CRÓNICA: G 3 – SENTINEL
G 3 – SENTINEL
IÑIGO DÍAZ DE LA CAMPA (Ready Aim Fire) + ANGEL ARELLANO (Arellano Band) + OSCAR BLANCO (Los Cojones)
30 – 04 – 14
Erandio (Sentinel)
El Sentinel Rock Club lleva ya unos años reivindicando la dignidad de nuestros músicos, lo que implica coger un instrumento e intentar hacer algo artístico que luego puede ser admirado y disfrutado por los demás. En ese sentido, este evento registrado en el local ubicado en Erandio volvió a ser un paso más en esa concienzuda lucha, sacándose de la manga y montando un G3 que, evidentemente no puede emular lo que supone la oficial reunión de guitarristas bajo esta denominación, pero que plasmó en una noche la buena calidad de guitarristas que tenemos en Bizkaia, o más bien podría hablar de músicos y bandas en general. En cualquier caso, esta era la noche de las guitarras, que veríamos brillar en manos de Iñigo Díaz de la Campa, Angel Arellano y Oscar Blanco, tres guitarristas de diferentes estilos y generaciones que darían variedad a la propuesta.
El primero en aparecer en escena fue Oscar Blanco con su actual banda, Los Cojones. Estos se marcaron cinco temas integrantes de su nueva obra “De Cabeza Al Infierno” que les trae con una apretada agenda de conciertos de los que están saliendo muy contentos músicos y público. El mítico grupo vizcaíno disfruta de lo que hace, primera condición que debería ponerse cualquiera que sube a un escenario, ya que eso se transite al que tienes delante y contagia energía, ganas y muy buen rollo para disfrutar de unas canciones tan sencillas como bien construidas, directas y a la vez de impecable factura. Sus actuales temas vienen precisamente muy marcados por el estilo de Oscar, que les da una velocidad, una contundencia y un filo muy personales. En comparación a sus compañeros de noche este tiene un toque más moderno que la da mucha vida a temas como “De Cabeza Al Infierno”, “Como Un Salvaje” o “Te Digo Adiós”, donde demuestra que también sabe desenvolverse en partes más melódicas con soltura.
Cada grupo contaba con espacio para una corta actuación que, sin embargo, dio bastante de sí y, por supuesto, mostraba las cualidades del hacha que teníamos encima del escenario. Uno de los más legendarios guitarristas de nuestra escena vizcaína es, sin duda, Ángel Arellano. Su falta de reconocimiento fuera de aquí solo se explica debido a la coyuntura que le ha tocado vivir en la música y que en los años 80 y 90 estaba mucho mas difícil sacar discos que ahora, porque no me cabe duda de que en la actualidad con 20 años menos Ángel podría haber expandido mucho más su música. La falta de oportunidades hace que los amantes de la música nos podamos perder a gente con mucho talento y, pese a que nosotros le hemos podido conocer dada la cercanía, a gran nivel muchos no sabrán quien es un músico que debería ser tomado como referente de la guitarra en Bizkaia, procedente de una época en la que era mucho más complicado llegar al nivel que hoy exhiben algunos jóvenes músicos.
Apareció en escena junto a su banda destacando la presencia de Ruben Miranda de Inner Destiny a la voz. Incluso han compuesto un tema que presentaron esta noche, con lo que es posible que puedan hacer algo más juntos este genial y joven cantante y el experimentado guitarrista. Bien es cierto que en este estilo menos power Ruben debe trabajar un poco más, porque está claro que cuando aumenta la velocidad, como en la versión de “Maniac” se le ve más cómodo. Otra versión que realizaron fue el “Ain´t Talkin´ About Lovve” de Van Halen, completando el set list con un par de temas instrumentales del propio Angel, como el final “Paganini”, título que tampoco debe hacer ver en él un guitarrista excesivamente neoclásico, ya que sus influencias son mucho más hard rockeras, con una parte importante de blues.
Porque para dar rienda suelta a ese estilo neoclásico teníamos a Iñigo Díaz de la Campa. A estas alturas ya no sé si decir que Fender Stratocaster es una marca de guitarras a secas o si habría que añadirle ya el nombre de Yngwie Malmsteen. Lo cierto es que si tienes ante ti una de estas, para más señas de color blanco, el guitarrista sueco es el que parece que vas a encontrarte detrás. De hecho, de esa fuente bebe muchísimo Iñigo, que en la primera parte instrumental de su actuación dejó no pocos guiños al gigante de la guitarra. Virtuosismo que expone este chico mientras disfruta de sentirse músico encima del escenario. Admirable lo que hizo con las seis cuerdas el guitarrista de Ready Aim Fire que finalmente contó para la interpretación de un par de temas con el cantante de su grupo. Impresionante la versión de “Rock Bottom” de UFO, dejando claro que para Iñigo, aparte de Yngwie o Blackmore, como no, Michaee Schencker es otro maestro.
Una vez finalizada la actuación de cada banda se daba paso a una pequeña jam con los tres guitarristas en escena junto a la base rítmica de Humano actualmente, Jon Salas al bajo y Edu a la batería. Interpretaron cuatro versiones conocidísimas. La primera el “Cocain” de Eric Clapton con Koldo de Devil Vow a la voz, para dar paso a Adrian de Etorkizun Beltza en esta faceta, que se marcó el “All Your Love” de Gary Moore y el “All Along The Watchtower” de Hendrix, con espacio para que cada uno de los guitarristas se explayara en duelos de solos donde me guardo mi veredicto sobre quién pudo ganar la batalla. Lo importante es que su intercambio de golpes lo disfrutamos todos. Dando por finalizada la noche de la manera más festiva con un “Crazy Nights” en el que se subieron a al escenario todos los vocalistas para acabar la noche a lo grande en comunión con un público al que se le pedía responder ante el estribillo del tema de Kiss. Puntazo para despedirnos de una velada en la que pudimos admirar la calidad de nuestros músicos, con la referencia de lo que no deja de ser un momento de diversión y de unión de la gente que integramos desde diferentes posiciones una escena que sigue reclamando atención ante lo mucho que puede ofrecer.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamirdanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@hotmail.com)
