PRETTY MAIDS

15 – 09 – 13

Erandio (Sonora)

 

 

Pretty Maids nunca han sido uno de los grupos más taquilleros, pero sí es una banda de culto con muchísimos seguidores y con una trayectoria impecable que siempre les ha dejado en un medio camino entre el heavy metal y el hard rock, algo que entre un público más encasillado les ha podido dejar de lado. Esa pude ser una de las claves de por qué hoy no tienen el relumbrón de otras estrellas de nuestra música. Pero en los últimos años su carrera se ha relanzado de nuevo con una presencia constante en festivales de verano, lanzamientos destacables y giras que les han traído de visita hace no demasiado. Su trayectoria y su historia indican que una sala como la Sonora de Erandio debería quedarse pequeña para ellos, pero en los tiempos que corren para la música en vivo el lugar se convirtió en el más adecuado, convirtiéndose además en un lugar que ofrece un feedback con la banda tan cercano que hace que merezca la pena aprovechar momentos como este. No se llenó el recinto, pero el ambiente se caldeó y de verdad.

Esta noche la sala cogió un calor que fue más allá de los muchos grados que subió la temperatura ambiente. El lugar se pobló de un público fiel a la banda, auténticos fanáticos y seguidores del grupo, lo que siempre genera una conexión más especial en los conciertos. Pero es que además, las reducidas dimensiones hicieron que la banda estuviera prácticamente encima de su gente, convirtiendo la actuación en una fusión pasional llevada al éxtasis entre los daneses y sus seguidores. La calidad de la banda interpretando fenomenalmente cada uno de los temas hizo el resto. Tan solo se puede reprochar algún acople que incomodó en algún momento, pero nada que impidiera que la magia fluyera y que las emociones se desataran.

El sudor no tardó en abrillantar el rostro de Ronni Atkins, que sigue tirando de este carro junto con su fiel escudero Ken Hammer a la guitarra. El vocalista ralló a un gran nivel. Por muy arrugado que se le vea su voz conserva intacta esa alianza entre la fuerza y la melodía con ese tono que ha distinguido a Pretty Maids de cualquier otra banda. En el plano personal le ha venido muy bien su participación junto a Avantasia, donde ha sabido brillar al lado de los grandes vocalistas con los que Tobias Sammet siempre ha contado. Sin ir más lejos, recordamos cómo esta primavera se codeó con el propio Tobi, Eric Martin o Michael Kiske en el Sonisphere, sin querer decir demasiado que nunca haya tenido el nombre como vocalista de estos. La calidad está presente.

A ella se suma la pasión con la que interpreta sus temas, dejándose la piel desde el arranque en el que defendieron su nueva obra “Motherland” con “Mother Of All Lies” y “I See Ghosts”. Pero Pretty Maids es de los que sabe contentar a todos sus seguidores y era de esperar que el balance entre nuevos y viejos temas saliera equilibrado. Aparte que desde el primer momento se comprobó que el público no iba a dejar de apoyar a la banda, sin que su reacción dependiera exclusivamente de si nos tocaba disfrutar de un clásico o de un nuevo tema.

Pero no tardamos en pasar a recuperar piezas de obras más clásicas como ocurrió con los siguientes “Needles In The Dark” y “Love Games”. Intervalo que volvió a dar paso al presente con “Sad To See You Sufer” y “Why So Serious”. Pero si hay una obra angular que siempre será considerada como la gran obra de Pretty Maids es “Future World”. Al igual que no creo que en ningún momento hubiera ningún bajón de intensidad tampoco creo que haya que mencionar momentos superiores al resto, pero cuando precisamente de esa obra fue interpretado “Yellow Rain”, se dejó notar lo especial y el peso que tiene ese disco reflejado en temas como este que en su arranque relajado pone el bello de punta para culminar en una pieza de las que más ensalzó el público con su respuesta. Tal vez no el mejor momento, porque ya digo que me pareció un concierto de principio a fin sin descanso en ninguno aspecto, pero puede ser el instante que elegiría como reflejo de la noche en disputa con “Please Don´Leave Me”, cantada sin descanso por todo el público en aquella olla a presión que se había convertido la sala Sonora.

En el plano más potente cabe destacar “Queens Of Heaven” y el clásico “Red, Hot And Heavy”, introducido con un guiño al “Metal On Metal” de Anvil. Por supuesto que el “Back To Back” no faltó, siendo otro de los clásicos grandes y más añorados de esta banda, como lo es “Rodeo”, otro del “Future World” en este caso con más melodía. Y cabe destacar un mucho más reciente “I.N.V.U.”, comenzado con un guiño esta vez al “The Wall” de Pink Floyd y que se mostró colosal y muy bien recibido en el repertorio de la banda.

Nadie podrá achacar a Pretty Maids en concreto que vive de rentas. Y eso no todos los de su generación que siguen en activo pueden decirlo alto y claro. Para muestra de ello unos bises con mayoría de temas de su anterior “Pandemonium” editado hace apenas tres años y que encandilaron a la concurrencia como en otros casos hacen temas con muchos años a sus espaldas. Por un lado la fuerza de “It Comes At Night” y por otro la melodía de “Little Drops Of Heaven” dejaron claro que no hace falta irse a los 80 para encontrar grandes canciones en la discografía de Pretty Maids. Eso sí, para terminar que no falte un “Future World” como ofrenda final para todos sus seguidores que dejaron voz y sudor junto al grupo en una noche de plena conexión entre todos los factores que hacen de un concierto algo mágico que al día siguiente cuentas con una sonrisa y entre exclamaciones mientras aún mantienes la emoción en el cuerpo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)