CRÍTICA: PATXA – JUST HEAVY METAL
PATXA
(Just Heavy Metal)
8/10
A estas alturas de una larga carrera se puede estar debutando con la misma ilusión de un principiante. Y es que este “Just Heavy Metal” es el debut de Patxa. El ex de bandas como Valhalla, actualmente en Ad Eternum trasluce con este disco lo mismo que si este trabajo nos hubiera llegado en su adolescencia. El vocalista vizcaíno dice haberse dejado el alma en esta obra, algo que se refleja en temas de plena esencia personal que nos retrotrae a todo lo que ha sido su carrera, definida en el título de la obra con solo tres palabras “Just Heavy Metal”.
Los 10 temas del disco nos ofrecen una colección de elementos que le han definido a lo largo de toda su carrera resultando que aunque estemos solamente ante un heavy metal puro hay una versatilidad que denota el cariño puesto en cada acorde de un disco conceptual dedicado al estilo que mejor ha definido a uno de los vocalistas más heavies por definición de nuestro panorama musical, tanto por registro como por actitud.
La excelente formación que ha conseguido reunir para su banda junto al trabajo en los Chromaticity estudios de Pedro J. Monge hacen el resto para que estemos ante un disco impecable si te gusta el heavy metal tradicional, con un sonido moderno, pero conservando esas melodías que el metal contemporáneo ha ido perdiendo en busca de un sonido cada vez de mayor impacto en amurallados riffs. Aquí se deja espacio para una mayor naturalidad.
El disco nos da la primera en la frente con “Children Of Metal”, dedicada a todo aquel que siente pasión por esta música, dejando patente que el vocalista no solo va a hacer alarde de su particular registro. Hay temas trabajados, detallistas en cuanto a puentes, punteos y detalles que no se salen de madre, pero que ornamentan cada tema. Así seguimos encontrando riqueza en las melodías de “Honey Drops”, combinando potencia con la sutileza instrumental.
“Steel Soul” arranca con un oscuro regusto a Manowar que da otra nota de color a un disco que no se estanca pese a que los cánones estén marcados. Otro ejemplo es el homenaje a Dio “Sacred Elf”, más cerca del hard rock. “New metal World” saca a relucir algunos registros más graves del vocalista, sabiéndose rodear muy bien de guitarras que se funden con su voz.
Aplastante resulta “Where Dreams Take Wing”, con un ritmo trotón cambiando de intensidad sobre el que se alza una voz robustecida con algunos coros que me recuerdan a los Hammerfall del “Legacy Of Kings”. El tema resulta más elaborado de lo que en un principio puede parecer, con una parte intermedia más relajada y un gran trabajo de puentes de guitarra.
“My Spirit Ablaze” transcurre con un Patxa más susurrante, con un poso de medio tiempo, aunque no deja de ser un tema potente. Tiene un estribillo de lo más dramático a lo largo del disco, donde el vocalista juega con un registro que va desde la gravedad hacia lo más agudo, sacando algún deje más fornido en su voz. “Just Heavy Metal”, por su parte simplemente, un cañonazo que se convierte no solo en el título de la obra, sino en un himno que de darle oportunidad en los oídos de los metaleros debería resonar en sus cerebros por la eternidad.
Uno añora aquellos tiempos en los que el heavy metal englobaba también estilos que hoy se han encajado en un mundo aparte como el thrash o, por otro lado, el hard rock. Pues aquí tenemos un temazo como “United Our Spirits Fly” que por un lado arranca como un tema thrash, pero es curioso cómo va derivando hacia un estribillo mucho más melódico. La reivindicación de la figura de la mujer “Ladies And Queens” cierra la obra por todo lo alto, con un estribillo muy happy que refleja luz y optimismo.
Realmente todo este disco tiene esa fuerza revitalizante y fresca tanto para la carrera del vocalista como para el heavy metal en general. Un disco que cualquier clásico seguidor del heavy metal debería agradecer.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)