CRÓNICA: METALIUM + HYPNOSIDE + ARIDAY
METALIUM + HYPNOSIDE + ARIDAY
23 – 10 – 10
Miranda De Ebro (Fábrica De Tornillos)
A pesar de la triste noticia de la separación de Metalium, tampoco fue una expectación inusitada la que despertó esta gira de despedida que teníamos el honor de poder vivir en directo en una de sus fechas. Además, si la banda cumple con sus planes, estos conciertos de la gira española serían filmados para la edición de un futuro directo. Tal vez no sea el mejor recuerdo que nos podíamos llevar del grupo, lejos de alcanzar su pretendida gloria. La historia de esta banda surgida con importantes nombres de la escena alemana es la de una banda que no consiguió el objetivo de calar en una época en la que su power metal estaba en lo más alto. Realmente injusto por su calidad, pero la gente pudo ver en ellos el exponente más claro de la saturación del género y lo han pagado caro. Aún así, 8 trabajos para los más fieles metaleros nos han dejado en una década que no transcurrió tan fructífera para su propuesta como en principio la encontraron.
La noche de metal en Miranda no solo contaba con los alemanes. Desde Zaragoza llegaba Ariday para comenzar a amenizar la velada. Una banda con vocalista mexicana muy cernida a los cánones del heavy metal más tradicional. Tanto que lo va a tener complicado para destacar si no consigue ofrecer algo original a su propuesta. No será, en cualquier caso, porque no la desarrollen con pasión. Nos explicaron que venían de una gira por México y que aquí comenzaban su segunda gira para presentarnos su primer trabajo de título “Cruda Realidad”.
La banda derrochó entrega, sobre todo a cargo de Yadira, realmente motivada desde el micro. Se metió en su labor de frontwoman y además de cantar se comunicó con el público, recorrió todo el escenario y animó y arengó a sus propios compañeros. De su repertorio de 7 temas me quedo con “No Me Detendrán” como el que más me gustó, aunque todos rallaron a una altura similar, incluida la balada “Perdóname”, que no podía faltar mediado su concierto. Podemos mencionar otros temas como “Pies Descalzos”, “Quién Me Salvará”, “Ya No Tengo Miedo”, “Ángel Del Olvido” o “Ya No Creo”, exponentes de un heavy metal tradicional con voz femenina que guarda ese regusto clásico tan especial. Pero tendrán que buscar una manera de sorprender más con su siguiente obra o limar al máximo lo que nos presentan si quieren romper de lleno entre la actual parroquia metálica, porque este terreno es bastante reducido. Dado el cariz del grupo principal, tampoco desagradaron para calentar los ánimos a muchos que todavía andaban rondando en la barra y que con solo un ojo puesto en el escenario les bastó.
Los que me parecieron todo un descubrimiento a no olvidar fueron Hypnoside. Esta banda de Barcelona es de lo que más me llama la atención en metal progresivo desde hace mucho tiempo. Una formación que funciona como un power trio con un vocalista solista al frente y que es capaz de hacer maravillas. Instrumentalmente resultaron impecables, y eso que el bajista llevaba con ellos apenas dos semanas. Destacadas unas bases rítmicas atípicas y contundentes y una guitarra que solea y hace riffs casi de forma simultanea. Al frente no podía ir a la zaga un vocalista al que se le vieron unas tablas dignas de cualquier profesional. ¡Y menuda voz! Melódica y con garra, acoplándose con una elegancia y una fuerza impresionante en cada tela de araña que le tendían sus compañeros.
Su actuación fue muy completa, centrándose en la presentación de su trabajo “Carnival Of Souls con temas como “Harvest Of Pain“, “Requiem” o “Love And Hate”; pero también acordándose de su anterior demo, donde demostraron que el grupo ya venía con las ideas claras, y presentándonos algo de su próximo trabajo como fue “Prisioner 666”. Incluso tuvieron tiempo para marcarse una versión particular de “Symphony Of Destruction” de Megadeth, pidiendo colaboración al público. Qué gran faena remataron los catalanes, sin tacha en ejecución, con ideas y con calidad para plasmarlas. Un concierto de los que te hacen ir directo a por el disco nada más terminar si estás abierto a nuevos descubrimientos. No les perderemos la pista.
Tras las palabras de algunos de los jóvenes miembros de la asociación organizadora del concierto, a los cuales aplaudimos a rabiar en La Fábrica de Tornillos y volvemos a hacerlo desde aquí para que sigan con iniciativas como esta, que sabemos el riesgo y el curro que traen; llegaba el momento de ver a Metalium en una de sus descargas de despedida. Algo más de un centenar de personas congregado en la sala me parece escaso para una banda de este potencial, pero seguro que en alguna capital de provincia hubiera sido un panorama peor. Aquí se acercó gente muy acérrima del estilo de bastantes punto cercanos, creando un ambiente más que agradable, aunque no evitara cierta sensación de declive de un grupo que ya no aparecía ante nosotros con aquellos trajes y pies de micro tan vistosos con los que se presentaran hace una década. A tenor de algunas caras seguro que el ánimo también ha sufrido algún trastoque. Y es que no se entiende cómo no han llegado a consolidarse como baza importante.
Especialmente Henning Basse se mostró muy serio toda la noche, quejándose de algunos problemas de sonido de forma constante, pero mostrando una intacta capacidad vocal. Algunos no vamos a perdonar que esta noche no se atreviera con “Steel Avenger”, porque parecía en forma para ello. Lo que el grupo mimó en cada momento fue el trato con sus seguidores, comunicativos entre temas, sobe todo Lars Ratz con su escaso español, que nos sacó alguna que otra carcajada. También fueron constantes los acercamientos de los músicos a las primeras filas para establecer un contacto directo con su gente. Son una banda de heavy metal que sigue representando esa unidad entre el público del estilo, lástima que no fuéramos tantos como el grupo merecía.
El arranque de la actuación fue saliendo a morir con un trallazo como “Fight”, desde el cual comprobamos que el grupo sigue siendo capaz de sonar como un cañón. El martilleante bajo de Lars penetraba con fuerza. Sin embargo, el bajista tuvo que solucionar un problema sobre la marcha en “Break The Spell”, acercándose al primer plano del escenario para mostrarse en cuanto se vio en plenas condiciones. De aquella primera obra que nos dio a conocer a la banda pasábamos a su reciente octavo capítulo con “Crossroad Overload”. No me pareció que estos nuevos temas anden faltos de calidad, mostrando una tendencia hard rockera más melódica que la de sus inicios. Metalium demostró ser más que una banda de un par de trabajos.
El público se mostraba totalmente receptivo y entusiasta y para cuando descargaron “Pain Crowls In The Night” ya pudimos escuchar los primeros gritos de Metalium, Metalium. La banda no ralentizaba el ritmo, ni bajaba los ánimos, con comentarios oportunos, nada pesados y muy agradecidos. Lejos de la divinidad y la parafernalia de las grandes estrellas que soñaron ser, pero naturales y sin tacha en el aspecto musical. Contar con el trío de la formación original formado por Lars Ratz, Henning Basse y Matthias Lange, daba autenticidad a esta despedida. Tampoco es de menospreciar el experimentado Michael Ehre en la batería, también miembro del grupo en una fase bastante temprana y aportando temas. La sorpresa era el bajito mallorquín que acompañaba al grupo en la segunda guitarra. No tengo referencias de él, pero desempeñó una inquebrantable labor dentro de esta maquinaria alemana. Fue una sorpresa cuando Lars nos dijo que tenían un español en la banda, al que dio paso para presentar “Eye Of The Storm” sin los problemas para hacerse entender en el idioma de Cervantes de sus compañeros. Bajo mi punto de vista este fue uno de los más destacados temas, perteneciente a aquel sensacional “State Of Triumph” que tal vez no consagró a la banda como merecía una gran obra digna de continuar un impactante “Millenium Metal”. De hecho, se quedaron temas fuera de esa segunda obra que considero poco menos que imprescindibles.
Sí que se acordaron de la balada de la noche, “Prophecy”, dedicada a las chicas. Pero fundamentalmente hubo “Heavy Metal” (¡¡¡¡if you don´t like it, fuck you!!!!), como indica esa declaración de principios integrante de su última obra “Grounded”. Todavía hubo hueco para presentarla con otro tema con el título de “Lonely”, aunque la banda centró su atención sobre todo en sus tres primeros trabajos, con títulos como “Odin´s Spell” o ese “Rasputin”, con el recibimiento más efusivo de la noche y respondidos con oes a su finalización. Fue el momento que rompió la actuación para interpretarnos seguidamente un emotivo “Stargazer” de Rainbow, dedicado a Ronnie James Dio. La imagen de guitarristas, bajista y cantante en la parte delantera del escenario, tan juntos y con tanta naturalidad, como una banda tocando en un club de amigos sobre unas cajas, representa perfectamente lo que ha supuesto esta infructuosa carrera, en la que el sentimiento por unos valores y un estilo de música siguen intactos para sacar esta pasión ante la memoria de un icono siempre recordado. Así es más fácil tocar la fibra exacta de un imperecedero tema como este. Siempre se les ha dado bien hacer versiones a Metalium. Recuerdo el “Music” de The Beatles, cómo lo acoplaron a su estilo mejor de lo que muchos pudieran suponer ante el estilo tan metalero de los alemanes.
El grupo nos iba preparando para la primera y, normalmente, falsa despedida. Llegó con el tema que da nombre a la banda, haciendo aflorar el sentir de los más longevos seguidores. Tras unos minutos desaparecidos tras el escenario el grupo regresó con una nueva declaración de principios de título “Free Forever”. Me esperaba unos bises algo más largos, porque otra versión, esta vez del “Smoke On The Water” de Deep Purple, no me parecía el mejor cierre a esta historia. Alguien leyó mi mente y gritó el título de “Steel Avenger”, que pegó en su día bastante fuerte entre los metaleros, pero Metalium se marcharía esta vez de verdad, no sin antes permanecer agradeciendo a los seguidores el apoyo durante largo tiempo. Una pena no acordarse del mencionado tema o de “Years Of Darion”, porque podían haber dejado una sensación final más triunfal y deleitar a todos sus fans. Son temas que exigen esfuerzo a las cuerdas de Henning, pero este (al igual que la banda) se mostró en condiciones idóneas para haberlos afrontado y dejarnos con un palmo de narices ante todo un portento de vocalista no reconocido ni respetado a todos los niveles como mereciera. Además, haber terminado con un tema propio en esta gira de adiós hubiera supuesto algo más reivindicativo de la propia capacidad de la banda. Con este clásico de Purple buscaron cerrar una fiesta, pero la sensación fue la de una banda entregada a la evidencia a la cual le agradecemos su paso por aquí para despedirse de nosotros. Puede ser un definitivo final, pero las palabras de Lars con un tímido e interrogante ya veremos para terminar no parece cerrar las puertas del todo. Cuando menos, seguro que estos músicos siguen embarcados en múltiples proyectos Agradecidos con sus fieles y con cierto aire de decepción no solo por una noche, sino por toda una carrera de más sin sabores que gloria, les despedimos. Hasta siempre.
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)