CRÍTICA: THE BREW – CONTROL
THE BREW
(Control)
9’5/10
La carrera de The Brew ha sido meteórica. Desde 2006 no han dejado de editar material en forma de nuevos temas y directos que demuestran su calidad en ese hábitat natural de la música, donde ellos vienen demostrando ser unos colosos en sucesivas giras que les han hecho no parar. Ahora presentan un nuevo disco de estudio de título “Control”. Un álbum que precisamente suena a absoluto directo, solo que registrado en Vale Studios de Worcestershire (Reino Unido), bajo la producción de Toby Jepson, productor también de The Answer y ex vocalista de Little Angles o Gun. El resultado no puede ser más atronador, arrasador, abrumador… pónganle cuantos calificativos quiera.
The Brew han dado una nueva lección de hard rock potente, sacado de las mismas entrañas de un sentimiento que se transforma en música. Tan seguros están de su poder que se han basado en las teclas de un aparato de música para crear el concepto del álbum y la imagen del libreto. De algo tan simple crean esta inmensidad.
El carácter clásico se deja notar desde la portada. Sencilla, pero recordando a aquellos álbumes donde el nombre del grupo no aparecía a todo color ocupando gran parte de la caratula, algo comercialmente requerido de manera habitual a partir de los 80. Tendrás que mirar en el reverso para ver la denominación de los británicos. Y haciendo un juego con el título del disco, el “Control” de todas las teclas que facturan buena música está en las mejores manos. Auténtico dominio de la situación de una banda que se presenta imponente.
No hay desperdicio en ningún instante de estos 10 temas que comienzan con ritmo trepidante y esencia muy setentera con “Reapeat”. Un tema muy directo, con estribillo sencillo. El riff de guitarra nos aplasta en “Eject”. Parece mentira que un trío pueda sonar así de demoledor. Si es que incluso para los heavies puede tener esta dureza un interés importante. El solo de guitarras se hace llamativo. No deja de haber este tipo de destellos que añaden más aliciente a cada uno de los cortes.
Si hablamos de riffs, los de “Mute” podrían ser impartidos en la escuela. La raíz de Led Zeppelin se une a la de unos Black Sabbath en momentos como este. “Pause” nos pasa a una esencia casi más de los 60, más sutil, pero plena de intensidad. Y la banda no deja de ofrecer más a lo mucho que derrama en cada uno de los temas con unas guitarras que echan chispas en su distorsión, con una base solida y siempre con la libertad de imaginar algo nuevo. Así por ejemplo “Shuffle” cuenta con dos partes diferenciadas. A la delicadez inicial se le añade mucha mayor fuerza en la segunda mitad.
No dejamos de tener pegada arrasadora en “Fast Forward”, mientras que “Skip” es un tema que ofrece un recorrido entrecortado en el que tenemos desde la crudeza guitarrera habitual, pasando por un accesible estribillo, hasta una pausa donde la base rítmica se queda en solitario con la voz. “Stop” es un tema relajado que deja paso a un “Play” que rezuma rock de pura cepa. La obra termina con “Rewind”, con tono reflexivo en memoria de Ron Smith, pero acorde a una calidad inherente a cada milésima de segundo de música de este álbum.
Toda una clase magistral de rock and roll de quienes ya no necesitan mirar el manual para ofrecer semejante resultado emanado de su propio talento, creatividad y fe en lo que hacen. Autenticidad es la palabra. Espero que ello sumado al incansable trabajo de los últimos años, la calidad de sus obras y la efectividad de sus directos les brinde el unánime reconocimiento merecido.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACION ADICIONAL:
Sello: Jazzhaus Records (www.jazzhausrecords.com)
