CRÓNICA: GRAPESHOT

GRAPESHOT

Viernes 2 de septiembre de 2022 – Bar Ardo Ona – Vitoria-Gasteiz

Se ha tenido que hacer de rogar por la atípica situación de los últimos tiempos, pero de nuevo tenemos en la carretera a uno de los grupos más interesantes del actual panorama del rock y el metal. Y digo bien rock y metal porque Grapeshot tanto podrán gustar a seguidores del metal extremos como del southern rock, con todo lo que pueda caber entre medias. Señas de identidad que se han venido remarcando en cada uno de sus trabajos discográficos editados hasta la fecha. Y ya van tres.

En este fin de semana con dos citas en Euskadi recalaba el viernes en el Ardo Ona de la capital alavesa. Un bar que acogió a los madrileños con los brazos abiertos. Con entrada gratuita, allí se congregó gente que ya conocía a la banda, pero también curiosos que tomaron buena nota del nivel de calidad del grupo. Es un grupo que siempre te sorprenderá si no lo conoces, aunque tal vez la originalidad sea un arma de doble filo que aun no les ha permitido despuntar al nivel que merecerían.

Para muestra actuaciones como la de esta noche a la que le sacaron en apenas una hora todo el jugo posible con Esteban Muñoz de nuevo mostrando un pie de micro de lo más llamativo. Ha pasado ya de contar con simples latas de cerveza a contar con un surtidor que incluso servía cerveza de verdad. No se fue sin demostrar que el invento funcionaba, incluso después de haber acabado desmontándose, como por otro lado suele ocurrir, al menos cuando yo les veo.

Es el precio a pagar por semejante macarreria sonora. Porque estos tipos tienen ese condimento del rock más aguerrido, al que si le añades la contundencia metalera acaba pasando por encima de todos nosotros sin remisión. No fue esta una excepción.

Y no se andan con chiquitas ya que tienen ante todo temas tan explosivos como “Morning Rally”, con el que empezaron a presentar su más reciente obra “Suckcess”. Alternarían temas de ese nuevo disco con temas del anterior “All About To End”, como el siguiente “Naked Emperor”, aunque si hubieran tirado también de alguno de su debut “The Scene” perfectamente hubiera mantenido el nivel de la descarga. Si bien creo que han ido creciendo en cada disco, desde el principio dejaban claro el camino recto a seguir.

Con temazos donde Esteban hace gala de esa capacidad de alternar gruesas voces rotas con limpias como “Out Of My Hands” quedaba claro que pueden derribar lo que se ponga a su paso. Y hablando de destrucción “Parasites” fue presentado con un toque de atención para esa débil humanidad que se cree capaz de acabar con el mundo. Como bien dijo el vocalista, se acabará la humanidad, pero seguramente el mundo seguirá aquí, probablemente más feliz sin parásitos.

Pero sin perder de cara el mundo en el que vivimos aquello no dejaba de ser una fiesta, así que hubo tiempo para felicitarle el cumpleaños al guitarrista Jose A. Poveda, mientras que “Hamster Wheel” y “Cold Hustler” marcaban un ecuador del concierto sin tregua hasta un “Right On” más sureño que serviría para coger algo de aire,  seguido de “Walk In Sand”. Tras acabar el pie de micro en el suelo partido en dos llegaría el festivo “Calumet”, dando paso a un “We´ll Return” que vaticinaba el final. Tras conseguir que el público cantara junto a la banda el estribillo de “All In” Grapeshot anunciaba retirada, pero solo seria para recibir el clamor popular del que pedía su vuelta.

Esto aumentó aun más la temperatura de una noche en la que sudamos como poyos. Y es que aunque refrescaba en la calle a esta hora, el calor de este verano sigue a buen cobijo detrás de cada pared. Lo sufrió la banda y especialmente Marcos de la Calle empapado en sudor tras una soberbia actuación tras la batería al que le exigieron que diera el do de pecho en el desatadamente cafre “A Hostias”. Si bien ya para entonces habían repartido de lo lindo entre una concurrencia que aceptaba con el mejor grado cada golpe. También el de gracia para dejarnos noqueados ante una actuación incontestable.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)