CRÓNICA: GRAHAM BONNET BAND
GRAHAM BONNET BAND
Viernes 22 de noviembre de 2024 – D8 Sorkuntza Faktoria – Bilbao
Ha sido recurrente ver a Graham Bonnet Band en los últimos años por nuestros escenarios, con lo que entre tanta oferta de conciertos incluso dudé a la hora de elegir al legendario vocalista de bandas como Rainbow, Alcatrazz, Impelliteri o Michael Schenker Group de nuevo con un repertorio basado en el “Down To Earth” que grabara con la banda de Ritchie Blackmore hace 45 años. Pero consideré que había que valorar el regalo que supone seguir viendo ahora mismo en una distancia corta a uno de los vocalistas más legendarios de la historia del rock duro y el heavy metal. Sus 76 años nos hacen pensar que nunca se sabe cuándo podía ser la última vez. Y no quise arrepentirme.
Tal vez no sea justo, a tenor de la forma que actualmente muestra Graham Bonnet, que de un tiempo a esta parte, aunque con una perceptible cojera, parece además algo recuperado de pasados problemas de salud. Por otro lado, a nivel vocal se le ve de una manera más que digna. Incluso algunos momentos de cierto desafine, comprensibles en un vocalista que nunca ha sido ortodoxo a la hora de cantar, dan más credibilidad a lo que este hombre hace a estas alturas de su carrera. Además, se le ve completamente feliz en compañía de su pareja, la bajista Beth-Ami Heavenstone. Entre ambos mantuvieron un continuo coqueteo a lo largo de la descarga, con algunas palabras más que cariñosas en el momento en el que la banda fue presentada por la propia bajista, con apartado especial para el vocalista.
Los músicos que acompañan a Graham Bonnet mostraron un excelente nivel, con un batería espectacular como Francis Cassol, el guitarrista Conrado Pesinato moviéndose con soltura y libertad por el escenario mientras que se echaba a las espaldas el peso de esos riffs y solos en su día encarnados por verdaderos maestros, y el teclista Alessandro Bertoni, cuyo papel discreto en algunos temas no dejaba de resultar elegante, desatándose como un instrumentista formidable en el solo que se marcó mediado el concierto con versión de “Lazy” de Deep Purple incluida.
No se interpretó de forma íntegra, como ya esperábamos viendo lo que ocurrió en pasadas giras en las que se anunciaba “Down To Earth” como disco homenajeado, pero sí que tuvo la obra de Rainbow un papel preponderante, arrancando de lleno con ello con cinco temas consecutivos. “Eyes Of The World”, “All Night Long”, “Love´s No Friend”, “Makin´ Love” y “Since You Be Gone” supusieron una primera parte del show que desembocó en el mencionado solo de teclado.
Un respiro para el veterano vocalista, al que tampoco se le vio desfallecer en ningún momento. Completamente animado, dicharachero a la hora de recordar viejos tiempos y músicos de renombre con los que ha trabajado, Graham Bonnet repasó otras páginas de su larga y brillante carrera, sin olvidar sus tiempos más recientes con “Imposter”, contrastando de inmediato con el clásico “S.O.S.”. Y es que el hecho de haber trabajado con grandes bandas de renombre no debe hacernos olvidar que como Graham Bonnet también nos ha dejado enormes canciones que no han perdido el abrumador sello personal del genuino vocalista, por décadas que las separen.
Habiendo sacado algunos de los grandes clásicos de Rainbow en la primera parte de la actuación, los dos temas de “Assault Attack” de Michael Schenker Group se ganaron un papel muy destacado en la parte final del show, con “Desert Song” y el homónimo de aquel trabajo discográfico que Graham Bonnet registró junto al guitarrista alemán en 1982, siendo ambos muy celebrados por los presentes, sin quedarse a la zaga de ellos un “Night Games” plenamente representativo de la carrera y el estilo del vocalista, con otros temas como “Uncle John” e “Into The Night” completando un tramo del repertorio en el que también hubo espacio para un instrumental “Jet To Jet” que entre destellos de nivel del guitarrista Conrado Pesinato envolvió el solo de batería de un tremendo Fracis Cassol .
Mantuvo plenamente el tipo el vocalista hasta el final, con “Too Young To Die, Too Drunk To Live” de Alcatrazz, para el que le sobra aun actitud al vocalista, y el último de los temas que escucharíamos del “Dawn To Earth” de Rainbow, “Lost In Hollywood”, tras el que apenas bajarse del escenario atendió a todos los seguidores. Nada de irse corriendo al hotel a descansar, algo comprensible a una edad en la que pocos pueden seguir subiéndose a un escenario con dignidad. Graham Bonnet no solo sigue haciéndolo, sino que parece disfrutar más de ello cada vez que volvemos a verle, mostrándose agradecido a todos los seguidores que lo arropan en noches como esta y a la vida por darle tal posibilidad. Pero los agradecidos debemos de ser nosotros.
Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)