PINK TONES

12 – 12 – 09

Bilbao (Kafe Antzokia)

PINK TONES

Pienso que lo que estamos viviendo en la actualidad con los grupos de versiones es desmesurado. Hacer un revival de los clásicos parece que se ha convertido en la única vía posible para muchos músicos de continuar con su carrera. Pero no me negareis que en el caso de algunas bandas el mérito es mayor que en otras. Uno de esos grupos difíciles de imitar son Pink Floyd. Hay que estar muy seguro de tus condiciones como músico y como banda para subirte a un escenario a hacer el tipo de canciones que los británicos nos dejaron inmortalizadas. Por eso cuando vi la propuesta para este sábado de ver a Pink Tones me pareció de lo más interesante. Hace un año ya actuaron en la capital vizcaina dejando un grato recuerdo, por lo que el público volvió a asistir en buen número.

PINK TONES
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El escenario se iluminaba tenuemente aún vació con unos focos azules que desde antes de empezar nos introducían ya en el ambiente mágico de Pink Floyd. No se si es algo meditado por la banda, pero hasta en ese pequeño detalle me pareció acertada esta velada. Si alguna duda había de la capacidad de los músicos para emular a los originales, todo queda disipado desde muy pronto. Y es que el sonido fue desde un inicio apabullante, contando además con un juego de luces espectacular. La finura con la que se desenvuelven estos músicos es admirable. Y no se trata de clavar lo que Pink Floyd hacían en estudio, sino de añadir a esa inigualable esencia el otro componente especial que siempre debe de sumar como es vivirlo en directo. Pink Tones lo consiguen.

PINK TONES
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Comenzando con la segunda parte de “Shine On Crazy Diamond” la banda nos introdujo calurosamente en su actuación. Aquí comenzó el ejercicio progresivo de unos músicos de gran altura, que no solo saben tocar, sino que nos meten de lleno en ese aura de temas como “Haze A Zigar”. El escenario explosionó en luz, sobre todo cuando se iluminaba el círculo de focos rojos que se encontraba al fondo del mismo. Si la propuesta musical ya era de lo más deslumbrante de por sí, todo este espectáculo visual contribuía más, al igual que la presencia de dos coristas femeninas que terminaron de dar todo lo que requería este concierto. Según fuimos pasando por temas como “What Do You Want From Me” u “On The Turning Away” para llegar a la primera parte del inicial “Shine On Crazy Diamond”, comenzamos a entender que esto iba para largo, pero el tiempo se estaba pasando muy deprisa.

PINK TONES

La parte central fue dedicada fielmente a “The Dark Side Of The Moon”. Pink Tones quisieron respetar la propiedad de la obra conceptual y tocaron de seguido todos los cortes, haciéndonos vivir momentos sublimes. Yo diría que no se puede llegar más arriba en el éxtasis musical que provocaron temas como “Time”, incluso con los efectos del disco. El respeto con el que plasman estos temas Pink Tones se convierte en devoción. Os aseguro que el espíritu de los verdaderos Pink Floyd estaba allí mismo.

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Esas chicas que en el plano corista estaban haciendo una estupenda labor se desmarcaron para calcar los sentimientos expuestos por Pink Floyd en “The Great Gig In The Sky”, haciendo cada una de ellas una de las partes de esa voz femenina. “Money” fue de los que más movió al público como uno de los clásicos más conocidos de esta noche; y lo que vivimos con la concatenación de “Us And Them”, “Any Colour You Like”, “Brain Damage” y “Eclipse” fue la excelencia musical. No se puede sonar con más fluidez.

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Pasado el momento de “The Dark Side Of The Moon”, llegaba el turno de entrar con el otro grueso de la actuación basado en “The Wall”. Esta vez la banda nos introdujo con “Mother”, aunque dejó de por medio espacio para “Wish You Where Here”, “Echoes” e “In The Flesh” de otros trabajos. El grupo se basó en los dos mencionados álbumes conceptuales, pero también rescataron temas como estos de “Wish You Where Here” y “Animal”. Después de este delicioso impás ya entramos de lleno en ese “Muro” que tan popular hizo Pink Floyd.

PINK TONES
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A estas alturas ya nos habíamos dado cuenta del excelente juego vocal que desarrollaban los componentes de la banda, no solo por la inclusión de las voces femeninas. Cualquiera podía darle su tacto personal a los temas y las alternancias fueron perfectas, llegando a la cuota culminante con “Goodbye Cruel World”, donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de un coro de cinco voces después de que “Another Brick On The Wall” fuera interpretada fraccionada en tres partes a cada cual más agresiva. El espectáculo visual fue en aumento a la par que la intensidad del concierto, con un hinchable gigante en forma de profesor con cara de malo mientras que las chicas vestidas de colegialas se encaraban a él en cada estribillo. Para ello incluso se marcaron un baile delante de sus narices en la parte más fuerte de este himno de la historia del rock. Decir que por medio quedo también el retazo de “The Happiest Days Of Our Lifes”.

PINK TONES
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Cuando llevábamos ya dos horas y media de una actuación que llegó a demostrar la grandeza de la música de Pink Floyd y la de estos músicos capaces de emularles, todavía hubo espacio para devolvernos a la banda al escenario con “Run Like Hell”, esta vez demostrándonos el lado del grupo más desnudo, sin parafernalia añadida, en un tema donde sobresalió el plano solista de la banda. Como músicos un diez se les queda corto a Pink Tones. “Confortably Numb” fue el final del show después de casi tres horas de actuación dignas de los mismísimos Pink Floyd. La banda se llevó una interminable ovación más que merecida. No era para menos cuando como una invocación espiritual Pink Tones hicieron que el alma de los verdaderos Pink Floyd volara sobre nosotros en el Kafe Antzokia de Bilbao.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)