CRÓNICA: MACHINE HEAD + BRING ME THE HORIZON + DEVILDRIVER + DARKEST HOUR

MACHINE HEAD + BRING ME THE HORIZON + DEVILDRIVER + DARKEST HOUR

19 – 11 – 11

Barakaldo (Rockstar Live)

 

La sala Rockstar Live de Barakaldo se quedó pequeña en esta ocasión. Dos semanas antes se anunciaba el agotamiento de todo el papel, lo que a pesar de estos tiempos de crisis no nos pilla por sorpresa en este caso. Muchos son los factores que hacían que esta fuera una de las citas del año para muchos, entre los que me incluyo. Por una parte, Machine Head es un grupo de los grandes, probablemente la última banda verdaderamente influyente en el metal, hasta el momento. Eso conlleva un reconocimiento que con el paso de los años solo engrandece el nombre y la sombra de esos grupos elegidos. Por ello, de hacerse justicia, no me extrañaría que terminemos viendo a Machine Head en grandes recintos en unos años, porque su carrera y su reconocida importancia en el devenir del metal así lo merecen. Pero además de esa inmensa presencia de una banda de peso específico hay que destacar el acompañamiento de tres grupos muy atrayentes que hacían del cartel completo una noche para no perderse a nada que te guste el metal cañero.

DARKEST HOUR
DARKEST HOUR

Así lo entendió un público que en unas tres cuartas partes del aforo ya poblaba la sala para ver a Darkest Hour, los cuales acababan de comenzar a hacer ruido cuando entramos en el recinto. Nada más verles aprecias una banda que llama la atención por su movilidad. Puede que este saturado el panorama de bandas de metalcore o de grupos de death melódico como ellos, pero estos tiene un toque muy especial que se deja apreciar especialmente en una voz estupenda de Jhon Henry: fuerza, agresividad, melodía y pasión excelentemente aunadas. Además se trata de una banda que pese a su larga andadura conserva una frescura sobre las tablas total. Un grupo que se come el escenario literalmente y que transmite una ilusión propia de quien siente que este es su momento. Hay que destacar cómo sonaron y cautivaron temas como “Violent By Nature”, “Convalescence”, “Your Everyday Disater” o “Doomsayer (The Beginning Of The End)”. Un tiempo muy bien aprovechado en las tablas que acarreó los aplausos y el reconocimiento del respetable. Tal vez merecieron más movimiento entre el público, aunque la gente se reservaba para más adelante. Pero Darkest Hour estuvieron excelentes.

DARKEST HOUR
DARKEST HOUR

DevilDriver es una banda ya con el suficiente renombre como para encabezar una gira propia. Dez Fafara es todo un experimentado y carismático frontman que sabe capitanear este barco del todo convincente sobre un escenario. Pensé que se les haría corto el tiempo del que disponían, pero lo aprovecharon a las mil maravillas rescatando no solo temas de su última obra, sino auténticos clásicos que pueden hacer las delicias de cualquier seguidor del grupo. Así ocurrió con “End Of The Line”, pero sobre todo con un impresionante “Head On To Heartache (Let Them Rot)” que rugió de forma especial en la garganta del vocalista y de todo aquel que ha seguido la carrera de esta banda americana que partía como un proyecto del vocalista de Coal Chamber (los cuales han anunciado reunión recientemente), pero que en la actualidad pueden presumir de una carrera propia e independiente de bandas paralelas. A lo largo de esa carrera nos han dejado temas que hacen estremecer cimientos, como en el caso de “I Could Care Less”, himnos como “Clouds Over California”, continuando con un presente marcado por su nueva obra “Beast”, de la cual “You Make Me Sick” y “Dead To Rights” fueron lo puñetazos elegidos para el repertorio. Con ellos la gente comenzó a ensayar los pogos que luego se repetirían más a menudo, aunque no había mucho espacio en una sala cada vez más cercana al aforo completo. Una actuación demoledora que sigue afirmando su condición de maestros en este arte del ruido más rabioso y ensordecedor.

DEVILDRIVER
DEVILDRIVER

Los que para mi eran una sorpresa en el cartel eran Bring Me The Horizon. No me explicaba muy bien cómo un grupo con menos andadura y más desconocido, a priori, que los otros dos teloneros actuaba justo antes de las estrellas auténticas de la noche. Una vez visto lo ofrecido por el grupo en el escenario me ratifico en ello, puesto que no ofrecieron nada que me pareciera espectacular. Más bien me aburrieron con su directo y me recordaron a un sinfín de bandas que han explotado desde hace unos años en esto del metalcore. Lo que no les voy a negar es su entrega, que fue total; su vocalista se recorrió el escenario de forma constante, saltó y provocó con sus incitaciones unos cuantos pogos y la separación del público en dos bandos para chocar en el centro de la manera más salvaje con temas como “Alligator Blood”, “Fuck” o “It Never End”. Lo cierto es que para mi eran unos desconocidos hasta hoy, pero… ¡cómo cantaba el público todos y cada uno de sus temas! Bring Me The Horizon tiene de su lado un numeroso público joven que les mostró un apoyo incondicional, cantando las canciones incluso por encima de la propia banda y haciendo de aquello un concierto que pareciera de una banda principal en el cartel. Un aperitivo del ambientazo que íbamos a vivir con Machine Head.

DEVILDRIVER
DEVILDRIVER

Con la banda de Rob Flynn aquello adquirió el talante de gran evento que hay que adjudicarle a esta fecha con una sala a reventar que les recibió entre un mar de brazos en alto haciendo cuernos mientras que la banda iba apareciendo en escena mientras un par de pantallas a ambos lados del escenario se iban llenando de sangre hasta reflejar el logo de Machine Head. Con un estruendoso público la banda descargó sobre nosotros sin piedad un “I Am Hell” con el que golpearon junto a su público, sobre todo en un estribillo donde se percibió ya que la comunión de esta noche iba a ser perfecta entre los músicos y un público deseoso de disfrutar con nuevos y viejos temas. De momento, nos tocaba alguna muestra más de su último “Unto The Locust”, tras un llameante final con las pantallas repletas de fuego en un solo apoteósico (y solo acabábamos de arrancar) llegaba “Be Still And Know”. Y si el comienzo no había sido suficientemente explosivo, lo que vivimos con un tema ya con unos años a sus espaldas como “Imperium” sería difícil de igualar en lo que quedaba de velada; simplemente impresionante con qué contundencia, calidad, maestría (y absolutamente todos los adjetivos que queráis colocarle) lo descargaron sobre nuestras cabezas. A estas alturas un clásico del tamaño de algunas de sus piezas de los comienzos que no deberían quitar nunca del repertorio.

BRING ME THE HORIZON
BRING ME THE HORIZON

Por supuesto que tienen varios temas que por su repercusión son más sagrados para los fans, caso de un “The Blood, The Sweat, The Tears”, que provocó saltos en la práctica totalidad de la sala. Aquello no bajó el nivel de intensidad en ningún momento, con una banda que provocó detonaciones al alcance de muy pocos con cada uno de sus temas, tanto nuevos, caso de “Locust”, como con clásicos en los que hasta los riffs de guitarra fueron tarareados por un entregado público. Así ocurrió en un formidable “Old”, de los destacados momentos de la descarga, si es que se puede destacar alguno por encima de otro, porque el concierto fue para enmarcar de principio a fin.

BRING ME THE HORIZON
BRING ME THE HORIZON

Claro que no solo se trata de que Machine Head sea un grupo contundente y agresivo, tiene sus puntos de relajación, como en el caso de ese “Darkness Within” con Rob Flynn solo ante su público en el inicio, esgrimiendo una guitarra acústica con la que quiso tener unas palabras de agradecimiento. Así mismo, el guitarra y vocalista de la banda estuvo sensacional en las voces agresivas y en las melódicas, ofreciendo esa profundidad de una banda que dio mucho de sí a 14 temas. Para otros grupos puede ser poco repertorio, pero en el caso de Machine Head, que da muchos matices dentro de la contundencia a estas canciones, fue más que suficiente para saciar a todos sus seguidores, para hacerles disfrutar de pogos salvajes y de la calidad compositiva y musical. El propio Rob se mostró excelente a la guitarra, compartiendo un buen duelo con su compañero Phil Demmel en “Aesthetics Of Hate”. A ello hay que sumar la imponente presencia de Adam Duce en el bajo (una auténtica bestia) y la fuerza y precisión cronometrada de Dave McClain. Una maquinaria perfecta.

MACHINE HEAD

 

MACHINE HEAD
MACHINE HEAD
MACHINE HEAD

Quedaban clásicos para descargar y momentos en los que vibrar cuando la banda apenas mediado el concierto se había hecho con nosotros por todos los flancos. Pese al calor y las apreturas estábamos disfrutando de una brutal descarga, por su fuerza, por el nivel musical y por las excelentes composiciones, en las que años después de su publicación sigues encontrando nuevos alicientes. Por ejemplo, en “Bulldozer”, otro momento destacado de todo un concierto destacado. Tampoco debemos dejar de lado un “Ten Ton Hammer” tras el que la banda abandonó el escenario esperando escuchar a su público pedir más.

MACHINE HEAD
MACHINE HEAD
MACHINE HEAD

El murmullo inicial se tornó en silbidos pidiendo un regreso que se hizo esperar algunos minutos. Sería para interpretar “Halo” de forma memorable y terminar con el infalible “Davidian”, que a día de hoy sigue siendo una muestra muy clara de la originalidad de esta banda, dentro de unos sonidos potentes a los que no les falta suficiente cabeza para encauzar esa fuerza en una dirección inteligente. Por eso tienen fans que los adoran por todo el mundo, por eso son una referencia para muchas bandas, porque tienen ese algo más que los hace grandes. Aunque nunca serán el grupo que entre a la primera, el tiempo les irá reconociendo su relevancia. Conciertos devastadores como el que vimos en la sala Rockstar Live de Barakaldo son testimonio de ello, dejando en los oídos del personal el zumbido con el que sus instrumentos quedan sonando en el escenario una vez terminada su brutal descarga. Reyes de los decibelios, pero también poseedores de una suprema calidad que nos muestra en directo al descubierto, con total acierto, lo que siempre han mostrado en sus discos multiplicado por todas las sensaciones indescriptibles de una descarga en vivo en la que su fortaleza es abismal.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)