CRÓNICA: PORCO BRAVO + TRESHUMANTES

PORCO BRAVO
PORCO BRAVO + TRESHUMANTES
Sábado 15 de marzo de 2025 – Kafe Antzokia – Bilbao
Demasiado tiempo llevaba sin poder ver a una de las bandas a las que uno ha visto crecer y evolucionar a la vez que hemos ido cumpliendo años con este medio de comunicación. No pude disfrutar de su presentación en Santana 27 de su anterior disco “Somos”, con lo que tenía una espinita clavada que quería quitarme ahora con el nuevo “En El Mismo Sitio”, que posee un puñado de canciones que en parte vienen contagiadas de ese disco anterior. Decía Manu “Gallego” que hoy se cerraba un círculo en esta etapa del grupo en la que siguen teniendo muy presentes algunas pérdidas personales a las cuales quiso recordar el vocalista antes de empezar su actuación. Dos de esas personas presidirían el escenario con sus imágenes, especialmente destacada la del legendario y querido Pulpo como telón de fondo. También tuvo sus palabras de agradecimiento para otros que simplemente han formado parte de la banda y hoy vivían el concierto desde abajo.


Hace ya más de dos décadas tuve la oportunidad de descubrir a una de las bandas más gamberras que pudiera imaginar. Puedo decir que guardo un recuerdo imborrable de calurosos retozos en el porc and roll de una repleta sala Edaska de Barakaldo, sala que no tardaría en quedársele pequeña al grupo para convertir el Antzoki en un templo habitual de sus orgías rockeras. Siempre me gustó referirme así a los conciertos de la banda, porque me parece que refleja fielmente lo que es un concierto de Porco Bravo, aunque haya desaparecido ya su típica pregunta de ¿estáis cachondos? Recuerdo un concierto en fiestas de Barakaldo con Pulpo acabando en pelotas sobre el escenario y Manu jugándosela como solía hacer, hasta el punto de no saber si disfrutar de su locura o si temer por su integridad.


El tiempo pasa y uno acumula experiencia para bien y para mal. Por desgracia la vida da golpes que hacen madurar a la fuerza y de un tiempo esta parte Porco Bravo ha sentido en sus carnes ese paso de la vida con sus alegrías y sinsabores, tanto en el seno de la banda como en el entorno más cercano. Eso ha dado como resultado dos últimos discos mucho más reflexivos y menos salvajes de lo que podían ser sus primeros trabajos. A su vez la banda ha cogido unas tablas en directo que les hace sonar como cualquier banda internacional que se precie en este estilo. Ya no necesitan de la parafernalia de antaño. Ni la cabeza de jabalí (de goma o de escayola), ni bengala, ni un periódico ardiendo en el pecho de Manu.


Sin embargo, nada de eso es lo que hace grande a un impresionante grupo de rock que llenó el Kafe Antzokia como en las grandes ocasiones para dejar plena satisfacción en un público entregado a la música y a la actitud de un grupo que incluso con un halo melancólico sigue siendo una bestia imposible de domar.


Formaron parte de la fiesta los leoneses Treshumantes. Un trío de punk rock que nos presentó su primera obra “Mojo”, con el que revitalizan ese rock de calle de toda la vida. Banda directa y de directo, como bien reflejan temas como “Mientete”, “S.O.S” o “Acerebral”, todas ellas integrantes de ese disco de debut que hoy tenían en el merchan.


No quisieron pasar por Bilbao como un mero convidado de piedra, pero también mostraron un tremendo respeto por el grupo que les sucedería en el escenario. Hasta el punto de que el guitarra y voz, Fer, mostró un tatuaje de Pulpo incrustado a la altura de su hígado. Donde a el le gustaba, soltó tras levantarse la camiseta para mostrárnoslo. Así que como un acto entre colegas resultó de lo mas natural la colaboración en “Respuetas” de Kapi en la guitarra, que lucía por su parte una camiseta con el lema a la espalda de los también leoneses Catalina Grande Piñón Pequeño lo mejor de Madrid es cuando vuelvo pa´Leon.


La banda no se amilanó ante una oportunidad que les mostró ante un buen número de público visiblemente agradado ante sus canciones, aunque como bien dirían ellos, había que tocar alguna que nos conociéramos todos, y para ello eligieron la versión de “Cuenca Minera” de Siniestro Total antes de despedirse con “Souvenir”, llevándose los aplausos del Kafe Antzokia como más que merecido premio.


Tras la emocionada presentación de Manu, que apareció en solitario unos segundos antes que el resto de Porco Bravo de una manera muy intima y sosegada, se desató la tormenta con un concierto trepidante que no dio respiro. Hay quien piensa que los últimos discos pueden ser demasiado melancólicos en la trayectoria de una banda acostumbrada a la diversión. No es algo falso, pero estos temas encajaron de la misma manera potente y electrizante en el repertorio que cualquiera de sus clásicos.


“Contigo” fue una bienvenida que de hecho resultó explosiva con Manu ya saltando sobre el micro desde la batería, y no dejarían de añadir dinamita a la descarga con un primer clásico como “Lasciva” que puso patas arriba la sala a las primeras de cambio. Con el público coreando cada tema la banda solo se embravecía más con cabalgadas como la de “Mírame” o “Al Despertar”. El grupo sonaba compacto y con pleno entendimiento, con un gran trabajo de coros de cada uno de los componentes de la banda y con una puesta en escena que no necesita más que de cada gota de sudor que caía por el rostro de los músicos para convencer y arrastrar consigo a cada asistente a la descarga, recibido esta vez con un tímido buenas noches Barakaldo. Supongo que el hecho de haber ganado adeptos ya en muchos lugares les hace ser un tanto más precavidos con esos orígenes que han expuesto siempre en cualquier lugar. Los colores de la camiseta que lucía Gelo son los que son.


Pero el despiadado arranque de actuación no quedaba ahí, y la banda aun arremetía con “Corre” y “Dios”. Y si había atisbo de relajación Manu la hacía desparecer mezclándose con la concurrencia provocando algaradas que provocaban seísmos en la masa o saltando desde las alturas sobre el público, como hizo en “Nunca Pasa Nada”.


Me sorprendió lo bien que resultó en directo “De Cristal”, con una carga sentimental muy particular. El explosivo “Se Quema” funciona por sí solo en directo, mientras que “En El Mismo Sitio” volvió a verter sobre nosotros esa entrañable esencia de los temas del disco al que ha dado título. Las penurias que pasó el vocalista con el mico, ya que al parecer no se escuchaba bien por monitores, no fueron obstáculo para que disfrutáramos de la banda en plenitud. Sí que es verdad que que él se resintió en la segunda parte del concierto por haber forzado más de la cuenta debido a esas dificultades. Pero lo cierto es que fuera se le escuchaba perfectamente.


El grupo siguió dando fuelle con “Quiero Creer”, “Me Declaro Culpable” o “Solamente Por Hoy”. Esto daba paso al emotivo “Brindaremos Juntos” en el que Manu sacó una bandera con la imagen de Pulpo y la colocó delante del micro extendida de tal manera que la boca del fallecido guitarrista quedara a la altura del micro y simulando como si fuera el propio Pulpo el que cantara. Y literalmente acabó habiendo brindis con los presentes. Tras ese tema que ya es un clásico mas del grupo llegaba el lujurioso “Motel”, en el que el vocalista dentro de su show particular se colocó unas pinzas en los pezones.


Llegábamos a un momento álgido cuando el grito de guerra de la piara se escuchó por parte de Manu respondiendo a los asistentes con ese característico “Groooo!!”. Fue la entrada para “El Cazador”, tras el cual “Tic Tac” no daría tregua y ya sería un brutal remate el bestial “Lemmy” con reparto de whisky incluido para todo aquel que acercara el hocico.


Las buenas migas con Moticiclón dejaron buenos recuerdos en directo y hace nos años editaron aquel EP compartido bajo el título de “Porcociclón”. Y los de Barakaldo han registrado para su nuevo disco la versión de “Compadre” de los de Vallecas. “No Se” nos metía en una recta final adrenalínica con “Puto Amor” y un “Somos” que funde perfectamente esa conexión del grupo con el público, previo al gran cierre de “Eléctrica Actitud”, con Manu surfeando sobre las olas creadas por el personal, que a su petición lo sacó de la sala para volver con una caja de pizza en la mano.


Los rostros de fascinación cuando la banda se despedía sin fecha de regreso serían el mejor resumen de lo que acabábamos de vivir. A vivir y a disfrutar, recomendaba Manu, porque nunca se sabe lo que puede pasar en este trayecto llamado vida, ni cuándo nos volveremos encontrar. Hasta la fecha ha sido una suerte coincidir en el mismo sitio y tiempo con varios conciertos de Porco Bravo. Toda una experiencia vital.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)