CRÓNICA: LUNACY SESSIONS – DVNE + MESSA + CROWNLEDGE
LUNACY SESSIONS
DVNE + MESSA + CROWNLEDGE
Sábado 24 de septiembre de 2022 – Sala Groove – Portugalete, Bizkaia
El sábado aun se levantó más expectación para disfrutar de la segunda jornada de Lunacy Sessions. Reafirmamos, por tanto, que el público sí que responde a propuestas complejas, no aptas para profanos. Y eso que hace cosa de un año Dvne suspendió en esta misma sala, aunque tampoco sé los motivos. Pues hoy los británicos se darían un baño de masas en una sala abarrotada, precedidos de Messa y de Crownledge.
Por lo que pude recabar tras el concierto esta actuación de Crownledge que abría la noche de música en vivo, además de la primera, podría ser la última. Se trata de un proyecto que el vocalista de The Wizards, Ian Mason, puso en marcha mano a mano con el guitarrista de Dead Bronco Alex Atienza. Mi referencia al respecto era su trabajo de estudio enditado en 2020 “Ashes Of The Black Easter”, que realmente no tuvo que ver mucho con los que vimos en este directo en formato de trío mucho menos electrónico y que, al margen de los samplers siempre presentes, con batería, guitarra y bajo abrió la puerta a las sensaciones más lisérgicas, pero con un sonido más orgánico de lo que podíamos esperar.
Algunas canciones contaron con la aportación vocal de Ian Mason. Unos temas ambientales que buscan crear sensaciones de los más sicotrópicas en el oyente. Tanto que en según qué estado alterado de conciencia podrían ayudarte a pasar a otra dimensión. Ya tienen otros grupos para hacer algo más convencional y parece que aquí quieren dejar que vuele su imaginación sin límites, dejando claro que son bestias de escenario en cualquier caso. Seguirles es complicado, pero no queda duda de la calidad y de la actitud que atesoran como músicos absolutamente irreverentes, indomables e imprevisibles.
Los italianos Messa no ofrecieron su mejor versión. Parece ser que su vocalista Sara andaba algo tocada de la voz, algo que en ningún momento puso como reparo para ofrecernos aun así ese delicado registro sobre la densidad de un doom metal muy atmosférico que sembró de un cálido ambiente la estancia, siempre contando con unas luces rojas con sublime estampa de la vocalista luciendo espectral en el centro del escenario. El excelente sonido de la sala les ayudó, con esa nitidez también quedaban a veces a la luz ciertas reservas por parte de la voz.
No sé si el motivo de que en un momento dado la vocalista abandonara las tablas fue debido a sus problemas o estaba en el guión, porque hubo un momento que me dio la sensación de contar con cierta improvisación por parte de los músicos.
Pese a que probablemente no viéramos ni de lejos su mejor versión, no cabe duda de que en este estilo la unión que ofrecen de brutalidad y sensibilidad en estos terrenos pantanosos, con una baza muy importante en la voz les hace acreedores a seguir ganando adeptos. Esperemos verles pronto en perfecta forma.
Con Dvne solo se puede decir que resultó asombroso lo que los británicos expusieron en el escenario. Un grupo aun bastante desconocido con tan solo dos LPs. Al menos yo no le había prestado aun demasiada atención, algo a lo que se le debe ir poniendo remedio después de ver las portentosas demostraciones de brutalidad técnica, sonora y emocional como la que trataré de describir, seguramente sin éxito, en estas líneas. Esto hay que vivirlo.
Solo verles tocar se convierte en un espectáculo en sí mismo, con Greg Armstrong en medio del escenario moviendo las cuerdas de su bajo a una velocidad inalcanzable para el ojo humano, empujados por la batería de Dudley Tait una máquina que estuvo a punto en más de una ocasión de desmontar su instrumento y unos guitarristas que alternan también su faceta vocal como son Victor Vicart y Dan Barter. Hay que ver lo que tocan y lo que expresan con esas combinaciones de voces agresivas y limpias, con el primero haciendo alarde de una dupla espectacular de registros limpios y rasgados, mientras que el segundo es una auténtica bestia con una voz extrema y rota imponente. Con estas señas de identidad los que echen de menos a los Mastodon de hace unos años deberían prestarles atención sin excepción.
En todos los casos el nivel que poseen sobre sus instrumentos solo cabe catalogarlo como bárbaro. Pero es que aparte sus composiciones tienen todo el sentido del mundo No es una mera muestra de técnica, sino que en cada caso todo va empastando para crear canciones laberínticas pero muy redondas donde la banda en conjunto funciona como una máquina de engranaje perfecto.
Presentaron su última referencia “Etemen Ænka” con temas tan espectaculares como “Towers” o “Sì – XIV”, dejando para el final un tema de tanta zapatilla como “Of Blade And Carapece”. Sin embargo, no se producirían los pogos a los que se nos incitaba desde el escenario. Más que nada porque, aunque el tema diera para ello, lo que expone la banda a nivel técnico hace que no quieras perderte nada de lo que estos malabaristas musicales desarrollan.
Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)