CRÓNICA: W.A.S.P

W.A.S.P

24 – 10 – 15

Bilbao (Santana 27)

Los clásicos no pierden el tirón. Quedó demostrado en una sala Santana 27 con una gran entrada, cercana al lleno, para ver a una de las leyendas del hard rock y heavy metal de Los Angeles. Bilbao no le falló a W.A.S.P. y, una vez finalizado el concierto, también hay que decir que WASP no falló a su público.

La temperatura subió algunos grados de más esta noche gracias a la presencia de los americanos, que brindaron un cálido y entregado concierto. Probablemente de los más entregados que yo les haya visto, y ya van unos cuantos. Nos contentamos con los 14 temas interpretados por el valor que ellos tuvieron y por la calidad con la que fueron ejecutados.

Presentaban nuevo disco de título “Golgotha”, el cual dejó pinceladas de un nivel muy interesante para el presente de una banda que va para 35 años de trayectoria, pero Blackie sabe muy bien que uno de los arranques preferidos por sus seguidores es el clásico “On Your Knees”, y así arrancaron esta noche.

Con esto no tardarían en llevarse consigo al público, pero por si fuera poco el torrencial “Inside The Electric Circus” se encargó del resto, continuado por la versión tan personal de The Who “The Real Me” y uno de los más grandes clásicos “L.O.V.E. Machine”.

Randy Black (Annihilator, Primal Fear) les acompaña en esta gira a la batería, garantía de contundencia para el directo. Blackie Lawless, por su parte derrochó actitud desde el principio, aunque llegarían momentos en los que aún se entregaría mucho más que en este arranque, mientras que sus escoltas Mick Duda al bajo y Doug Blair a la guitarra salieron a escena como suele ser habitual, con la consigna de trasmitir mucha energía.

Llegaba el momento ya de presentar nuevos temas, como “Last Runaway” y comprobar que “Crazy” de su anterior “Babylon” de 2009 puede quedarse en el repertorio, puesto que engancha con el respetable casi como si de un clásico ya se tratara.

“Arena Of Pleasure” fue un punto de inflexión para dedicar un espacio a “The Crimson Idol”. Trabajo que gusta mucho al propio Blackie. Recordemos que en 2007 hicieron gira especial con la íntegra representación de esta obra conceptual y desde entonces en sus directos siguen contando con las imágenes que jalonaban aquellos conciertos, siendo unos momentos muy emotivos. En este caso se enlazó a las imágenes “Miss You”, tema de su nueva referencia que bajo mi punto de vista fue lo mejor de la noche. Un tema dedicado al fallecido hermano de Blackie Lawless que nos hizo respirar una gran emoción, tanto en la forma de cantar del líder de la mítica formación (que conserva un espectacular nivel vocal), como por los tremendos solos de guitarra de Doug Blair. Solo recodarlos hace que se me erice el bello.

“Hellion” volvió a recuperar el lado salvaje de W.A.S.P., antes de otra de las versiones que ellos han hecho tan suyas, como “I Don´t Need No Doctor” (original de Ray Charles) y marcharse por primera vez del escenario con “Golgotha”, homónima de su nueva obra, con la que demuestran que a pesar de la sombra de sus grandes clásicos están en un buen momento de creatividad, con las señas de identidad intactas y aportando algo nuevo a su discografía.

Pero en el regreso del grupo esperábamos clásicos. Antes de incendiar finalmente la sala nos tocó degustar otra de las maravillas de su “The Crimson Idol” como es el impactante “Chainsaw Charlie (Murders In The New Morgue)”, volviendo a hacerse de rogar ante un encendido público que ansiaba vivir aun grandes momentos con esas canciones que uno lleva en mente cuando va a ver un concierto de W.A.S.P.

Blackie vaciló un poco al arrancar “Wild Child” en falso en un par de ocasiones, hasta que finalmente uno de los temas más emblemáticos nos estalló en la cara entre el alborozo generalizado. La banda ya se encontraba completamente suelta y el propio Blackie se veía entregado. De hecho, el último y esperado “I Wanna Be Somebody”, del que en alguna ocasión ha parecido estar algo cansado, fue interpretado con ímpetu, con continuas idas y venidas de un lado al otro del escenario por su parte, disfrutando del calor de un público que no dejó de cantar uno de los estribillos que marcan de por vida. Nos quedamos, eso sí, sin un “Blind In Texas” que hubiera sido un colofón perfecto para la actuación. Sorprende, de hecho, que en esta gira no lo vengan interpretando. Pese a ese pequeño apunte fue una cita a la que podemos celebrar todos los presentes no haber faltado.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)