CRÍTICA: INDOMABLES – MI SOMBRA, LA MUERTE Y TRECE AÑOS DE MALA SUERTE

 

INDOMABLES

(Mi Sombra, La Muerte Y Trece Años De Mala Suerte)

8/10

 

 

 

El estigma de malditas es algo que llevan consigo muchas bandas, tal vez demasiadas en estos jodidos tiempos para la música rock. El caso es que cuando se sabe que unos trabajos tienen calidad suficiente, además del gancho necesario para atraer a un buen número de personas a esta adicción, la mala serte suele venir dada por la falta de promoción en los medios masivos (donde cualquier atisbo de buena música parece vetado) o bien porque se salen de una norma preconcebida que los coloque en un estilo en el que poder mostrarse, como si de productos en serie se tratara, dentro de una camada de bandas con idéntico estilo a etiquetar bajo una mismo sello. Las dos cosas le han pasado a Indomables, que son una banda de rock duro a secas, auténtica como pocas, que tiene una personalidad muy especial. En cualquier caso, precisamente eso es lo que valoro de ellos y supongo que así lo harán sus seguidores.

El momento actual en su carrera marca un punto de inflexión en la banda, con cambios de formación que han amenazado la continuidad de la misma. Es un buen momento, por tanto, para poner un punto y seguido echando la vista atrás a sus cuatro trabajos editados hasta la fecha, con momentos difíciles también tras la edición de su debut, “Material Caliente”, y una estabilidad en la formación durante la edición de “Vamos Allá”, “De Hueso Y Piedra” y “IV” con unos componentes que congeniaban a la perfección, siendo una etapa memorable con Beto a la batería, Hugo al bajo, Asier y Jaime a las guitarras e Iñaki, pieza fundamental y precursor de esta historia desde el inicio, a la voz.

Tras la marcha de Asier para centrarse en Porco Bravo no tardaron demasiado en salir Beto y Hugo, permaneciendo junto a Iñaki única y exclusivamente Jaime. Ahora la banda se reestructura con Juanjo a la batería, Javi al bajo y Pere a la guitarra, prometiendo futuro y mucho más rock para el personal.

Pero lo que tenemos entre manos es exclusivamente un recopilatorio de sus cuatro primeros discos más el bonus track dedicado al Bilbao Basket “Bilbao Encesta” que tan buen rollo ha metido en Miribilla a la afición de los hombres de negro del baloncesto. El resto, no por casualidad, son 13 temas donde no faltan temas de cada una de sus obras. Se me vienen a la mente un montón de temas que no están y que para mí son fundamentales, como por ejemplo “Rock & Roll City”, “Vamos Allá”, “Yo Vivo El Rock” o «Drinking, Smoking, Doping, Fucking», lo que denota la valía de sus trabajos al completo y que este trabajo solo es una muestra que no deja de hacer recomendables cada uno de sus discos editados hasta la fecha.

No faltan clásicos inmortales como el propio “Indomables” o “Bourbon Sin Hielo”, que nunca han dejado de ser claves en sus directos, hasta temas de su última obra hasta la fecha como “Me Pillarán”, pasando por supuesto por el emblemático “Mi Sombra, La Muerte Y Mi Puta Mala Suerte”. Entre medias un puñado de temas para disfrutar sin parar, con la variedad que la banda le ha sabido sacar a su estilo, como demuestra la balada con gran significado “Alas Cortadas”, el blues con sonrisa asegurada “Hay Cosas Que Una Madre Jamás Debe Saber” o el festivo con aire celta “La Fiesta De La Locura”. Canciones que han dejado huella por parte de una banda que ha marcado una época del rock duro cantado en castellano. Al menos para este medio que lees. No me importa lo que digan los medios masivos, para nosotros es así y si has tenido la suerte de conocerles seguro que para ti también. Si, por el contrario, te lo has perdido aquí tienes por dónde empezar a descubrir toda esa trayectoria a la que desde estas líneas queremos brindar un sentido y merecido reconocimiento. Ahora queda mucho más por delante para una banda a la que es difícil tumbar así como así. Sera que son Indomables.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

www.indomables.es