CRÓNICA: BLACK STONE CHERRY + MONSTER TRUCK

 

BLACK STONE CHERRY + MONSTER TRUCK

1 – 12 – 18

Bilbao (Santana 27)

 

 

Black Stone Cherry y Monster Truck venían en estado de gracia a esta cita. Aparte de una trayectoria que en pocos años los va haciendo cada vez más notorios en el panorama del rock internacional en los últimos años, tanto “Family Tree”, de los hoy cabezas de cartel, como “True Rockers” de los que hoy harían las veces de teloneros, son dos discos de rock de lo mejor acogidos en los últimos meses. Todo eso, junto a que son de esos grupos fronterizos que gustan por igual a heavies de diferente índole, hard rockeros o simplemente amantes del rock tradicional; repercutió en una excelente entrada y un gran ambiente.

MONSTER TRUCK

Monster Truck tenían para mí y para otra mucha gente tanto aliciente como la banda principal de la noche. Y no nos equivocamos, porque los canadienses de Hamilton, Ontario, hicieron una explosiva actuación, aunque evidentemente con mucho menos tiempo sobre las tablas que sus acompañantes. Pero supo a gloria disfrutar de esa electricidad agresiva y macarra que el cuarteto ejecuta. Un cuarteto donde al trío básico de rock se incorpora un teclado que encaja perfectamente entre esos riffs sucios y contundentes.

MONSTER TRUCK
MONSTER TRUCK

La banda presentó su nueva obra con temas como “True Rockers”, “Evolution”, “Devil Don´t Care” o “Denim Danger”, pero sin olvidarse de su debut “Furiosty” y su segundo “Sittin´ Heavy”, que contaban con piezas tan ideales para los directos como “Why Are You Don´t Rockin?”, gran inicio para un concierto de rock, “Don´t Tell Me How To Live” u “Old Train”. Se acercaron al blues en “For The Sun”, que en principio pensé que podría ser un receso en su enérgica descarga, pero lo cierto es que fue un intenso momento que solo sirvió para que los temas finales “Sweet Mountain River” y un “The Lion” favorito de sus seguidores, resultaran en contraste aún mas atronadores.

MONSTER TRUCK

Una banda de enorme calidad y plena de energía, abarcando desde el rock de alto voltage de AC/DC hasta la oscuridad de Black Sabbath o el blues en evolución hacia el rock setentero más Zeppelin. Combinación que gestionan con un lado salvaje propio que les hace desatarse en directos donde fluyen la adrenalina y el rock & roll.

MONSTER TRUCK

Con Black Stone Cherry me llevé una gratísima sorpresa. No porque no esperara nada bueno, sino porque fue mejor de lo que esperaba. Si a priori en los últimos discos Monster Truck se han convertido para mí en un referente de este estilo a nivel internacional, aun no me habían cautivado al mismo nivel los estadounidenses de Edmonton, Kentucky. Pero esta noche es un punto de inflexión en esa opinión y no sé si esta gira y la edición de “Family Tree” no podrá serlo también en la trayectoria de una banda que puede ver incrementada una popularidad que les debe colocar, si no lo había hecho ya, como una referencia absoluta del rock duro a nivel internacional.

BLACK STONE CHERRY

Las sensaciones del trabajo bien hecho en estudio se incrementan cuando uno se topa con una banda que es pura calidad y energía en directo, brindando en Bilbao prácticamente dos horas de actuación casi impecable donde de los pocos peros que pondría es el alargamiento algo pasado de la versión de “Hoochie Coochie Man” en la parte final del concierto. A mi modo de ver algo innecesario, aunque sí me quedo con el solo de batería previo de John Fred Young, todo un espectáculo a lo largo de toda la descarga. Un batería brutal de los que se llevan muchas miradas. Y es que no para de lanzar baquetas al aire, aunque en muchas ocasiones los malabares le salieran mal, pero sobre todo de pegarle muy fuerte a su instrumento. Hasta tres veces le vi cambiar la caja, supongo que destrozada por su ímpetu.

BLACK STONE CHERRY

En la parte delantera del escenario se ubican el guitarrista Ben Wells, que bajó las escaleras de camerinos enchufadísimo para colgarse la guitarra. Y es que luego en el escenario no paró de correr, de cantar y de arengar al personal, con su compañero Jon Lawhon en el bajo, que no deja de intercambiar el puesto con él para acompañar en esa constante interacción, realizando una gran labor como toda la banda. Y en el centro, como líder de la formación, tenemos a un Chris Robertson mucho más sobrio, pero con una chulería de las que le evitan mayores aspavientos. El cuarteto, con algún acompañamiento puntual de un quinto músico con algunas percusiones, se mostró como un grupo de directo deslumbrante. De los que en apenas unos instantes piensas… ¡pedazo de banda!

BLACK STONE CHERRY
BLACK STONE CHERRY

No solo no defraudarían a un público que respondió a su llamada, sino que saldrían reforzados del envite, convenciendo desde el arranque con “Burnin´”, donde ya comprobamos la perfecta interacción entre los músicos. Dieron mucho ritmo a este arranque con temas como  “Like I Roll”, uno de los momentos más electrizantes de esta descarga.

BLACK STONE CHERRY

Posteriormente irían dejando detalles con la mayor soltura, como el guiño al “Purple Haze” de Hendrix en “Cheaper To Drink Alone”, y ya con el público completamente en el bolsillo, como quedó patente en el arranque de “James Brown”, donde nos hicieron participar.

BLACK STONE CHERRY
BLACK STONE CHERRY

El sutil comienzo de guitarra de “Things My Father Said” impregnó de emoción un tema que de por sí es capaz de hacer asomar una lagrimilla en los ojos a todo aquel con un mínimo de sensibilidad. Habría momentos más contundentes en la descarga, pero probablemente este fue el que triunfó en emoción a lo largo de toda la actuación. Se rompería ese momento intimista con el siguiente más festivo “Ain´t Nobody” cuando Chris Robertson pidió que el personal se separara en dos. Y yo pensé ¿los wall of death no eran en los conciertos de metal extremo? Y es que no se trataba de eso, sino de que algunas chicas encontraran su sitio para bailar en el centro de la sala, para que posteriormente se sumaran el resto de asistentes.

BLACK STONE CHERRY

Todavía quedaban grandes momentos tras el interludio de la mencionada versión de “Hoochie Coochie Man” de Willie Dixon. Pero la banda buscaría el contraste de este impase con un acelerón final con temas como “Lonely Train”, “Blame It On The Boom Boom” o “White Trash Millionaire”, con el que parecía que se iban a despedir, pero añadieron un “Family Tree” que en mi recuerdo perdura como un momento álgido con el que dejar la descarga en lo más alto.

BLACK STONE CHERRY

Se marcharon del escenario, pero no nos iban a dejar así. Regresaron tan solo Chris Robertson y Ben Wells para comenzar con sentimiento acústico “Peace Is Free”, sumándose luego el batería y el bajista para rematar de manera intimista una actuación llevada con maestría de principio a fin, pasando por todo un fluctuar de emociones en una actuación siempre palpitante.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)