GALLINA

(Gallina)

8´5/10

Cuando recibí hace unas semanas un trabajo de una banda llamada Gallina que en la nota promocional venía calificada como pop del bueno, no os voy a ocultar que fui muy escéptico. Es más, casi con miedo metí este redondo en mi reproductor. Y mira tú por donde, que muchas veces donde menos te lo esperas se encuentra la sorpresa más agradable. Si la música quedara exclusivamente reducida a pop y rock, como en los viejos tiempos, Gallina es una banda de rock. Nada de comercialismos buscados, aquí solo hay música emanada de la creatividad de Ángel Santiago y Nando Oterino, los dos componentes de la banda, que a finales de 2007 decidieron dejar plasmadas canciones que ya venían creadas desde los primeros 90.

Puede que este hecho sea clave para que nos encontremos aquí con un trabajo atemporal y pocas cualidades le sientan tan bien a la música como esta. Pero más allá de eso, este homónimo trabajo es aestilístico. Es música. Tan simple y tan complejo. Entre estos trece cortes encontramos de todo, contando con canciones que van de un lado a otro, pudiendo llegar a resultar igual de chocantes para cualquier melómano, sea cual sea su estilo de música favorito.

Dentro de este conjunto de canciones encontramos de inicio la más popera de ellas, como educada toma de contacto, con uno de los estribillos más reconocibles como es “Tuercas Y Tornillos”. No deja desagradable sensación para comenzar verdaderamente a sorprendernos con “Senyor Vernell Amb Nens”, cantada en catalán, con la especial colaboración de Maribel Torres, que deja unas sensacionales voces alejadas de etiquetas que le dan el punto diferente a este tema. Y la palabra diferente sigue sirviendo para cada nuevo corte como en el siguiente “Una Convención De Tíos Lentos”, en el que además de saborear el aire blues que adquiere asimilas el toque irónico y ácido de las letras de Gallina. De un tema tan clásico pasamos a uno donde los sintetizadores juegan un importante papel como es “Los Bañistas Chafardean”, con destellos progresivos en su interior, mientras que en “Las Modelos Hinduistas”, podemos saborear unos efectos de percusión muy logrados. Y es que Gallina puede llegar a adquirir pequeños tintes psicodélicos del progresivo de los 70 como ocurre en “Melocotón”, sin perder los papeles. Y si hablamos de clásico sonido tenemos incluso “Invasión De Hormigas En Enero” con aires sureños. El funky de “Farsante” es otro de los múltiples destellos de distinción dentro de la obra, en el que son capaces de atacar reposadamente, pero con muy mala baba, a quien pueda darse por aludido con semejante calificativo. De nuevo nos encontramos con un trabajo de voces sensacional y con más detalles ocultos que descubrir en sucesivas escuchas. Las colaboraciones han sido de lo más acertadas, con mención especial a Juan Zarppa que en varios temas nos deja su guitarra de imperecedero clásico aroma a rock.

Gallina se han olvidado de etiquetas, de épocas, de estilos, de complejos y de cualquier prejuicio para crear su música. De la misma manera recomiendo que escuchéis este trabajo para disfrutarlo al máximo, porque es mucho lo que ofrece y lo mejor es aprovecharlo entero. Asi que no mires solo en una dirección. Tampoco te preocupes si no lo haces a la primera, porque “Gallina” te permitirá dejar siempre algo para la próxima vez, aunque tú no te hayas dado cuenta de que siempre queda algo más.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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