CRÓNICA: DRAGONFORCE + HUNTRESS + KISSIN´ DYNAMITE

DRAGONFORCE + HUNTRESS + KISSIN´ DYNAMITE

18 – 11 – 12

Barakaldo, Bizkaia (Sala Rockstar Live)

Dragonforce llegó a Barakaldo un domingo por la noche en un tramo del calendario repleto de conciertos importantes. Está claro que eso puede hacer que se resienta alguno, sobre todo si el día siguiente es día laboral. En esta ocasión lejos estuvieron los británicos de la expectación causada junto a Turisas en la Jam de Bergara hace algunos  años. En esta ocasión los acompañantes del cartel tampoco tenían esa repercusión que les igualara en fuerzas con la principal baza. Sin embargo, tanto Kissin´ Dynamite como Huntress mostraron sus credenciales para ser tenidos muy en cuenta en el presente mismo de nuestra música.

Y es que en el caso de Kissin´ Dynamite no hablaría ni siquiera de futuro. Es una joven banda con tres discos editados que está pegando muy fuerte ahora. No descartaría en un futuro no demasiado lejano una visita de la banda alemana en una gira propia, porque el grupo apunta a estar aquí para quedarse. A los que no les conocían les sorprendieron doblemente, pero los que como en mi caso ya teníamos alguna referencia nos encontramos con unas expectativas incluso superadas.

Pareciera que salieran los mismísimos Mötley Crüe al escenario cuando el peinado cardado del guitarrista Jim Müller aparecía entre las sombras. No fue casualidad que previamente sonara el “Girls, Girls, Girls”. Una vez encendidas las luces comprobamos que toda la banda es afín a esa imagen ochentera. Para no quedar desfasado con esas pintas debes hacerlo verdaderamente bien, de lo contrario parece que todos los fallos se engrandecen más un tanto fuera del contexto de aquella época. Por fortuna la banda resultó ser descomunal encima de un escenario. La imagen acompaña a la música y el grupo comienza a sonar fortísimo con “Sleazy Deluxe”. Un poco después que sus compañeros, al estilo de los clásicos vocalistas, aparece Hannes Braun, terminando por inducirnos esa sensación de que sin remisión aquello va a ser un buen concierto.

Hacía tiempo que no me encontraba con una nueva banda que cuidara hasta tal punto la presencia y la puesta en escena. Los movimientos encima de las tablas son muy importantes para este grupo que no solo cuenta con un frontman que amalgama lo que fueron los vocalistas de los 80 con todas las garantías, el resto de componentes también saben tener su parcela de protagonismo.

La banda puede estar orgullosa de su reciente “Money, Sex & Power”, del cual cayeron varios temas como “Sex Is War”, un “I Will Be King” donde Hannes Braun se calza una capa real, “Operation Supernova” y el himno final “Money, Sex & Power”. Para dejar referencia de sus anteriores trabajos cayeron “Welcome To The Jungle” del primer “Steel Of Swabia”, en el que la banda hizo cantar al personal, y otro himno que dio nombre a su segunda obra, “Addicted To Metal”. Acero, metal y poder. Y es que cuidado con esa imagen hard rockera de la banda, porque en realidad Kissin´ Dynamite suenan duros y afilados. Extraigo de su actuación algo que nos dijeron ellos mismos porque creo que es la mejor manera de cerrar la crónica de su actuación con un buen consejo para no perderte a una banda que está en plena explosión y que puede llegar muy lejos: Recordad este nombre, somos Kissin´ Dynamite.

De Huntress no tenía ninguna referencia, aunque un buen amigo me comentaba como curiosidad que su vocalista había sido modelo de Play Boy. Todo suma para que una banda pueda despertar interés, más cuando acabamos de hablar de que el aspecto visual sigue siendo importante en esto del heavy metal. Huntress no llegan a ese nivel de espectacularidad de sus predecesores, pero también cuidan la imagen. Su actitud es bastante más heavy y, en lo primero y más importante, que es el aspecto musical; resultan una original banda de heavy metal que no por resultar clásica se queda en lo de siempre. El grupo suena muy duro y deja de lado estribillos excesivamente coreables.

Temas como “Senicide” o “Snow Witch” son punzantes canciones de heavy metal con todas las letras. El chorro vocal de Jill Janus es fantástico, jugando con algunos registros más agresivos en muchos temas. La melena rubia de la vocalista contrasta con la oscuridad de la capa y la capucha de la muerte que viste en la fase central de la actuación, con temas como “Spell Eater” y “Sleep And Death”.

Es curioso pero, como si los papeles se hubieran cambiado, tuvimos antes una banda alemana con imagen angelina en el escenario y ahora teníamos una banda de Los Angeles que por imagen y estilo podría pasar por alemana. Su heavy metal apunta a esas influencias europeas como podemos apreciar en su único disco hasta la fecha de título “Spell Eater”, del cual nos descargaron 8 temas de muy buena factura. Temas como “The Tower”, “Children”, “Night Rape” o “Eight Of Swords” que sembraron muy buenas sensaciones para un futuro inmediato.

Dragonforce no solo nos presentaban nuevo disco en esta gira, también era la primera vez que muchos les íbamos a poder ver  con su nuevo vocalista Marc Hudson, que tiene la difícil labor de sustituir a un hombre como ZP Theart que nos ha dejado trabajos magníficos con la banda y que en directo era un frontman que sabía cómo moverse y provocar a la concurrencia. Y eso que en esta banda donde todos se apuntan al show es complicado destacar hasta para el que tiene la libertad de moverse a su antojo sin portar nada más que el micro. Pues Marc Hudson saca nota alta tanto en su labor vocal como en lo que ofrece en el aspecto escénico. Con él el grupo adquiere un toque más heavy, se hace más tradicional que ZP en su forma de actuar, pero no le va a la zaga en carisma. No creo que los seguidores lleguen a acusar demasiado un cambio tan sensible y eso dice mucho del que acaba de entrar. Además, el estilo del grupo no se resiente para nada, como queda constatado en la marca propia que lleva ese “The Power Within” que presentan en la actualidad.

El grupo sigue siendo todo un espectáculo en directo por parte de todos sus componentes. Evidentemente el más estático es el batería Dave Mackintosh, que bastante tiene con darle esa velocidad a los ritmos de la banda. Pero es que la movilidad del resto de componentes y su continua interacción convierte la actuación en algo muy vistoso sin necesidad de mayores parafernalias. Simplemente el carisma, la sonrisa constante en las caras de los músicos y la calidad instrumental que es de músicos de un altísimo nivel.

Hoy Sam Totman estaba un poco más serio que de costumbre, pero impecable en la interpretación. En esta ocasión su compañero de guitarra Herman Li, normalmente más sobrio, fue el que se mostró más sonriente y bromista. Ambos son unas de las parejas de guitarristas del heavy metal en la actualidad. Llevan ya unos cuantos años funcionando con una calidad sincronizada que les hace verse como uña y carne para repartir esos punteos y solos de guitarra siempre exquisitos. Su compañero al bajo Frédéric Leclercq, aunque va un poco más por libre, no se les queda atrás en ninguna ocasión.

Imágenes de foto para realizar un poster fantástico y adornar la habitación nos dejaron cuando se juntaban los tres en la plataforma central del escenario. Y mucho más completo si se les incorporaba un excelente Vadim Pruzhanov cuando cogía su teclado portátil. Esos momentos que tanto gustan a los seguidores, porque ven una banda unida que tiene química en el escenario. Ellos la tienen y es una de las claves para que sus actuaciones salgan así de rodadas.

Los gestos hacia su público eran constantes. Y los más felices fueron un grupo de chavalitos muy jóvenes (cómo se echa de menos en muchos conciertos este público nuevo) que no dejaron de levantar los brazos correspondiendo a esa complicidad. Realmente Dragonforce se presta para que todos disfrutemos como niños de sus actuaciones, porque son un grupo que hacen de sus espectáculos pura diversión, acompañada siempre de una gran calidad que los distingue del común de bandas en este estilo.

Sus canciones tienden a ser de larga duración, por lo que se entiende que el repertorio con pocos temas puede cubrir una actuación completa. Sin embargo, 10 temas en una hora y diez minutos de concierto me dejaron con ganas de más. Será lo único que ponga como reparo a su actuación, pero no deja de ser un factor importante.

Porque si me limito a analizar lo plasmado por los músicos digo convencido que estamos ante uno de los nuevos grandes grupos. Un grupo que no se ha estancado en los esquemas de otros y que es totalmente reconocible. Un grupo en el que la multiculturalidad de sus miembros, de muy diversa procedencia, ayuda al carácter único y pintoresco de la banda afincada en Reino Unido.

Temas más reconocidos de sus trabajos pasados, como “Fury Of The Storm”, “Operation Ground And Pund” o “Through The Fire And Flames” fueron los más aclamados. Sin embargo, quiero destacar también los temas de su última obra, especialmente un “Die By The Sword” que considero que a nivel musical fue de lo mejor de la descarga al lado de los temas que ya son más conocidos por sus seguidores. Seguidores que saben perfectamente que Dragonforce son mucho más que una banda que toca a velocidad de vértigo. Hay un virtuosismo que se sale del plano más intelectual con una puesta en escena de lo más divertida, una especie de happy metal a su manera, pero nunca el más típico power metal que ellos superan de largo.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)