CRÍTICA: GÁTACA

GÁTACA

(Vol. 01)

7´5/10

Puede ser porque el idioma nos separa, o tal vez porque es complicado llegar a todo lo que se edita en este mundo, pero lo cierto es que me he sorprendido al comprobar que este ya es el tercer trabajo de los valencianos Gátaca, ya que la calidad expuesta bajo su personal estilo debería haberles hecho mucho más conocidos, independientemente de que utilice su idioma de procedencia para cantar estas canciones. La banda lleva más de diez años en la brecha y cuenta con dos discos previos como fueron “El Show De La Foscor” en 2005 y “Deliris” en 2009. Cierto que su estilo a partir de mediados de la primera década de siglo cayó en popularidad. Y es que al denominado Nu-metal es a lo que le pegan estos chicos. Ahora bien, considero que lo hacen con un nivel importante, con imaginación y con nuevos alicientes para los que hayan disfrutado con las bandas propias de este estilo.

Una característica es la afinación de guitarra grave buscando un sonido corrosivo, algo que consiguen en todos estos temas que encuentran un ambiente propio de las historias de terror que en este caso de forma conceptual narran los temas de “Vol. 01”: Esas guitarras nos arrastran por el infierno en “De L´infern”, se recrudecen si cabe en “Pandemia”, con un pequeño deje rap en la forma de cantar en el principio del tema, o se entremezclan con cambiantes ritmos adictivos en el caso de “Paraula”, acertado single que engancha rápidamente y cuyo videoclip recomiendo.

Los sintetizadores ambientan el medio tiempo “Sota Terra”, con unas melodías de voz más accesibles. La banda tira de scratches en algunos momentos, siempre sintetizando temas como “El Codi De Harry”, pero siempre con la esencia de riffs de guitarra metaleros que hacen su propuesta apetecible para cualquier seguidor del metal en general, dejando de lado absurdas separaciones estilísticas. Además Gátaca demuestran tener un estilo tan propio como para llevar la versión de The Stooges de “I Wanna Be Your Dog” a un terreno totalmente distinto del original, totalmente intrincado en el conjunto de esta obra que se hace corta. El cuerpo pide más tras poco más de 20 minutos de disco. Eso se debe al buen sabor dejado por la banda, a la que el hecho de no reinventar nada y el cantar en catalán no le tiene por qué cerrar puertas. Hay que escuchar lo que transmite esta obra y valorar el sonido conseguido bajo unas señas poco habituales. Y, por supuesto, unos temas que llegan.

ANTONIO REFOYO (antonio@hotmail.com)

INFORMACION ADICIONAL:

Sello: PiCap (www.picap.cat)