CRÓNICA: SÔBER + SAVIA + SKIZOO

SÔBER + SAVIA + SKIZOO

Sábado 20 de abril de 2024 – Sala Santana 27 – Bilbao

Lo que ha hecho Sôber en esta gira de 30 aniversario es un sueño hecho realidad para los fans. Siempre es triste que una banda se rompa o cese en su actividad, aunque suele tener de positivo la existencia de proyectos paralelos que suelen ser de la familia, creando una de esas sagas que algunas bandas madres son capaces de hacer crecer cuando adquieren verdadera relevancia. Es verdad que eso suele dar pie a diversidad de opiniones, sobre todo cuando las ramificaciones se alejan del estilo y sonido del tronco del que salieron, llegando a romper con él. Pero en el caso de Skizoo y Savia, es más que claro que, de una u otra manera, conservaron la afinidad a un sonido que sin pretenderlo revolucionó el metal melódico nacional, con lo que no son pocos los que en aquellos años de parón de Sôber cogieron gustosos el testigo que les ofrecían Savia, con Carlos Escobedo en voz y guitarra y Alberto Madrid en la batería, y Skizoo con el sello guitarrero marca de la casa de Jorge Escobedo y Antonio Bernardini, con Morti en la voz dando un matiz más oscuro a los temas, pero al fin y al cabo con unas señas de identidad nada ajenas, aunque intentaran desligarse del sonido de los estudios Cube. No se puede huir de la genética.

Que la unión hace la fuerza y que esta oportunidad de celebrar el 30 aniversario de Sôber fundiendo a su propio ser las carreras de Savia y Skizoo se acogía como una oportunidad irrepetible y quedó más que claro con una gran entrada en la sala Santana 27, infinitamente superior a lo que Sôber consiguió en este mismo lugar en la presentación de su disco “E-L-E-G-Í-A”. Un ambiente de gala sin llegar al lleno de la sala de conciertos de mayor capacidad que alberga la capital vizcaína y toda una demostración del poder que el nombre de Sôber atesora como uno de los grupos de referencia en el metal melódico.

El show se estructuró prácticamente como la carrera del grupo en estos 30 años, con una primera parte de temas de los propios Sôber, una parte central en la que Savia y Skizoo aparcaron el proyecto principal para recordar los fructíferos trabajos que nos ofrecieron en el segundo lustro del presente siglo, y un tercer acto en el que de nuevo Sôber acapara el protagonismo. con el añadido de contar en el tramo central con dos invitados de lujo, Jesús Pulido de Savia en el bajo y Morti de Skizoo, que reaparecerían en escena en el tramo final y que fue un plus ya total para los seguidores de ambos proyectos. Especialmente Morti se llevaría mucho cariño por parte de los presentes en la sala, que corearon su nombre en repetidas ocasiones.

El culmen fue contar con un repertorio de 3 horas en total, con un gran sonido a cargo del propio Alberto Seara, que no puede quedar fuera de esta historia, en los controles. No se si se puede pedir mucho más para que nadie saliera insatisfecho del recinto.

Porque además en ese repertorio la banda no escatimó a la hora de ofrecer canciones de las diferentes épocas del grupo, arrancando con “La Prisión del Placer”, ofreciendo seguidamente un medley de “Morfología”, pero sin dejar de apostar por su temas más recientes con “El Día De La Liberación”, perteneciente a “E-L-E-G-Í-A” y en la que no pude evitar acordarme del fallecido Andres Benzal, al que dedicaron este tema en la última oportunidad que les vimos en Bilbao.

Con “Sombras”, “Tic Tac”, “Blanca Nieve” y “La Araña” la banda nos llevaba a discos que a estas alturas ya han encajado como nuevos clásicos, aunque pertenezcan ya a la segunda etapa de la banda, pero el colofón a este primer acto sería con “Arrepentido”, uno de los primeros temas con el que pegaron plenamente y que hizo que la sala rugiera previamente a que se abriera el paréntesis que fue alternando temas de Skizoo y Savia, con un repertorio creo que perfectamente pensado para agradar a los seguidores de ambos proyectos. Especial mención merece el pipa que tuvo que cambiar el micro tantas veces como aparecían y desaparecían de escena Morti y Carlos Escobedo, ya que además se fueron alternando de escrupulosa manera temas de una y otra banda con Morti apareciendo en plan estelar en “Solo Estas Tú”, mientras que Carlos Escobedo apareció guitarra en ristre con sombrero vaquero en “Derrotado” como guiño a aquella época que mantuvo en todo este tramo excelentemente acogido por el personal. Creo que con mayor respuesta en los temas de Skizoo, merced a la fuerza de un frontman como Morti, pero con un gusto exquisito en ambos casos. Todo un regalo recordar lo que vivimos hace muchos años con Skizoo en algunas actuaciones en un Kafe Anztokia abarrotado con himnos como “Habrá Que Olvidar”, “Dame Aire”, “Algún Día” o “Denuncia Al Sol”. Mientras que por su parte Savia fue sacado del baúl de los recuerdos para demostrar que aquellos dos discos que editaron en su día poseen temas tan imperecederos como el recuerdo de Alberto Madrid, al que Carlos dedicó de manera sentida, diciendo que sigue siendo el que da la entrada en los temas, “Inmortal”, que se unió en este tramo a canciones como “Insensible”, “Fragile” y “Sólido”.

Los músicos abandonaban el escenario, pero quedaba tela por cortar y clásicos y no tan clásicos que disfrutar, sin perder fuerza e intensidad con “Eclipse” como nueva apuesta por los Sôber más actuales para seguir con las excelentes interpretaciones de “Vulcano”, “La Nube” y “El Hombre De Hielo”, que después de las fuertes emociones ya vividas no dejaban de mantener el concierto en un punto muy alto.

La banda nos recordó que han regrabado los temas de su debut “Torcidos”, rebautizado como “Retorcidos”, presentándonos con los nuevos arreglos disparados un maravilloso “Brazos Altos, Caras Bajas”. Otra guinda más a un completo repertorio donde no podía faltar “10 Años”, con sorprendente duelo de batería al final del mismo con Carlos Escobedo colocándose en una batería al lado del coloso Manu Reyes. El momento de protagonismo de Carlos continuó con el intimista “Estrella Polar”, cantado abajo del escenario, arropado entre el público de la sala.

“Tiempo” contó con la sorpresa de volver a ver en escena a Jesús Pulido y a Morti, defendiendo en este caso uno de los nuevos temas registrados en el mencionado “Retorcidos”. Se mantuvieron en el escenario para la emocionante interpretación de “Naufrago”, que contrastó con la despedida desquiciada del esperado “Loco” , clásico ideal para echar el resto en un concierto de Sôber, conservando toda la energía arriba y abajo del escenario tras 3 horas de una especial y redonda actuación para guardar muy adentro.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)