CRÍTICA: KRUDDÖ

KRUDDÖ

(Nintzen)

8/10

Se consolida la unión de los dos músicos vizcaínos Jon Ander Santamaria en la batería y Txaber Miraballes en guitarra y voz que en este “Nintzen” afianzan lo hecho en el EP de debut “Iluntasunetik Argira”. Un disco en el que si cabe se ha hecho más robusto y crudo el sonido de dos músicos que suenan como un batallón de combate.

“Basajaun” pone sobre la mesa esas cartas, con unos riffs muy agiles que se desarrollan con la libertad de una banda que no atiende a concreciones. Lo mismo suenan a metal en los momentos de más pegada, a stoner en los riffs más mastodónticos, que a grunge en momentos más ásperos o a pop en algunas melodías que sobre todo recalan en los estribillos. Y eso te lo muestran en temas que no se extienden en su duración para nada, con momentos más ligeros pero a su vez adictivos en el caso del vacilón “Deadpool”. Nos encontramos un curioso instrumental como “Nintzen”, muy rítmico y ambiental, en una tesitura diferente que denota la variedad de los seis temas del disco.

Tenemos consistencia en “Artax” o en “Caissa”, construidos y macerados con la solidez de una guitarra abrasiva que pese a buscar el grosor en el sonido no deja de ser tremendamente versátil, apoyada en una batería de pegada muy natural y dura. Y en “Kalean Uso, Etxean Otxo” cuentan con la colaboración de Andoni de la banda de brutal death también bermeotarra Sorgerth. Un tema muy rápido y salvaje que de nuevo sorprende dentro de un estilo aparentemente sencillo, sin añadiduras, pero al que Kruddö exprimen con un sinfín de posibilidades.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)