CRÓNICA: GUITAR UNIVERSE – MARTY FRIEDMAN + YOSSI SASSI + STEPHAN FORTÉ

GUITAR UNIVERSE

 

MARTY FRIEDMAN + YOSSI SASSI + STEPHAN FORTÉ

17 – 10 – 12

Bilbao (Kafe Antzokia)

 

Entre semana es lógico que la presencia de público se resienta, pero cuando entré por la puerta me encontré con un número de personas irrisorio para ver a una figura de la trayectoria de Marty Friedman. Llegué tarde, dado que hasta las 8 de la tarde emito mi programa de radio los miércoles en directo. Me dio tiempo a ver tres temas de Stephan Forté, guitarrista de los franceses Adagio. Lo que pude ver me gustó en cuanto a una técnica fabulosa, pero el guitarrista parecía más tocar por compromiso que para cautivar al personal. Dado el número de personas enfrente del escenario en ese momento, aquello parecía más bien una clase mientras el profesor, con rostro serio, se dedicaba a explicarnos la lección.

STEPHAN FORTÉ
STEPHAN FORTÉ

Pero tampoco estaba solo, ya que sus instrumentistas también se lucieron, incluso hubo solo de bajo. Terminamos dando palmas a petición de Stephan, pero una vez más, cuando se centró en tocar la postura era casi idéntica con pie sobre el monitor y mucha concentración. Entiendo que lo que él toca requiera estar centrado, de hecho sus dedos se movieron con rapidez y fluidez, pero algo más sobre un escenario creo que hay que transmitir. Puede que los músicos alucinaran, pero para un seguidor medio al heavy metal pudo hacerse pesado su escaso tiempo en las tablas.

STEPHAN FORTÉ

Mientras que esperábamos la presencia de Yossi Sassi echamos un vistazo al puesto de merchand y cuál fue la sorpresa al comprobar que un meet and greet con Friedman costaba 40 Euros. Resulta que es más caro conocerle que verle durante dos horas en un directo que sería alucinante. Pagar por conocer a una persona ya es el límite de las ocurrencias para sacar pasta. Aunque pensándolo bien, con un par de personas que quisieran conocerme a mí por día, haciendo cuentas… dudo que tuviera éxito. Bromas aparte, tal y como está la situación económica más vale que se preocupe de cuidar al seguidor que valora lo que realmente vale, su música, y que invierte el dinero en ello.

STEPHAN FORTÉ

El ego del guitarrista americano que saldría más tarde contrasta con la figura del siguiente hacha en liza. Yossi Sassi salió con tanta humildad como personalidad a las tablas para presentarnos su único disco en solitario “Melting Clocks”. Un trabajo en el que sigue ahondando en esos sonidos marcados por su raíz oriental, marca de Orphaned Land, aunque enfocado de una manera distinta en solitario.

STEPHAN FORTÉ
STEPHAN FORTÉ

El israelí se ganó al personal con algunas palabras en euskera y habiéndose informado de la peculiaridad del territorio en el que se encontraba. Cuando dijo que era su primera vez en Bilbao, Pais Vasco, se llevó una gran ovación. Pero sobre todo nos ganó con su música y con ese aspecto humano que ya ha rodeado desde siempre a Orphaned Land. Espíritu que sigue llevando allá a dónde va el guitarrista.

YOSSI SASSI
YOSSI SASSI

Para él la música es un lenguaje universal que nos conecta con unas sensaciones que el guitarrista, rodeado de buenos músicos, supo hacernos llegar con una naturalidad que muchas estrellas del rock consagradas han perdido. Una demostración de que la humildad y el talento no tienen por qué reñir.

YOSSI SASSI

En su repertorio contamos 8 temas que presentaron con una clase total ese “Melting Clocks” que esconden temas que más allá del virtuosismo nos conmueven. Algunos cantados por el propio Yossi como “Number Words” y otros instrumentales y paisajísticos como “Field Of Sunrise”. Ambos interpretados en una primera parte de la actuación en la que Yossi mostró una guitarra de doble mástil con un cariz muy adecuado a ese rock oriental que él abandera.

YOSSI SASSI
YOSSI SASSI

Con esa sencillez ya había ganado al público de tal manera que además de admirar una calidad fabulosa a la hora de tocar, la gente se animó con las palmas en “Drive”. Son unas canciones que nos envuelven hasta poder sentir el calor que transmiten esos aires de “Sahara Afternoon”. Y el público, aunque escaso esta noche, sabía reconocer la buena música. Por ello hizo que este paso del guitarrista israelí fuera un éxito en su plano particular. De hecho, una vez acabado el concierto muchos fueron los que pidieron el disco firmado y fotos con el guitarrista, que no tardó en bajar a estar con los seguidores correspondiendo con una sonrisa de oreja a oreja y unos agradecimientos hacia ellos que indicaban que tanta o más ilusión le hacía a él aquel momento como a los propios fans que querían ese recuerdo.

YOSSI SASSI
YOSSI SASSI

Ya podían aprender aquellos a los que el éxito les ha hecho olvidar lo que sintieron la primera vez que firmaron un autógrafo o lo bien que se sentían cuando recibían palabras de reconocimiento al término de sus actuaciones. Sí, lo digo por Marty Friedman al que parece que ese detalle con sus fans ya no le hace tanta ilusión. Pero al césar lo que es del césar. Encima del escenario se comportó como el coloso de la guitarra que sigue siendo. Sus dos horas de actuación fueron auténticamente impresionantes en todos los sentidos. De hecho, se pasaron muy rápido pese a que alguno pueda opinar sobre los conciertos instrumentales que se hacen más pesados y aburridos. No fue el caso para nada.

YOSSI SASSI

Y eso que cuando salió al escenario con cara de pocos amigos lo primero que hizo fue darle una patada a una botella que, al parecer, le estorbaba mucho. No hacía presagiar ese gesto la mejor noche, consciente el guitarrista de que esta visita a la capital vizcaína no había tenido demasiado tirón. Sin embargo, los grandes músicos lo demuestran en cada concierto sin importar las circunstancias y Marty Friedman se marcó una actuación pletórica.

YOSSI SASSI
YOSSI SASSI

Contó al bajo y a la guitarra con los mismos músicos de la banda de Yossi Sassi, que repitieron con una profesionalidad impecable. La presencia más llamativa la ponía a la batería el japonés Mitsuru Fujisawa, que es todo un espectáculo. Pareciera que ha salido de Los Angeles en mitad de los años 80. Aparte de ser una bestia con las baquetas no para de levantarse y de gritar como un salvaje. En el aspecto técnico y visual está a la altura de un Marty Friedman que enseguida pone su maquinaria a pleno rendimiento para noquearnos con una lección de virtuosismo con la fuerza que le hace un guitarrista distinto.

MARTY FRIEDMAN
MARTY FRIEDMAN

Su repertorio quedó dividido en distintos bloques. Comenzó su actuación de la manera más cañera, englobando esa parte thrash que le hizo conocido en todo el mundo. “Bad DNA”, “Gimme A Dose”, “Street Demon” e “It´s The Ureal Thing” nos dieron la bienvenida con la vena más netamente metalera de Friedman haciendo las delicias del personal.

MARTY FRIEDMAN
MARTY FRIEDMAN

Como interludio hacia otra fase del concierto quedó “Ballad Of The Barbie Bandits”, tras el que el concierto entró en su fase más loca con temas mucho más progresivos como “Tsume, Tsume, Tsume”, lleno de cambios. En este tramo se marca Marty un duelo con su compañero a la batería, respondiéndose uno a otro en un intercambio de golpes. Duelos de guitarras entre sí, con los teclados o con los bajos hemos visto bastantes, pero no tantos luchando con la batería.

MARTY FRIEDMAN
MARTY FRIEDMAN

Más tralla marcada por los cambios de ritmo llegó con un espectacular “Elixir”, agresiva y a la vez elaborada. Esta fase del concierto de temas más elaborados e imprevisibles termina con “Stigmata Adicction” y con ese midley de versiones especial que es “Asche Zu Asche” de Rammstein y “My Oh My” de Slade. Unas versiones que poco recuerdan a las originales y en las que lo fundamental es cómo alterna agresividad y melodía Marty Friedman con una clase que sigue inquebrantable con el paso de los años.

MARTY FRIEDMAN

De nuevo el concierto cambia el rumbo sonoro con la fase lenta protagonizada por “Devil Take Tomorrow”, el solo de guitarra del excelente acompañante a las seis cuerdas de Marty, Ben Azar, y “Novicaine Kiss”.

MARTY FRIEDMAN

A estas alturas Friedman ya andaba con total soltura en el escenario, y les hacía guiños constantes a sus músicos. Al principio parecía que la cosa iba entre él y el batera, pero finalmente debió sentirse cómodo con la respuesta del público y con lo que hacía en el escenario, porque ya daba igual si la sala estaba a rebosar o con unas escasas decenas de personas. Lo que se veía arriba del escenario era excelente.

MARTY FRIEDMAN

La parte final del show fue marcada por composiciones melódicas y heavies en un plano más clásico, pero capaz de captar la atención y de agradar el gusto de todos los presentes, como fueron “Angel” o “Ripped”, donde se lució Fujisawa en la batería.

MARTY FRIEDMAN
MARTY FRIEDMAN

Al final del concierto hubo hueco para que sus acompañantes en el cartel compartieran escenario. En primer lugar, en castellano, Marty dijo que nos presentaba a mi amigo francés y Stephan Forté no se cortó ni media en marcarse un duelo de guitarras con el hacha americano en un tema donde casi de forma irreconocible Marty metió un detalle de “Parisinne Walkways” de Gary Moore. Tras esto se despedía la banda dejando una gratísima sensación.

MARTY FRIEDMAN
MARTY FRIEDMAN

Los técnicos amagaban con comenzar a recoger cuando echándose la mano a la oreja pidieron que insistiéramos. Entonces salió en solitario Yossi Sassi, que dio paso a “Thunder March”, con Marty Friedman y el resto del grupo incorporándose tras él a ese final de actuación.

MARTY FRIEDMAN & STEPHAN FORTÉ
MARTY FRIEDMAN & YOSSI SASSI

Una actuación donde no se puede reprochar nada a una figura de la guitarra que sigue con plenas facultades dando lecciones de virtuosismo y fuerza con un estilo que sigue siendo igual de afilado y único. Maravilloso lo que nos brindó a los amantes de las seis cuerdas que simplemente queremos metal de alto nivel que estimule nuestros oídos. Pese a que este tipo de shows instrumentales muchos lo ven como algo aburrido destinado a músicos y frikis, creo que cualquier habitual degustador de buen metal lo podría haber disfrutado a tope.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)