendo tan solo un proyecto de estudio y habría que ver como resultaría esto en vivo. Como disco “Euphoria Project” es una obra maestra. La visión de Kike como artista es insuperable.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Página web: www.asha.com.es

Discografía:

1989 – 1991: “Projects – 1 al 14”

1992: “Undrawn Lanscape”

1994: “Asha II”

1995: “In Harmony With Shame”

1996: “Faithfully Yours”

1998: “The Eternal Blue”

1999: KU-“Grime”

1999: “You Won´t Hear A Word Here”

2000: “Best Of Projects”

2001: “Waiting”

2003: “Civilized Stress”

2005: “A Path Across The Elegance”

2008: “Gallery Of Thoughts”