JERRY LEE LEWIS

21 – 07 – 09

Barakaldo (Rock Star Live)

JERRY LEE LEWIS

No daba crédito a lo que veían mis ojos cuando recibimos la confirmación de la actuación de Jerry Lee Lewis en la sala Rock Star Live de Barakaldo. Después de tantos años de historia de Rock & Roll en los que uno considera clásicos a lo grupos que llevan 30 años de carrera, qué podemos decir de la figura que el destino nos iba a dar la oportunidad de ver como si de un milagro se tratara. Para los que somos más jóvenes como algo lleno de polvo en lo más profundo del baúl de los recuerdos (de nuestros padres) se puede presentar la música de quien ya no es solo el padre de la evolucionada música que hoy en día escuchamos. Se trata del abuelo que ha visto generaciones posteriores sin sentirse, tan arrogante como orgulloso y consciente, superado por nadie tras más de 50 años de carrera a sus espaldas.

JERRY LEE LEWIS

Ni tan siquiera sabía que este hombre aún vivía, sí que existió en la historia un loco rockero legendario provocador que ha dado lugar a películas y a un recuerdo imborrable. Esa actitud ha ido pasando genéticamente por muchas de nuestras bandas, sobre todo por las más auténticas y conocedoras de la raíces de todo esto. Tener la oportunidad de encontrarnos esta noche frente a ese escenario era una espacie de sueño que hay que saber valorar, cosa que hizo una concurrencia que abarrotó el recinto expectante como en las ocasiones especiales. 

JERRY LEE LEWIS
JERRY LEE LEWIS

Tras un repaso al rock clásico de la mano de la banda telonera, un sabor aún más genuino adquirió la velada cuando The Killer Band, aún sin Jerry Lee Lewis sobre las tablas, comenzó a destilar rock de la mano de clásicos por todos conocidos como “Wolly Bully”. Cada uno de los miembros se hizo cargo de la voz en uno de los temas de apertura antes de dar paso al protagonista central por el que todos estábamos allí. Desde el fondo del escenario, la figura de un anciano con dificultad para caminar se acercó pasito a pasito hasta su piano. El tiempo, al contrario que en los sueños, en la realidad es imposible de detener y sus secuelas son visibles… unas veces más que otras. A sus 73 años Jerry Lee Lewis tiene el aspecto de alguien que no se ha preocupado demasiado por su salud.

JERRY LEE LEWIS

Sin embargo, ese castigado cuerpo conserva un cerebro que una vez sentado frente al piano hace que lo básico reaccione para sonar como si el tiempo volviera hacia atrás. Los dedos cobran vida sobre las teclas y la voz mantiene ese tono que suena a viejo tocadiscos. Podíamos cerrar los ojos y reconocer la misma persona de los años 50 con un sabor tan latente como entonces. Incluso la lucidez de Jerry es tal que es capaz de lanzar un gesto llamativo a una chica que le hacía una foto entre el público. ¡Vaya con el abuelo! 

JERRY LEE LEWIS
JERRY LEE LEWIS

Clásicos y más clásicos interpretados por quien formara parte del núcleo de aquella época, no una banda de versiones. Algo casi imposible de ver tras tantos años. Allí se descargaron temas como “Down The Line”, “Before The Night Is Over”, “Why You Been Gone So Long” o “Rocking My Life Away”. De repente Jerry Lee Lewis no parece tan viejo y hace disfrutar por igual a gente comprendida en un abanico de edad de lo más amplio. Se nota que muchos esperan el final con ese “Great Balls Of Fire” sin hacerse demasiado de rogar, puesto que a los 40 minutos aproximadamente Jerry Lee Lewis se levanta de su asiento para marcharse otra vez poco a poco por donde vino, dejándonos con su banda haciendo arder el escenario en detrimento de su piano que se mantuvo intacto. Por un momento me lo imaginé tocando con los pies, pero el hombre ya no está para esos trotes. Sí nos dejó momentos inolvidables como éste o como el anterior “Whole Lotta Shakin Going On”, de verdadero rock & roll extraído del manantial más puro.

JERRY LEE LEWIS

No pudo dar más de sí la noche, lo que para alguno pudo saber a poco, pero nos quedamos con la excelencia de lo que vivimos y con lo especial de la cita. Ya me he cruzado con más de uno que hubiera deseado asistir y no pudo, solo por aprovechar tal oportunidad. Pero nadie ha dicho que esta sea la última. Ya podemos creer en todo.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)