CRÓNICA: A DARK REBORN + APOTHEUS
A DARK REBORN + APOTHEUS
Viernes 1 de noviembre de 2024 – Sala Blue – Bilbao
El shock de lo acaecido en Valencia y otras provincias peninsulares debido a las inundaciones nos acompañaba en este concierto que también se vio afectado, ya que del cartel se caían por imposibilidad de desplazamiento desde su comunidad Six Burning Knives. Una pena, pero lo importante es que los componentes de la banda estén bien. Ojalá podamos verles en otra ocasión. Las dos formaciones que vimos sobre el escenario de la sala Blue mandaron unas palabras de ánimo para ellos, extensible para todas las personas afectadas por la trágica situación. Nosotros desde estas líneas hacemos lo propio, deseando que lo antes posible se restablezca la normalidad en la zona con los menores daños posibles, sobre todo humanos.
En cuanto a las actuaciones cabe destacar el buen hacer tanto de A Dark Reborn como Apotheus, que en dos estilos bien diferenciados dejaron una muestra de su capacidad para ser a día de hoy dos bandas que impacten en el metal más contemporáneo.
Apotheus arrancaron la noche con un metal progresivo de nuevo cuño engalanado tanto por ambientación sonora como por la excelente y original combinación de guturales y voces melódicas por parte de Miguel Andrade. La banda presentó entre las nieblas que recrean con su juego de luces su más reciente obra “Ergo Atlas”, arrancando con “Shape And Geometry”, “Firewall” y “Cogito”.
Con esa iluminación creadora de un aura especial, la banda siguió descargando con precisión un puñado de temas que más allá de la técnica que atesoran también hace un original ejercicio creativo en los temas ya del anterior disco “Caves Of Steel” y “Redshift”, haciendo sus pinitos con la primera en castellano, al presentarla como cuevas de acero.
La impecable actuación en ejecución y sonoridad por parte de la banda se cerró con “A New Beginnig”, dejando impresa una marca de calidad que ojalá les lleve a irse ganando un prestigio más que merecido en el ámbito internacional del metal de vanguardia.
A Dark Reborn también hacen alarde de originalidad en un estilo al que casi cualquier etiqueta se le queda corta. Destacan los extremos melódicos, descaradamente pop los registros limpios y completamente agresivo en esos guturales, por los cuales se les ha catalogado como death melódico. Etiqueta a todas luces insuficiente para ellos. Lo cierto es que entre esos dos polos opuestos la banda se desenvuelve como pez en el agua, con Lur destacando como una versátil vocalista que no sufre para llegar a la mayor sensibilidad en melodías y al mayor desgarro en la agresividad. Todo un portento.
Pese a lo mucho que se ha hecho mezclando ambos lados de la música su estilo les puede dar un cierto toque original, emparentados con bandas actuales como Ad Infinitum, pero mucho más orgánicos gracias a unas guitarras que nos aplastan con cada riff y a unos ritmos trepidantes, cambiantes y de tremenda agilidad, demostrando además en directo que lo plasmado en estudio es real.
Su último disco conceptual nos pone en la perspectiva de una humanidad que debe abandonar la Tierra ante la hostilidad de este planeta. Más de actualidad no puede estar el tema. Ese nuevo “Last Echo” fue íntegramente interpretado no en el mismo orden del disco, plasmando plenamente la madurez que la banda ha alcanzado en esta segunda obra con temas como “Keida”, “”Illusions”, Ritual” y “Dark Matter”, llegando a la crudeza de un “Delirium” en el que Lur explota al máximo sus registros más extremos.
La vocalista se erige sobre las tablas en una figura central que sabe perfectamente desenvolverse sobre un escenario, acaparando las miradas del personal, escoltada a la perfección por una banda acorazada que impacta con temas como “Last Echo”, pero que también sabe aplicar un punto más sensible en momentos como “Levitating The Void”, con espacio para una guitarra solista que no es prioritaria, pero que cuando tiene que aparecer sabe aportar sensación a los temas.
“I Can´t Breath” y “Catharsis” de forma consecutiva fue el paréntesis abierto para recordar su debut “My Light” de 2021, retomando con fuerza su más reciente disco con “Hopeless” y un “The Flight” que abre el disco, pero que en este caso cerró el concierto, tal vez por lo ideal que resulta para reflejar el estilo de una banda con unos contrastes sonoros que funden sin acritud dulzura y cólera en un cóctel sofisticado y demoledor.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)