CRÍTICA: CENTINELA – EL LAMENTO DEL DIABLO
CENTINELA
(El Lamento Del Diablo)
7´5/10
Es una gran noticia para el heavy metal en la lengua de Cervantes que Centinela tenga nuevo disco en la calle. Los primeros discos de los de Albacete quedan ya algo lejos, encontrando en aquel momento algo del rebufo del resurgimiento de heavy metal tradicional en España, aunque no llegaron a encontrar la fuerza de otras bandas algo mas tempraneras. Sin embargo, Centinela se convirtió en uno de los nombres a tener muy en cuenta en el heavy metal estatal en los primeros pasos del presente siglo. Precisamente para el estilo que practican es un chute de salud el hecho de que sigan en activo y presenten este nuevo disco.
Se nota la madurez del paso de los años, pero no han dejado de ser files a su estilo puro de heavy metal, sabiendo disimular con el tiempo un poco más su escuela Judas Priest, tan clara en sus inicios. “El Lamento Del Diablo” es un disco con un estilo ya muy reconocible para sus seguidores, aunque sabiendo aportar algo de frescura y novedad a lo ya facturado por la banda. Por ejemplo, se meten en una ambientación un tanto oscura, con temas que vienen muy trabajados en sus riffs, con una pegada y una fuerza en ritmos muy acusada, mientras que Cano sigue aportando su rasgado registro, al que con el transcurso de los años le ha ido sacando más matices. Él mismo se ha hecho cargo de la producción del disco en los estudios Volcano de Albacete, contando con la masterización de Alberto Sales en los Estudios Rockettes de Castellón. Precisamente el guitarrista de Templario creo que es una buena baza para dar esta contundencia a la obra.
El disco rezuma heavy metal clásico hasta en la duración, tan solo 35 minutos completados por 8 tema y una intro, pero que dejan una gran sensación tras su escucha. Tras introducirnos en el disco con la intro homónima, abre el disco “La Última Canción”, el tema que más recuerda a los Centinela tradicionales. “Valor” refuerza ese ambiente oscuro que la banda le imprime a la obra, manteniendo ciertas pinceladas Judas aun en cortes como “Me Verás”. “Mi Ruta Secreta” realza la crudeza del espíritu de Centinela, antes de llegar a un corte diferente, realzando los tonos graves pero haciéndose también más melódico, como es el caso de “Arde El Tiempo”. “Tres Diablos” simplemente es otro tema duro, recuperando un tanto la senda previa de la obra, a la que todavía le quedan sorpresas como “Lo Mejor De Mi”, con mayor limpieza de la habitual en la banda. Y la obra se cierra con “La Luz De Este Lugar”, en acústico, resultando un cierre melancólico para el disco.
Hay que reconocer que no tienen la chispa y frescura de sus primeros discos, pero con el tono de madurez adquirido en estos años Centinela se presenta en la actualidad como una banda capaz de remarcar más que nunca su personalidad en la escena metalera nacional, que agradece su presencia y actividad.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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