INDOMABLES

(IV)

8/10

Viendo la poca originalidad del título de este disco de Indomables temía que la banda tampoco hubiera contado con ideas para ofrecer un disco que continuara acumulando méritos a una carrera que ya cuenta con un buen número de temas imperecederos. Sin embargo, nada más lejos de eso, desde que comenzamos a escuchar el nuevo álbum de los rockeros vizcainos, nos enganchamos de pleno a un sonido muy claro, tal vez con los márgenes no excesivamente anchos, pero en el que se han labrado una personalidad que les otorga un lugar distinguido entre todos los amantes del rock que se han acercado a probar.

Es cierto que la banda no cuenta con el factor sorpresa de sus primeros trabajos, pero la consolidación la garantizan a base de temas de su propio sabor rockero. Es comenzar “Tampoco Importa Mucho” y ya quedo impregnado de esas guitarras, de esa particular voz y de un mensaje que es auténticamente indomable. Lo mismo ocurre con el gamberro “Me Pillarán” (atentos a esa pandereta que da más resultado del que parece) o con el luchador “Espalda Contra Pared”, una característica ligada de lleno a esta sensacional banda de rock duro. Siempre han dado pie a sacar una carcajada con su música para lo que como muestra más expresiva queda “Drinkin, Smokin, Dopin, Fuckin”. En su anterior “De Hueso Y Piedra” la banda hizo un esfuerzo por buscar ciertos destellos de originalidad, este disco puede entrar más dentro de lo que en si es la banda en su más natural estado, pero en temas como este juegan con ciertos ritmos distintos de igual añejo aroma al que impregna todos sus temas. No se olvidan de la armónica en “Mundo Cruel”, a ritmo de acelerado rock & roll, lo cual tampoco ha sido muy habitual en la banda. También nos dejan su destello bluesero en “No Esperemos Más”, manteniéndose fiel a la tradición de la banda que también ha dejado un tema para que Asier se haga cargo de la voz principal además de la guitarra, como viene siendo habitual. Esta vez nos deja otro zarpazo de rock ciertamente festivo como “Ni Contigo Ni Sin Ti”.

Me vais a permitir que le otorgue a Indomables la capacidad de repetir ciertos esquemas, porque con el disco ya avanzado sigo degustando al máximo todo lo que nos ofrece este “IV” y no quiero abandonar “El Clan”, otro corte 100% Indomables que vuelve a ser una apología del verdadero sentimiento rockero y una invitación a que tú también te unas. Las relaciones con las mujeres siguen siendo de lo más especiales para estos chicos como puedes apreciar en “Yo Me Quedo Solo, Pero Tú También” y el alcohol sigue siendo compañero de viaje por lo que un homenaje a “Jack Daniel´s” para que prácticamente escuchando el tema podamos sentirlo bajar por nuestra garganta era ya necesario. Es la bebida que les acompaña allá por donde van. Y para redondear el disco una balada como “Tres Preguntas”, reflexiva y rockera a la vez (tampoco aquí pierden su autenticidad). No pasará a la historia Indomables como un grupo de baladas, pero hay que ver lo buenas que me parecen cada una de las que han incluido en sus discos, cada una mostrando una diferente cara. El último verso del disco es un final perfecto.

Ya son cuatro los discos que nos ha dejado esta banda de rock, una de las que mejor capta la esencia de un irreductible sentimiento, que pueden permitirse sacar temas bajo su propio estilo, recordando a los clásicos de los cuales son defensores a ultranza, pero ofreciendo un estilo propio abrumador por el cual es fácil sentirte capturado si te jactas de amar esto del rock. Hoy en día ya son una banda del todo conocida por aquel que se ha preocupado por alimentar su alma de rockero indomable. Fieles a su propia tradición y su propia religión han venido ofreciendo trabajos que nos han mostrado en momentos pinceladas nuevas, más visibles en el caso de su anterior obra, pero que mostrándose en “IV” simplemente tal como son, siguen agrandando su legado sin perder nada de frescura ni calidad.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Página web: www.indomables.es