GOTTHARD + UNISONIC

13 – 10 – 12

Villava, Navarra (Sala Totem)

 

 

Hacía mucho tiempo que no sentía un cosquilleo en el estómago antes de un concierto como esta noche. Para mí, como para muchos seguidores, tener la oportunidad de ver de nuevo juntos en un escenario a Kai Hansen y Michael Kiske era un atractivo al que no nos íbamos a resistir por nada del mundo. Desde que se anunciaron las fechas tenía marcado este día en rojo. Además, volver a tener a Gotthard encima de un escenario tras la muerte de Steve Lee es algo que merece todo el apoyo por parte de quienes, con Steve aún encima del escenario, hemos vivido noches inolvidables con los suizos. Ante estas circunstancias solo cabe apoyar a muerte a una banda que bastante ha tenido con esa pérdida como para quitarles la posibilidad de resurgir y volver a disfrutar tras el sufrimiento. Se que habrá alguno que hubiera preferido que la historia quedara ahí porque seguir sin una figura de ese calado es poco menos que imposible, ante lo cual no puedo estar más en desacuerdo. Es duro rehacerse, pero es una gran noticia que Gotthard tengan disco nuevo y sigan funcionando ahora con Nic Maeder, que seguro dará muchas noches de gloria a la banda y a los seguidores del grupo.

UNISONIC
UNISONIC

Cuando se anunciaron estas fechas incluso nos preguntábamos quién sería el grupo encargado de abrir. Y es que la trayectoria de Gotthard es importante, pero el peso especifico de una parte de Helloween integrando Unisonic no se quedaba para nada atrás. Finalmente fueron Unisonic los primeros en salir, aunque no tardó Kiske en insinuar una próxima visita como cabezas de cartel.

UNISONIC
UNISONIC

Tras la intro la banda arrancó con su homónimo tema. La sala estaba a reventar, por el número de público y porque las pasiones estaban a punto de desbordarse. Lo hicieron definitivamente cuando Kiske irrumpió en el escenario segundos más tarde que sus compañeros. Como la vuelta del hijo prodigo es para los heavies este retorno de Kiske a los sonidos que le dieron fama en los 80, aunque en Unisonic adquiera cierto deje más hard rockero. No tardó la gente en corear su nombre. Entiendo la situación, dado que es un regreso muy esperado, pero también es verdad que el trabajo del resto del grupo en el disco tiene tanto o más peso que el del vocalista y habría que reconocérselo. Ahí esta Dennis Ward que es otro músico de gran talento y que ha compuesto la mitad del disco junto con Kai Hansen. Ward junto a Kosta Zafiriou en la batería también son un pedazo de historia de nuestra música con su trayectoria en Pink Cream 69 entre otros proyectos. Y qué decir de Mandy Meyer, un tipo que ha aportado con su guitarra a Asia, Krokus o los propios Gotthard.

UNISONIC
UNISONIC

Por lo tanto no solo había uno o dos músicos en el escenario, aunque era lógico que fueran los más vitoreados por su relevancia. De hecho, los gritos favorables al vocalista en seguida pasaron a ser hacia Hansen. Incluso en un momento de la actuación, como si de un partido de tenis se tratara se alternaron unos y otros. Sin embargo, fue el propio Michael Kiske quien requirió el apoyo para el resto de compañeros terminando por hacer entonar todos sus nombres y, por supuesto, el de Unisonic.

UNISONIC
UNISONIC

Se respiró muy buen rollo en el escenario. El vocalista tuvo paciencia con un molesto acople en los primeros temas, sin un solo mal gesto pese a la persistencia de los mismos, aunque insistiera en darle señal al técnico para que lo arreglara. Tuvimos que aguantar dicho acople durante la interpretación de “Unisonic” y “Never Too Late”. A partir de aquí la cosa mejoró y, pese a no contar con el nítido sonido que luego tuvieron Gotthard, pudimos disfrutar de una gran actuación que permitió descargar con gusto al personal todas las ansias acumuladas esperando este momento que ahora por fin estábamos viviendo.

UNISONIC
UNISONIC

Me sorprendió que no metieran en el repertorio “I´ve Tried”, que es de mis temas favoritos de su única obra hasta la fecha. Yo me hubiera ahorrado la balada “No One Ever Sees Me” para darle cabida a esa otra canción. Claro que Kiske no estará muy de acuerdo conmigo ya que el único tema compuesto por él es este tema lento en el que se acercó lo más posible al público.

UNISONIC
UNISONIC

De lo mejor de la descarga fue “Star Rider” junto con ese final antes de los bises “Never Change Me”, introducido a capela por un Kiske que no deja lugar a dudas de su estado vocal. Bien es cierto que la interpretación de “March Of Time” de Helloween quedó embadurnada por un sonido un tanto sucio, pero los bises con “Future World” y “I Want Out” no ofrecen discusión. Fue el éxtasis total en la sala Totem lo que se produjo con ellos. Sin que se me enfade Andi Deris, que considero que hace un gran trabajo en Helloween desde hace muchos años, muchos nos quitamos alguna espina al poder disfrutar por fin de estos temas en directo con un cantante que tiene la capacidad para ejecutarlos con el nivel vocal para el que fueron concebidos. Muy grande lo que vivimos.

UNISONIC
UNISONIC

Diría que Unisonic atrajo más atención que Gotthard. Al menos la actitud de la gente fue más entregada, mientras que con los suizos se mantuvo un tanto más a la expectativa. Esto se entiende por la curiosidad de ver a un nuevo vocalista en la banda que en muchos casos, como el mío, conoceríamos sobre las tablas esta misma noche.

UNISONIC
UNISONIC

El grupo se fue ganando paso a paso al respetable, teniendo que esforzarse más que sus predecesores, que contaron con una corriente muy favorable empujada por los seguidores. Pero Gotthard no se quisieron quedar a la zaga y terminaron por ofrecer otra descarga también memorable.

GOTTHARD
GOTTHARD

Ya salir a las tablas con “Dream On” es una forma de encender la mecha entre todos sus seguidores. El sonido era nítido, y salvo algún pequeño fallo puntual a la hora de subir o bajar algún instrumento, casi se podría tachar de perfecto. La banda, por melódica que resulte, sonaba atronadora con “Gone Too Far”, y tampoco se relajaba aunque Nic Maeder cogiera la acústica en algún tema como “Starlight”.

GOTTHARD
GOTTHARD

El vocalista aún debe dar unos pasos más para poder encabezar como frontman al grupo en el escenario. Leo Leoni fue quien se echó a la banda a la espalda. Muchos temas comienzan con un riff de guitarra suyo y el carismático guitarrista no duda en colocarse en la parte frontal del escenario para llevarse las miradas. Bien es cierto que arropado por unos músicos de un nivel de calidad y profesionalidad alucinante. Especialmente quiero destacar el tándem formado por Freddy Scherer y Marc Lynn en su trabajo más oscuro de bajista y segundo guitarra. Menos protagonista que Leoni, pero con una calidad muy alta. Y tampoco dejaremos de lado esa potente batería de Hena Habegger, que da mucha pegada a una banda tan melódica como Gotthard.

GOTTHARD
GOTTHARD

Nic Maeder demuestra tener una sensacional voz. Me dijo alguien que le vio en verano en algún festival que ha ganado algo de soltura en el escenario. Pero todavía le queda bastante para ser ese acaparador de miradas que haga mover al público. Sin entrar en comparaciones con Steve Lee, aunque sea imposible olvidarlo, sobre todo cuando comienza un tema como “Top Of The World”. Una de mis canciones favoritas de los suizos donde el vocalista actual no se contagió como debiera de un inicio que de por sí es un subidón. A veces se centra demasiado en cantar, siempre con un gesto algo rígido. No se si producto de los nervios que aún pueda tener en el cuerpo al subirse a un escenario con una banda de esta envergadura. El caso es que en cuanto a su registro vocal han dado con un cantante adecuado para mostrar la calidad que requieren las canciones. Seguro que poco a poco también irá ganando tablas.

GOTTHARD
GOTTHARD

En cualquier caso el público estaba metido en la actuación, si cabe cada vez un poco más, lo que se notó de manera especial en el siempre efectivo “Sister Moon” (cómo me acordé del solo de armónica de Steve que solía preceder al tema). Leo Leoni se marcó un solo con la guitarra a la espalda que provocó la algarabía general. Fueron hacia él los mayores gestos de cariño, cosa que se gana el rubio guitarrista.

GOTTHARD
GOTTHARD

La comunión con la audiencia nunca dejó de ser fantástica. Nic Mader nos hizo entonar el estribillo de “Hush” para entrar directamente con esta versión que tanto juego le lleva dando a Gotthard en directo desde hace muchos años. No fue esta noche una excepción. Tras el mismo, el vocalista le dedicó “One Life, One Soul” a Steve Lee. La sala le acompañó en una sola voz en ese emotivo estribillo. Posteriormente enlazaron con otro tema lento como “Shine”, pero la banda no se quedó mucho tiempo en esos parámetros, regresando a algo bastante más duro con “The Story´s Over” y aún más directo con un potente “Fist In Your Face”, momento especialmente intenso de la descarga, con un ligero guiño en medio al “Smoke On The Water” por parte de Leoni.

GOTTHARD
GOTTHARD

Vimos al guitarrista con la guitarra de doble mástil en “Give Me Real”, encarando un final con un siempre agradecido por sus seguidores “Mountain Mama”, continuado por “Right On” y enlazado por ese ritmo tan especial que marca la llegada de “Lift U Up”. He visto reacciones más efusivas con este tema, pero no faltaron los saltos generalizados.

GOTTHARD
GOTTHARD

La banda se marchó a camerinos para volver tras el habitual oe oe oe que tanto gusta a los músicos de fuera. De hecho Leo Leoni insistió en seguir escuchándonos. Los bises corrieron a cargo de “Master Of Illusions” y “Anytime Anywhere”; cómo no, otro de los momentos de reacción generalizada. La banda se despedía, parecía que era la definitiva. De hecho, Leo Leoni se quedó solo en el escenario tras el saludo de la banda al completo. Pero ante la insistencia del público sacó literalmente a sus compañeros de camerinos y aún nos brindaron “The Mighty Quinn”.

GOTTHARD
GOTTHARD

Este último detalle extra fue muy agradecido por el personal que despidió de emocionada manera la noche. No era para menos. Supongo que en el repertorio de Gotthard puede haber más de una puntualización, ya que eché de menos algunos temas. Gustos personales que tampoco tienen por que coincidir con la mayoría. El caso es que Gotthard recibió el calor de su público, que falta les hace para que ese resurgimiento cual Ave Fénix que refleja la portada de su último “Firebirth” llegue a brillar en todo lo alto, como lo ha hecho en los últimos años. Desde los 90 el hard rock en una vertiente más clásica no ha encontrado de manera sencilla un referente que pueda llenar grandes recintos y Gotthard es la banda que mejor puede ejemplificar ese estigma de banda. Eso no lo pierden con esta continuidad en una nueva etapa.

GOTTHARD
GOTTHARD

Fue una excelente noche de buena música en vivo dentro de una gira histórica por dos razones, una en cada banda. Por lo que suponía ver a Gotthard por primera vez para muchos tras la muerte de Steve Lee y a Kiske y Hansen juntos en un mismo grupo tras tantos años.

Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: Mari Jose Martin (mari@lamiradanegra.es)