METALLICA

(…And Justice For All)

-1988-

Sigo sin salir de mi asombro, cuando no se incluyen discos como “…And Justice For All” entre los mejores de Metallica. Nombres como “Master Of Puppets” o el “Black Album” son los que llevan la etiqueta de mejores discos de la banda americana, a la vez que más influyentes. Y mira por dónde, que yo no coincido en nada con esas opiniones generalizadas, ya que de los auténticos 5 discos que Metallica sacó al mercado (los primeros), yo encuentro más atrayentes justo los que arriba no he mencionado dentro de esa idea general. Esto es: “Kill´Em All”, “Ride The Lightning” y éste que nos ocupa. Y podría explicar el por qué de cada caso según mis criterios totalmente rebatibles, pero tampoco vamos a olvidar que esta crítica corresponde sólo a uno de los discos no más reconocidos de la carrera de los 4 jinetes; y en “… And Justice For All” me voy a centrar. Pero antes hagamos un poco de repaso de los acontecimientos que lo precedieron.

El éxito conseguido con “Master Of Puppets” en 1986 ponía a Metallica en la cima de su carrera e incluso de todo el movimiento del Heavy Metal en aquellos momentos, planteándose como alternativa a los grupos surgidos de Inglaterra. Eran la nueva revolución del género, encabezando un movimiento en auge, el Thrash Metal. Suele ocurrir que en momentos dulces llegan inesperadas tragedias como para hacernos ver que todo no puede ser de color rosa. Así, cuando el grupo realizaba una gira por países escandinavos, el autobús de gira resbaló sobre el hielo, dando como resultado la desgraciada muerte de Kliff Burton de forma extraña. Fue el 27 de septiembre de 1986. Tampoco es mi intención presentar a nadie a Kliff Burton. Creo que de sobra ha quedado marcada en la historia de nuestra música su influencia, su peculiar sonido de bajo, su calidad y ganas de innovar. Por lo tanto, en lo musical ya sería un handicap irreparable para la banda, pero más si cabe en el aspecto personal. James Hetfield quiso matar al conductor del autobús en el momento de la muerte del bajista y le costó volver a reconciliar el sueño sin su compañero y amigo. Fue por lo tanto una decisión dura, pero finalmente tras mucha reflexión el grupo decidió continuar con su carrera. En este aspecto recomiendo un video que la banda editó como recuerdo y homenaje al bajista bajo el título de “Kliff´Em All”. Edición que precedió a “…And Justice For All”.

La búsqueda de un sustituto para Kliff Burton fue tan ardua que se hicieron ni más ni menos que 40 sesiones de prueba con diferentes bajistas. Finalmente fue Jason Newsted el elegido, cuentan que ante la duda con algún otro candidato, por su gran capacidad para engullir cerveza. Jason Newsted fue un buen sustituto que nunca dejó de ser el chico nuevo a pesar de su más de 15 años en la banda hasta su reciente salida sustituido por Roberto Trujillo. Finalmente, “…And Justice For All” vio la luz en agosto de 1988, con el nuevo bajista y dos años después de la muerte de Kliff Burton.

Si “Kill´Em All” fue la presentación arrolladora del grupo, “Ride The Lightning” la maduración de un sonido y “Master Of Pupptes” su afianzamiento, “…And Justice For All” suponía un nuevo vuelco al sonido de la banda. No abandonaron el Thrash Metal como harían posteriormente. De hecho, éste fue su último trabajo que se pudiera encuadrar en ese estilo. “…And Justice For All” presentó un sonido si cabe más potente que sus predecesores trabajos, con temas de ritmos más lentos y de más pegada salvo “Dyers Eve” que cerraba el disco de forma más cañera en cuanto a velocidad, sin perder el sonido contundente de todo el álbum. El tono agresivo de la banda se hizo más notorio que en los discos anteriores, lo cual lleva a que la influencia de Metallica se extienda notoriamente a grupos de metal extremo, cosa que deja clara la importancia de este álbum.

Uno de los mejores riffs de la historia del grupo lo contiene un tema algo olvidado como el que da título al álbum. Aunque tampoco se queda atrás “Blackened”, uno de mis temas favoritos de la carrera del grupo. Por supuesto que no olvido “One”. Esta forma de componer ya había sido usada en temas como “Fade To Black” y “Welcome Home”, y con “One”, un himno antibelicista, Metallica alcanzó la perfección. Impagable el solo de Kirk Hammet. Las instrumentales que nos dejó la banda en cada uno de sus primeros discos son auténticas piezas de culto para sus seguidores. En este caso esa faceta la ocuparía “To Live Is To Die”, impregnada por el sonido de todo el disco. Probablemente este tema hubiera quedado mucho mejor que “The Call Of Ktulu” para abrir su posterior aventura orquestal, dada su estructura. Bajo mi punto de vista es la mejor de las instrumentales de Metallica, ¡y mira que me arriesgo mojándome, ya que todas son impresionantes!

1988 fue un año repleto de buenos discos de Heavy Metal. En la situación tan difícil en que se encontraba Metallica tras todos los acontecimientos que precedieron en el seno de la banda, tiene un gran mérito la forma en que el grupo se rehizo para no quedarse atrás. Ahora es fácil especular con qué rumbo hubiera tomado el grupo si Kliff Burton hubiera seguido entre nosotros. Eso no lo podremos saber nunca. El caso es que después de “…And Justice For All” el grupo experimentó un cambio más que notable en su “Black Album”, que ya dejaba entrever lo que vendría. Aún así, yo todavía considero ésta la última gran obra de Metallica, aunque ya fuera del estilo que les vio nacer, y por debajo de éste que aquí nos ha ocupado estas líneas.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)