GOVERNORS

(Morphinapolis)

7/10

 

 

 

Ellos mismos dicen que han intentado lograr una mezcla de sus anteriores trabajos. Captar la fuerza de su segundo “Frenetikodrome” y la melodía de su tercero “Collage”. El resultado es un cuarto disco de Governors con una raíz muy rockera y con una pegada muy metalera, con un componente sucio en su actitud, pero con una desenvoltura melódica y más limpia en los estribillos. Puestos a lograr ambigüedad, la banda es capaz de captar la esencia más clásica del rock y filtrarla por sintetizadores que modernizan un estilo acabando siendo netamente personal. Podemos hablar de un sonido Governors envolviendo cada una de las piezas de este trabajo.

El disco entra con mucha frescura con temas muy directos y enérgicos desde que iniciamos con “Paradisu Bailara”. La pega que le veo es que los primeros cinco cortes se hacen muy similares. Si bien la banda tira de matices diferentes con arreglos y adornos que dotan a los temas de cierta distinción, estructuralmente se me acaban haciendo muy parecidos entre sí. Pese a ello, no le pongo reparo a la conexión que provocan estos temas de estribillos arrolladores que podrían resultar del todo asequibles para un gran número de público. De hecho, por separado son temas destacados, quedándome con “Harresia” como una de las piezas centrales.

Los de Arrasate vienen dispuestos a dar una buena sacudida a los cimientos mentales de una sociedad bastante trastocada y falseada ante nuestros ojos, con lo que conviene prestar atención a los textos. En este sentido, me quedo con “Garai Berri Hori”. Y es que parece que no terminamos de romper con el pasado y llegar a la profetizada y soñada nueva era, con un cambio en sentido positivo. Dentro de esa embestida al sistema actual encontramos en la música de Governors el optimismo suficiente. Son temas que recargan las pilas de cualquiera. En la segunda mitad encontramos algunos virajes más, como el inicio más reposado del anterior, la onda más edulcorada de “Uneak”, el detalle de la voz femenina de Miren (Napoka Iria) en “Hienaren Irribarrea”… Podemos decir que hay una segunda parte del disco más dinámica. Lo que se mantiene a lo largo de todo el disco es la intención de inyectarte algo que contrarreste esa morfina que adormece a una sociedad indiferente ante su propia destrucción. Transmitir eso bajo un sonido propio es un gran logro de “Morphinapolis”.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Baga-Biga (www.baga-biga.com)