CRÍTICA: FLYING COLORS – FLYING COLORS

FLYING COLORS

(Flying Colors)

8/10

Supergrupo formado por una elite musical en la que encontramos los nombres de Steve Morse (Deep Purple), Dave Larue (Joe Satriani), Casey McPherson, Mike Portnoy (Dream Theater, Transatlantic) y Neil Morse (Spock´s Beard, Transtlantic). Tan solo pongo los nombres de los grupos más relevantes de las bandas donde han estado, puesto que me podría extender demasiado con la carrera de todos ellos.

Podemos intuir una obra de rock progresivo, como así nos encontramos. Sin embargo, la banda consigue un estilo distinto al que podríamos asimilarle, sobre todo estando figuras de Transantlantic como Morse y Portnoy. No olvidemos que estos han editado directo el pasado año y en concreto Neil Morse también ha estado activo en solitario con disco en estudio y directo. Tal vez por ello han tirado más de las aportaciones de lo que sus compañeros podían ofrecer para hacer de Flying Colors un proyecto refrescante.

Así por ejemplo la guitarra de Steve Morse se erige como una guía fundamental a través de este conglomerado sonoro y la voz de Casey McPherson se ofrece de manera personal en todo momento. Eso sí, la ayuda de coros y segundas voces de Neil Morse es fundamental y deja un trabajo en este aspecto muy inspirado y perfectamente plasmado.

Cuando empezamos a escuchar “Blue Ocean” apreciamos que Flying Colors no han querido tender al progresivo más enrevesado, sino que han querido mantener los pies sobre la tierra en una onda más hard roquera. Tema que suena delicioso, como todo el trabajo, que en seguida nos muestra cambios de cara como en el fuerte “Shoulda Coulda Woulda”, donde el trabajo vocal lleno de matices es alucinante. Contrastan temas tan fuertes como este o el potentísimo y duro “All Falls Down” con otros toques más poperos como los de “The Storm” y “Everything Changes For”. El caso es que en este contraste de tesituras todo lo que escuchamos lleva impreso un talento y una calidad que hacen que Flying Colors no sea solo un supergrupo por los nombres que lo integran sino por el resultado magistral que se refleja en un disco en el que, insisto, pese a la libertad creativa no se han dejado llevar por el virtuosismo improvisado. Lo demuestra que estos 11 temas no pasan de la hora de duración y eso que el último “Infinite Fire” llega a los 12 minutos él solito, único corte de estas características que no desentonaría en un disco de Transatlantic.

Pero en Flying Colors hay más. Creo que hay plasmada una personalidad diferente, aunque podamos reconocer a sus protagonistas. Y fundamentalmente hay una calidad musical que hacen de éste un maravilloso trabajo le pongamos el nombre que le pongamos. No en vano tenemos juntos a unos de los músicos más creativos de la actualidad con una inyección de aire fresco e ideas diferentes que plasmar en un redondo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICONAL:

Sello: Mascot Label Group (www.mascotlabelgroup.com)