CRÓNICA: TWO GALLANTS + STEAMING SATELLITES

TWO GALLANTS + STEAMING SATELLITES

01 – 12 – 12

BILBAO (Sala Azkena)

Steaming Satellites fueron los elegidos para iniciar la noche. No había oído ni una sola nota de esta banda y me eran completamente desconocidos, pero si continúan en esto pueden depararnos más de una sorpresa agradable.

STEAMING SATELLITES

Según ellos mismos anunciaron en el concierto, vienen de Austria y a la formación clásica de guitarra (que era también el vocalista), batería y bajo habría que añadirle un “moog” que aporta matices a su música y la convierte en un híbrido inclasificable, vislumbrando dejes pop aquí, algún fragmento stoner allá, mucha estructura propiamente rockera, un poquito de experimental…, pero sobre todo melodía y contundencia.

 Que yo sepa sólo tienen un disco, altamente recomendable para todos aquellos interesados en la música de calidad.

STEAMING SATELLITES

Han pasado cinco años desde que los de San Francisco grabaran su penúltima obra maestra, ese maravilloso “What The Toll Tells”, que debería haber sonado en los oídos de todos el  mundo si este fuese un planeta perfecto. Cinco años en los que Two Gallants nos han privado de nuevas creaciones y conciertos, pensando si sería posible volver a ver a esa banda que nos había dejado a todos con la boca abierta en aquel Azkena Festival del 2007 con sus ritmos de batería imposibles y sus canciones cargadas de intensidad.

Pero la espera ha terminado. Con otro disco imprescindible como este último “The Bloom and The Blight”, Two Gallants han vuelto a la carretera y la gira ha pasado por la sala Azkena de Bilbao para regalarnos el mejor concierto del año para quien esto escribe.

STEAMING SATELLITES

Y es que la magia de sus canciones sólo puede ser medida por el número de escalofríos que te producen los arpegios de Adam Stephens o los increíbles ritmos de batería que surgen de la mente de Tyson Vogel.

 Como si de un solo ser bicéfalo se tratase, la compenetración que han adquirido ha llegado a niveles paranormales: sin mirarse tan siquiera son capaces de tocar con una precisión increíble, sin perderse ni una sola vez en ese maremágnum de difíciles ritmos y tempos extraños.

TWO GALLANTS

 Aún así, la sencillez y fluidez con la que todo transcurre hace que sea completamente natural, y suena real, crudo, fuerte, con alma, como debe sonar, sin elementos extraños que hagan de su música algo artificioso.

 Con quince minutos de retraso (algo lógico si tenemos en cuenta que fueron ellos mismos los que montaron la batería y colocaron la pedalera de la guitarra), aparecieron en el escenario los “dos galanes” para dar comienzo a la actuación con “Winter’s Youth”, dejando claro desde el primer minuto que aquello iba a ser memorable. Un muy buen sonido que se fue ajustando hasta alcanzar la perfección durante las primeras canciones, contribuyeron también a sumergirnos de lleno en el show desde los primero acordes.

TWO GALLANTS

La primera ovación de la noche llegó con una cambiada (pero reconocible) “Steady Rollin’”, que llevó a un sector del público incluso a corear el ritmo arpegiado de la canción. Supongo que después de tantos años tocándola, la canción haya sufrido modificaciones y cambios para hacerla crecer y por eso nos sonaba un poco “rara”, pero es algo que yo veo con buenos ojos mientras la esencia y el espíritu original siga ahí, como es el caso.

 La voz de Adam demostró una versatilidad que ya quisieran para sí muchos cantantes actuales. La fuerza que demuestra en los temas más contundentes (“Halcyon Days”, “Winter’s Youth”) contrasta con la delicadeza “un poco ruda” que demuestra en las canciones más tranquilas, jugando con unas melodías vocales preciosistas y llenas de pasión bien entendida y dirigida (como demostró en una emocionante “My Madonna”).

TWO GALLANTS

Si Adam domina perfectamente la voz y la guitarra (¡y la armónica!), qué podemos decir de su “hermano” Tyson. Si bien en los discos ya deja claro que no se trata de un batería corriente y que el uso que hace de su instrumento podría clasificarse cuanto menos de original, es en directo donde no sales de tu asombro con lo que es capaz de hacer. Una creatividad infinita a la hora de trasladar las canciones al directo completan una técnica perfecta, y que hacen que fijarse solo en el batería sea un espectáculo en sí mismo.

 Las canciones del nuevo disco se fueron intercalando sin desentonar, aunque fueron los temas más conocidos (como un “Las Cruces Jail” que creo que llegó a cantar toda la sala) los que recibieron los mayores aplausos. Parece que mes y medio no ha sido suficiente para que las canciones nuevas tengan el calado necesario en la gente, pero sin duda lo tendrá a la vista de cómo suenan en directo trallazos como “Song of Songs”.

TWO GALLANTS

 Pasada hora y cuarto, se retiraron e hicieron señas al técnico para que cortase el sonido, pero ante la insistencia del público, volvieron a salir para interpretar una de las mejores canciones del nuevo disco, “Ride Away” junto a “Sunday Souvenir”, que fue recibida con entusiasmo.

 Entre el público hubo una persona que pidió que tocaran “Reflections of the Marionette” y Tyson se excusó diciendo que era una canción que no tocaban desde hace mucho tiempo, aunque de reojo miraba a su compañero por si éste cedía, pero se mostró implacable y tendremos que esperar a la próxima para poder oírla en directo…

 De pie, lejos de su batería y haciendo los coros a Adam, se despidieron, dejándonos la sensación de haber vivido un concierto extraordinario, de esos que te hacen recuperar la fe en la música y que te hacen llegar a casa con la sensación de que no hay nada mejor en el mundo que el puñetero ROCK.

Eso sí: no tardéis otros cinco años en grabar algo y volver, por favor… Queremos discos y conciertos de Two Gallants una vez a la semana…

 Texto y fotos: FER