CRÓNICA: WARRIOR SOUL + MIDNIGHT ROAD

WARRIOR SOUL + MIDNIGHT ROAD

Domingo 29 de octubre de 2023 – Sala Groove – Portugalete, Bizkaia

Al margen de los nombres de éxito en el mundo del rock hay bandas que pudieron llamar a esas puertas, quedándose por el contrario en un ostracismo que, por otro lado, les da un encanto muy particular para el seguidor más exclusivo que egoístamente puede disfrutar de ver a leyendas a un palmo de sus narices, sin aglomeraciones ni fiebres exacerbadas, pero que valora con pasión al que tiene sobre las tablas. Por desgracia la fiebre sería la que sufría el propio Kory Clarke que aun así decidió no suspender una actuación que a tenor de las circunstancias cabría catalogar de heroica.

Tal vez fuera la suerte o tal vez el peaje de ir por libre sin subirse a ciertos carros como el grunge que pasó al lado de ellos, pero Warrior Soul se quedaron en un limbo estilístico (heavy metal, hard rock, punk, metal alternativo, art rock…) alejados de tendencias concretas, que nunca les reportó el éxito de masas, aunque sí nos dejaron discos de culto en la primera mitad de aquella década. Incluso tocaron en el festival de Donington en aquella época y llegaron a hacer una gira con Metallica, pero el grupo no acabó de alcanzar una gran popularidad.

La falta de éxito parece importarle lo justo a su líder, que a día de hoy sigue siendo  todo un ejemplo de actitud, incluso cuando pinta en bastos, algo demasiado habitual en las bandas con este estigma de malditas. Y hoy no sería una excepción.

Pero no adelantemos acontecimientos, porque hay que destacar en primer lugar a un grupo que sí estuvo en plenitud aprovechando esta oportunidad. Pese a lo injusto que resulta que una banda de este nivel quede recluida en el ámbito más local, Midnight Road se encuentran en un muy buen momento tras al edición de su segundo disco “Ready Fort The Fight”, editado 12 años después de su debut “Thin Lines”.

Su concierto sorprendería a los que no conocían a la banda, no tanto a los que les hemos seguido desde hace ya bastantes años sin perder la esperanza de volverles a ver en acción. Aunque la banda haya caminado por un desierto entre discos, con sensibles cambios de formación, siguen manteniendo el espíritu del clásico hard rock completamente intacto, expuesto en temas como “Ready For The Fight”, con el que comenzaban a presentar su nueva obra, siguiendo con “Dirty Tricks” y el acedeciano “Back In Town”.

“Garden City Nights” abría un espacio para recordar su debut, siguiendo con el medio tiempo “Grains Of Sand” con Jon desenvolviéndose como un gran vocalista, mientras que daba entrada a su compañero en la guitarra Josu Misfits para arrancar “Liveborn”.

Tras “Road Of Death·” y “Lions In the City” se caldearía el ambiente con un “Welcome To The Revolution” que sirvió para que Jon hiciera cantar al personal. Y de nuevo el vocalista sería protagonista junto al guitarrista Josu en “The Seven Men”, con solo de guitarra de rodillas mientras que desde las alturas el cantante le lanzaba un chorro de cerveza que el guitarrista supo engullir mientras que tocaba. Aunque no del todo, porque una parte de esa cerveza acabaría siendo disparada hacia lo alto en el momento de mayor éxtasis.

El remate a una muy buena descarga llegó con “Voodoo Queen”, habiendo hecho gala de un hard rock que, facturado en Bizkaia en pleno siglo XXI, tiene todos los ingredientes de la clásica escuela de los 70 y 80 para conseguir expandirse a cualquier lugar del mundo donde haya un amante de este estilo.

Esta era la última fecha de once peninsulares que tenía esta gira de Warrior Soul y parece que eso pasó factura a Kory Clarke, que desde que empezó a cantar todo un clásico como “Interzone” para abrir dio muestras de una garganta muy cascada. Me consta que llegó tocado a la sala Groove y que se barajó incluso la suspensión, con lo que agradecemos el esfuerzo que hizo para contentar a unos seguidores que, pese a todo, no saldrían defraudados de la sala. Tampoco vamos a negar que en giras pasadas quedó constancia de que ha mostrado un registro cada vez más roto el vocalista y pilar fundamental de Warrior Soul.

Pese a ello los fieles seguidores de la banda disfrutaron del concierto y agradecieron la entrega y el esfuerzo del vocalista, que además contó con una banda básica de rock de tremendo nivel con Sue Gere (Slavedown) en el  bajo, Ivan Tamargo (Smoking Birds) en la batería y Adam J. Arling (The Last Vegas, Urge Overkill) en la guitarra.  Trabajo  impecable el de los tres músicos para defender los potentes temas clásicos y no tan clásicos de la formación americana.

“Downtown” seguía con un concierto guiado, en todo caso, por la actitud inquebrantable del vocalista, que puso todo sobre las tablas, conectando con sus seguidores con esos clásicos de discos de la primera mitad de los 90 como “Last Dacede, Dead Century” del 90, “Drugs, God And The New Republic” de 1991, “Salutations From The Ghetto Nation” o “The Space Age Playboys”  cuyos temas coparon buena parte del repertorio de esta noche.

Aquella época fue donde el grupo fraguó la leyenda que sigue siendo hoy, atestiguándolo con temas que encendieron a su público como “Generation Graveyard” o “Love Destruction” con alguna mirada hacia tiempos más recientes con “Back In The Lash” o la defensa de su más reciente disco editado en 2022 con el homónimo “Out In Bail”, codeándose con clásicos que cantaron con pasión y cierto halo de nostalgia  los fanáticos del grupo, caso “The Drug” o un emotivo “The Losers” muy significativo en la carrera de esta banda a la que se le negó el éxito de algunos de sus contemporáneos. Que Kory nos dedicara a todos los presentes de forma especial este tema refuerza los vínculos de una familia no numerosa pero unida y fiel.

De hecho, no le fallarían a la banda los asistentes, pero la voz de Kory cada vez se notaba más quebrada, esforzándose en temas como el punkarra “Punk & Belligerent”. Tras ello llego “Rotten Soul” y un “Charlie´s Out In Prison”, cantado con mucha garra por el vocalista. Tanto es así que nos sorprendió a todos alzando las manos y despidiéndose. Parece ser que su voz no daba para más y aquello iba a terminar antes de lo previsto, ya que les quedaban 4 temas del repertorio.

Una auténtica pena. Pero, al menos, tras unos momentos de incertidumbre sacó fuerzas de flaqueza para regresar y ofrecer otro clásico de su disco “Drugs, God And The New Republic”, se trató de “Wasteland”. Esfuerzo final del grupo, dejándonos con ganas de más y de verles con Kory en mejores condiciones.

Lo cierto es que si no fueron muchos, los asistentes eran verdaderos fans que pese a las condiciones mermadas agradecieron el esfuerzo y la actitud de un grupo con verdadera alma guerrera para seguir luchando contra una leyenda de grupo maldito de la que hacen gala en noches difíciles como esta, en la que cualquier otro hubiera tirado la toalla.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)