Metalway Segundo fin de semana (primera parte: viernes 26 de junio)
METALWAY FESTIVAL
(Zaragoza)
26 y 27 de junio (segundo fin de semana)
Casi con miedo regresamos a Zaragoza para vivir el segundo fin de semana de Metalway después de lo vivido el domingo, sumado al triste recuerdo del Monsters Of Rock y Metalway de hace un año. Ya era llover sobre mojado. Se dice que no hay dos sin tres, pero todo pintaba mejor en esta ocasión cuando llegando a la capital maña teníamos un tiempo caluroso, con cielo despejado y sin ese bochorno que puede terminar en tormenta.
El viernes 26 contaba con un cartel de auténtico lujo. La tripleta formada por Warlock, Motörhead y Twisted Sister era un reclamo demasiado fuerte como para que el público pudiera dar la espalda al festival. Y la cosa no se centraba solo en ese explosivo final de jornada, sino que desde primera hora con una banda por conocer con mucho que aportar al hard rock como Black Stone Cherry a uno le entraban ganas de estar frente al escenario. Incluso la presencia de Prong como prácticamente la única aportación moderna al festival tenía un atractivo importante. Y para atractivo el de Simone Simons y sus Epica que tuvieron que luchar contra el sol a la hora de la comida.
Nosotros luchamos por llegar a tiempo de ver a Amon Amarth cosa que conseguimos. Nada más pisar el recinto de Valdespartera la sensación era buena. Había movimiento de gente que todavía seguía llegando. El público se recicló camuflando en parte la decepción de las suspensiones del domingo. Como indicaban las camisetas, algunos venían del Kobetasonik y otros se habían acercado más interesados por este fin de semana, con lo que ánimos de vivir unas buenas jornadas metálicas se palpaban. También estaba el que, dejando a un lado lo ocurrido, se predisponía para hacer borrón y cuenta nueva, que esto se trata de disfrutarlo. Tampoco dejamos de toparnos con conocidos que aún lamentaban la imposibilidad de ver a Heaven And Hell sin creerse del todo lo del problema de espalda de Iommi. Sea como fuere, aquí estábamos comenzando unas nuevas jornadas de grandes conciertos que esta vez no encontraron impedimentos para transcurrir con normalidad
Entramos en el recinto con Amon Amarth en plena faena. Congregar a tan nutrido público a primeras horas de la tarde con un sol que pegaba fuerte indica el interés que levantan los vikingos. Algo meritorio teniendo en cuenta el corte clásico del cartel en este día, con algunas propuestas más extremas reservadas para el día siguiente. El caso es que esta gente se sube a un escenario y se encuentra feliz, lo que al final transmiten a los que están abajo. Desde la primera a la última fila que poblaban el lugar hasta la torre de sonido hicieron cuernos o levantaron el puño con “Faith Of Norns” o ese “Victorius March” que en muchas ocasiones ha supuesto apoteósicos finales de sus conciertos. Sin embargo, en un festival al aire libre ellos saben que “Death In Fire” puede provocar más entusiasmo en el cierre, con lo que ese fue el elegido en un concierto en el que siguen corroborando su estabilidad como banda consagrada que transciende fronteras estilísticas.
Iluso de mí que pensé que en la media hora de cambio de escenario entre los suecos y Tesla nos daría tiempo a montar la tienda de campaña en el camping del festival. Clavar una piqueta fue un acto colosal, con lo que entre las que doblé y las que conseguí hincar sobre el duro suelo fueron incontables los martillazos que solté. Menos mal que alguien tenía piquetas de sobra, porque hubiera dormido sobre la tienda en vez de dentro. Además de pulsera ya tenía ampolla para demostrar que tenía entrada al camping. No se si por parte de la organización no sería posible acondicionar mejor el lugar, porque detalles como estos pueden hacérselo pensar a más de uno que viene de fuera. Al fin y al cabo nosotros ya sabemos como es España, pero con un cartel que puede arrastrar a tanta gente de fuera, mucho seguidor proveniente de Europa puede decantarse por otras opciones en base a este tipo de detalles. Nosotros no pedimos ninguna maravilla, solo que montar una tienda no nos lleve el tiempo total de la actuación de Tesla, que dejó caras de satisfacción entre un público que ya se veía superior en número al de la anterior semana, probablemente doblándolo.
Asentados de lleno en el recinto ni una sola actuación había que perderse. Comenzando por la curiosidad de ver a Tarja en solitario. Toda una artista como la copa de un pino acompañada por unos supermúsicos tremendos. El más aclamado fue Mike Terrana en la batería. Este tío está marcando una época con sus baquetas. Incontables las ocasiones en las que el público vitoreó al batería que desde la no habitual ubicación de un costado del escenario devolvió con miradas y gestos de agradecimiento entre más de un mamporro bien dado a sus bombos. Incluso hizo un arranque de solo que contentó al público en un momento de parón por los problemas de sonido que envolvieron la actuación. Cualquiera diría que era él en solitario y no Tarja el que actuaba, pero la vocalista mostró todo su talento, elegantemente ataviada con un vestido rojo, encantadora y agradecida de corazón al público. Muy simpática durante el concierto, con puntos culminantes en “Nemo” de Nightwish y en “I Walk Alone”. Más deslucidas quedaron la versiones de “Poison” de Alice Cooper y la esperada “Over The Hills And Far Away” de Gary Moore, porque de haber contado con mejor sonido, sin duda, hubiera provocado una buena. Deslucido quedó el concierto y el resto de músicos que pasaron más desapercibidos que el batería. La presencia del chelo casi testimonial y Kiko Laureiro (Angra) con su guitarra y Douglas Wimbish (Living Colour) no pudieron lucir a su nivel. Una pena
Con Apocalyptica ya comprobamos que los problemas de sonido apuntaban a ser constantes. Una banda que se entregó al máximo podía haber dejado unas inmejorables sensaciones, pero hubo ocasiones en que aquello se convirtió en un batiburrillo imposible de discernir. “Life Burns” fue uno de los más afectados, casi imposible de identificar. Tampoco “Sick And Destroy”, aunque cantada a más no poder por el público, llevaba solución. Entre todo ello, menos destrozadas quedaron “One”, “Enter Sandman” o “Last Hope”. Auténtico ejemplo de entrega correspondido por el público. Ya no llama tanto la atención encontrarnos con unos chelistas haciendo heavy metal, pero más allá de lo llamativo su calidad esta ahí.
Con Queensrÿche no sirve como excusa el sonido. No se si los americanos no se sintieron cómodos en el escenario o se han cansado de presentar su eterno clásico “Operation:mindcrime”, pero la actitud fue muy diferente a la de sus precedentes. No completaron su tiempo sobre las tablas, lo que puede ser decisión de la organización, pero la sensación que dejaron es que cuanto antes terminaran mejor. No te pueden dejar con el bajón de que comience a sonar la intro de “The Best I Can”, se corte y luego pasen de tocarla. Empeñados en presentarnos el nuevo disco o temas alejados de la época que les ha dado la fama actual, tan solo “Jet City Woman” la podemos contar como clásico tema en esta descarga. La gente esperaba “Revolution Calling” y “Queen Of The Reÿch” terminando con le decepción de no tener ni un asomo de ellas. El nivel del grupo está fuera de toda duda, pero el compromiso con el público debería ser mayor. Tan solo los muy fanáticos lo disfrutaron, los demás pedíamos a la mesa que subieran la voz de Geoff Tate y al grupo los temas míticos que se dejaron en el tintero. Que esto es un festival y ya habrá tiempo de recrearse en uno mismo en giras propias.
Llegaba la noche y con ella el espectáculo se acrecentaba. Y es que ver hoy en día a Twisted Sister sigue siendo sinónimo de ello y de fiesta. Estos tíos sí que transmiten diversión cuando salen a un escenario en el que se ven libres para hacer lo que les venga en gana. Tanto es así, que esta noche decidieron tocar íntegra su más aclamada obra. “Stay Hungry” fue interpretado de principio a fin, lo que se agradece de forma especial, aunque algunos echaran en esta ocasión en falta otros temas que también han jalonado los años dorados de la banda. Nadie puede reprochar al grupo su compromiso. Ataviados con el traje de gala, Dee Snider y sus chicos no solo tocaron para nosotros, sino que compartieron un rato de buen rollo entre colegas que se conocen de hace tiempo. Desde “Stay Hungry” no faltó la comunicación con el público en inglés y castellano, con la coña que se traían el vocalista y Eddie Ojeda. De hecho, tras saltar lo indecible con “We´re Not Gonna Take It” lo volvimos a repetir con el estribillo llevado al castellano. Es decir, “Huevos Con Aceite” fue lo que cantamos a petición del vocalista. Es fantástico encontrarte con unas estrellas del rock que se muestran tan cercanos a su público como para tener este tipo de detalles, siendo capaz de hacer un espectáculo pleno después de tantos años. Eso quedó demostrado en “Burn In Hell”, en el que Dee Snider es alumbrado por los focos rojos y se arrastra sobre los monitores. Y qué vamos a decir de otros momentos memorables que os imaginareis como “The Price” o ese “I Wanna Rock”. Incluso el sonido mejoró para que por fin tuviéramos el primer momento del fin de semana totalmente remarcable.
Los hay a los que el tiempo parece no hacerle mella. Es una pena que este factor que engloba nuestra existencia termine por matarnos algún día. Y es que hay quien parece ir constantemente a mejor con los años. Estamos hablando de palabras mayores, porque los siguientes en actuar eran Motörhead. Mejorados con respecto a la actuación que ofrecieron en el primer festival Metalway de Gernika, Lemmy y sus huestes salieron a desearnos buenas noches y a presentarse: we are Motörhead and we play Rock N´Roll. La llave ya estaba metida, el contacto dado y el motor comenzó a rugir como en los mejores tiempos. Lemmy tan macarra como siempre con esas camperas que le llagaban casi hasta la rodilla por encima de sus ajustados vaqueros. Hay cosas que nunca cambian, por fortuna. La leyenda estaba frente a nosotros demostrando que el tiempo la sigue acrecentando. Para demostrar que no es solo un grupo de clásicos, estos nos dejaron temas tan recientes como “The Thousand Names Of God” que no desmerecen para nada a lo que hicieran en sus inicios. Si es que están en plena forma en la actualidad. Si además de realizar trabajos sobresalientes, lecciones de rock que perfectamente podrían seguir influyendo a nuevas generaciones, se les añaden unos conciertos en los que siguen pateando culos como nadie, nada le falta al grupo en la actualidad de lo que siempre ha sido. Todo lo contrario, cada vez más aguerridos e inquebrantables. Y eso en una noche en la que un acople tuvo mosca a Lemmy durante buena parte del concierto. Es lo que tiene querer sonar al máximo volumen. Después de un repaso por su carrera el final se intuía con “Killed By Death”, con entrada de Dee Snider al escenario para ayudar en las labores vocales. Faltaban los que esperábamos pero que nunca nos cansaremos de disfrutar en directo. “Aces Of Spades” y “Overkill”, con el mismo sabor que te podían dejar en sus discos en vivo. Todavía hoy siguen haciendo historia
La reunión de Warlock venía como un plato fuerte del festival, aunque muchos no esperábamos una reunión completa de la formación clásica. Por otro lado, la concurrencia mayoritaria valora más la presencia de Doro que la del resto de sus compañeros. Finalmente todos salvo el puesto de bajista, ocupado por Nick Douglas, se encontraban en el grupo rememorando esos fugaces años de la banda que dio a conocer a la rubia vocalista alemana. Y hay que decir que musicalmente son bastante más destacados que los músicos que lleva en solitario. Se notó que trataron con mimo el concierto puesto que la organización les había dado una relevancia importante. Sobre Doro no hace falta que hagamos hincapié en la entrega que siempre pone. Lo que también es verdad es que dejaron bastante corto el repertorio. Los cuatro discos editados en los 80 dan para lo que dan. La noche se había tornado fría con un viento algo incómodo, lo que unido al cansancio hizo que muchos no disfrutaran de la actuación como merecía. Pero ahí quedaron momentos musicalmente brillantes con la reluciente melena rubia llameando en la noche en temas como “I Rule The Ruins”, “Fight For Rock”, “Burning The Witches”, “All Night”, “Fur Immer”, “True As Steel”… mostrándose al mismo nivel que el himno “All We Are”. Que el grupo se quedó corto de temas lo demuestra el final con la versión de “Breaking The Law” de Judas. En cualquier caso, se equipararon a las dos actuaciones precedentes, lo cual fue un cierre con estupendo sabor de boca a esta jornada.
Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos:
Jonatan Rodriguez
Jose Luis Martin ( www.hispaniametal.com )