JARED JAMES NICHOLS

JARED JAMES NICHOLS

Viernes 29 de marzo de 2024 – Sala Rocket – Bilbao

 

Lo que más caracteriza a Bizkaia en general en Semana Santa no son las procesiones, sino lo vacía que se suele quedar en estas fechas en las que muchos aprovechan para salir del asfalto de la ciudad por unos días. Sea por el mal tiempo, porque los tiempos y las tradiciones van cambiando o simplemente porque ver a este as de la guitarra en fecha exclusiva era suficientemente atractivo, este Viernes Santo varios centenares de personas nos recogimos en la sala Rocket de Bilbao para no faltar a esta cita con el guitarrista norteamericano en esta jornada de descanso para él entre las dos fechas que le traían a Madrid y Barcelona respectivamente acompañando a Mr. Big. Privilegiados nos podemos sentir de poderle tener en exclusiva con un repertorio más completo que haciendo de telonero.

JARED JAMES NICHOLS
JARED JAMES NICHOLS

Porque el guitarrista de Wisconsin desplegó todas sus esencias para nosotros, con tanto desparpajo para vacilar al personal, como para sacar de su Gibson auténtica magia en forma de blues rock. Con la escuela de los viejos bluesman, pero con la fuerza de la juventud que en este estilo a veces va faltando. No es muy normal encontrar gente que con menos de 40 años haya mamado tanta escuela de los viejos rockeros. Como bien quedó claro con la cantidad de guiños que hubo a lo largo del concierto sus raíces llegan a grandes del rock duro de todos los tiempos.

JARED JAMES NICHOLS
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Porque Jared James Nichols primero se dedicó a defender los temas que encontramos ya en discos suyos, como el homónimo “Jared James Nichols” o el anterior “Black Magic”, con temas como “Easy Come, Easy Go” con el que abrió la noche con una sonrisa de oreja a oreja, con la felicidad de quien se encuentra en su salsa cuando se sube a une escenario, y con el calor de un público que pudo vivir de un concierto cercano, como gusta al buen seguidor, en los que puedes prácticamente hablar con el músico, ver cómo maneja las cuerdas de su guitarra, percibir cada gesto de su rostro a la hora de sentir los temas y compartir el sudor en un contacto prácticamente de piel con piel. Porque a aparte de dirigirse directamente a algunos aficionados, no tardaría demasiado en bajar del escenario para tocar su guitarra en medio de la abarrotada sala, rodeado del personal. Y no seria a única vez que lo haría.

JARED JAMES NICHOLS
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Es su forma de entender el rock, prácticamente a pelo, sin púa y sin pedalera y dejando fluir el sentimiento en temas como “Down The Train”, “Skin´n Bone” o “Threw Me To The Wolves”, dejando por el camino un pequeño recital de guiños a enormes referencias como AC/DC, Deep Purple, Rainbow o Black Sabbath con algunos riffs que el público jaleaba en cuanto los reconocía.

JARED JAMES NICHOLS
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Incluso tuvo el detalle en “Good Time Girl” de dejar que un amigo subiera a escena para hacer un pequeño solo de guitarra, recordando que ese chico que se encontraba en la primera fila tuvo a bien dejarle la guitarra en una ocasión en la que viniendo a España le perdieron la suya en el aeropuerto. De bien nacidos es ser agradecido y también ser poseedor del don del talento que expuso en Bilbao aun con más temas propios como “Keep Your Light On Mama” antes de una parte final en la que las versiones tomarían el protagonismo.

JARED JAMES NICHOLS
JARED JAMES NICHOLS

Los guiños a los clásicos pasarían a ser ya un homenaje, algo muy habitual en los músicos de blues. En su caso se iría a los padres de hard rock y el heavy metal con el espectacular riff de “Sunshine Of Your Love” de Cream, que daría paso a “Man On The Box” de Alice In Chains. El abanico de absorción de influencias es amplio por parte de este chico, que luego se marcó un antológico “War Pigs” de Black Sabbath totalmente visceral y en el que el público se volcó coreando el característico riff para disfrute del guitarrista que de nuevo acabaría entre el personal.

JARED JAMES NICHOLS
JARED JAMES NICHOLS

Hubiera sido un gran colofón a la noche, pero Jared James Nichols fue generoso en una noche en la que sería la figura central de la noche, muy bien escoltado por un fantástico bajista y un batería no menos excelente que también tuvieron momentos para lucirse en el plano solista. Un power trio sin edulcorantes, que iba poniendo punto y final con un recuerdo a Mountain con “Mississippi Queen”, reservándose el as propio en la manga de “Nails In The Coffin”, con un pequeño guiño Zeppeliano final. Otra referencia más dentro de las muchas en las que Jared James Nichols deja patente su pasión por los que han hecho gigante y eterno este atemporal estilo de música que ahora fluye por las venas, los dedos y las cuerdas de la guitarra de este crack.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)