CRÓNICA: SYMPHONY X + MYRATH + MELTED SPACE

SYMPHONY X + MYRATH + MELTED SPACE

26 – 02 – 16

Bilbao (Stage Live)

Teniendo en cuenta las buenas entradas de los grandes nombres últimamente en la capital vizcaína pensé que se repetirán las apreturas para ver a Symphony X actuar en la coqueta Stage Live. No llegaríamos a tal extremo, pero la sala registró una grandísima entrada. Y es que no merecía menos uno de los grupos más talentosos de nuestra música, con años a sus espaldas de impecable factura de metal progresivo, hasta elevarles a uno de los lugares de privilegio entre las preferencias de los seguidores.

Tal vez en otros tiempos hubieran alcanzado un estatus que les hiciera pasar de salas de esta capacidad a mayores recintos, pero como prácticamente para terminar nos diría Russell Allen, somos una pequeña familia. A veces eso hace que el disfrute de noches como esta sea más sano, con un público que verdaderamente sabe lo que va a ver y a disfrutar. Esa es la manera en la cual una banda con la trayectoria de los de Middletown se pudo permitir interpretar íntegramente su nueva obra “Underworld” y salir victoriosa.

Tampoco le quitaré la razón al que como acérrimo seguidor del grupo pidiera más temas del pasado, pero el nivel de calidad de su nuevo disco y de interpretación de la banda en escena fueron completamente valorados por los asistentes, que terminaron maravillados ante la exposición de calidad de Russell Allen, Michael Romeo, Jason Rullo, Michael Pinnella y Michael Lepond. Esto dista mucho de uno de esos conciertos multitudinarios en los que alguno parece que se contenta con haber estado, o con disfrutar de una canción icónica.

Con los americanos vinieron dos interesantes bandas. Los primeros fueron unos completamente descocidos Melted Space, que no contaron con el sonido a su favor. Esta banda de metal progresivo cuenta con cuatro voces, dos masculinas y dos femeninas, que alternan registros agresivos con partes líricas y sinfónicas. Resultaron llamativos, aunque no creo que cuajaran la mejor actuación posible en un espacio muy reducido para su espectáculo y son toda la nitidez sonora posible. En cualquier caso, muy buenos músicos para llevar adelante una propuesta de lo más bizarra que, cuando menos, te saca de cualquier monotonía.

Mucho más ceñidos a las melodías se encuentran Myrath, pero tampoco son de los que se quedan en un más de lo mismo. Los de Túnez han incluido en su música raíces arábigas que enseguida nos traen a la mente a los maestros Orphaned Land, aunque en el caso de Myrath se quedan en unos terrenos algo más accesibles, con grandes estribillos de una manera muy buscada que hacen sus canciones fácilmente memorables por un público que en alguna medida ya les conocía, como pudimos apreciar.

Se decantaron fundamentalmente por presentar su última obra “Legacy”, con temas como el single “Believer”, aunque me causó una sensación aun mayor un “Get Me Freedom Back” lleno de fuerza, con una interpretación muy sentida. Y es que la melodía no va exenta de fuerza en temas como “Storm Of Lies”, o alguno de los recogidos de su anterior obra de 2011 “Wide Shut”. “Nobody´s Lives” y “Merciless Times” trajeron hasta nosotros ciertas reminiscencias del calor el desierto para una noche desapacible, lluviosa y fría. Los de Túnez no desaprovecharon su paso por Bilbao para contentar a sus seguidores y darse a descubrir ante un buen número de público como una banda con posibilidades de asentarse.

La puntualidad se cumplió completamente con las bandas y Symphony X también fueron como un reloj. Salieron a las 21:00, llevándonos por un maravilloso trayecto hasta las 22:30 en una hora y media clavada de actuación en la que despacharon completamente su última obra, “Underworld”. Y vistos los resultados uno entiende la apuesta por este disco. No voy a decir que sea su mejor obra pero sí que tratándose de un obra conceptual brinda un trayecto de emociones musicales que por sí misma pueda dejar satisfecho el espíritu de cualquier buen amante de las emociones. Y es que es un sube y baja de emociones perfectamente reflejado en esta actuación.

Evidentemente, el arranque fue para un arrasador “Nevermore”, continuado por “Underworld·, donde vimos a un Russell Allen en su faceta más contundente y agresiva, con unos músicos que ya empezaban brindar un virtuosismo para paladares exquisito, especialmente un Michael Romeo al cual verle mover las cuerdas de su guitarra es toda una delicia. Resulta incansable tanto en riffs como en solos de guitarra, siendo uno de esos hachas que valen por dos. Además se arropa de un Michael Pinnella que en no dudó en batirse en duelo con él con sus solos de teclado. Despliegue musical digno de los mayores altares.

Aunque el inicio del concierto aun se centraría más en la interpretación precisa de sus nuevos temas, como un “Kiss Of Fire” con el cual ya dieron paso a un momento algo más relajado, pero con un sinfín de sensaciones. “Withou You” se ha convertido en uno de mis temas favoritos de esa nueva obra y más tras disfrutarlo en vivo.

“Charon” daría pie para la escenificación de un Russell Allen muy suelto, con gran presencia escénica y ganando todo el centro del escenario sin dejar de hacer gestos agradecidos por las primera fulas, terminando en este tema a modo de remero con su pie de micro, surcando unas aguas oscuras que nos llevarían a “To Hell And Back”, donde el vocalista se suelta literalmente la melena y se calza un par de caretas demoniacas a modo de pequeña muestra teatral.

Los oes comenzaron a sonar sin que el grupo hubiera aun echado en ningún momento la vista atrás, síntoma de agradecimiento del personal ante lo expuesto por un grupo que tampoco se recreó demasiado en este momento para arrancar “In My Darkest Hour”. Mayor lucimiento tendría un espectacular Michael Romeo haciéndose momentáneamente con el centro del escenario en “Run With The Devil”, a cuyo final (esta vez sí) los oes hicieron que la banda parara unos segundos para recrearse en esto que tanto gusta a los grupos de fuera.

Y llegaba el que para mí fue uno de los puntos más brillantes y emotivos de la descarga, un “Swan Song” donde la interpretación de Russell Allen nos puso un nudo en la garganta. Tras ello se ganó un respiro para dejar a sus pedazo de músicos lucirse en el instrumental “Tye Death Of Balance / Lacrimosa”, que abrió un espacio para los pocos rescates del pasado del grupo.

Nos fuimos al “The Divine Wings Of Tragedy” del 97 con “Out Of The Ashes” y “Sea Of Lies”, tremendamente agradecidos por sus seguidores, que no solo respetaron la interpretación de los nuevos temas, sino que los habían disfrutado completamente. Pero, evidentemente, los más longevos seguidores recibieron como una bendición una mirada al pasado.

Quedaban un par de bises tras el abandono de la banda del escenario por primera vez. Regresaron con “Set The World On FIre (The Lie Of Lies)” tras el cual Rusell Allen, bastante comedido en palabras hasta ese momento, se marcó un discurso de apología del heavy metal en el cual reclamaba la unidad de esta pequeña familia del heavy metal, recordando a las grandes bandas ante la reacción entusiasta de los presentes. Para todas ellas y toda esta cultura que sigue tremendamente viva en la actualidad, gracias a que han seguido surgiendo bandas como ellos, fue dedicado un impresionante “Legend”.

Porque pese a que músicos de los grandes nos van dejando, la leyenda nunca muere. Y Symphony X siguen escribiendo la suya propia en estos momentos con letras de oro.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ