CRÓNICA: DANKO JONES + THE BITERS
DANKO JONES + THE BITERS
16 – 12 – 11
Bilbao (Kafe Antzokia)
Junto a Machine Head el único grupo que puede decir esta temporada que vendió todo el papel es Danko Jones. Bien es cierto que en una sala de menor aforo, pero no deja de ser un síntoma del crecimiento de esta banda que llevaba 5 años sin pisar Bilbao, si bien hace menos tiempo se dejó caer por el Azkena de Vitoria-Gasteiz. Ninguna de esas citas pude disfrutarlas, así que en mi caso me estrenaba hoy con la banda canadiense. La cita era atractiva además porque “Below The Belt” es todo un discazo para presentar en cualquier sala, de los más destacados en el último par de años.
Antes tendríamos a unos americanos llamados The Biters a los que desconocía por completo. Con una juventud indisimulada descargaron unos cuantos temas del rock más sucio y clásico, con una actitud y una imagen muy propia de los 70. Tampoco llamaron especialmente mi atención, ya que para acompañar a Danko Jones se me quedaron demasiado clásicos. Es verdad que lo que hacen está bien, pero más allá de un grupo revival que no dice demasiado no les veo. Es verdad que con lo jóvenes que parecían pueden mejorar mucho y hacerme comer estas palabras, pero esta noche al lado de una banda mucho más contemporánea se me quedaron muy atrás en el tiempo.
Era imposible prácticamente moverse por la sala minutos ante de que Danko Jones irrumpiera sobre las tablas. Con esa respuesta es normal que viéramos el entusiasmo del peculiar guitarra y cantante así como de su propia banda, que salió con su formación de trío a no dejar indiferente a nadie y a disfrutar de lo lindo, viendo una parte baja totalmente llena y mirando hacia arriba, donde también el personal era numeroso. Encantado luciendo sombrero se presentó ante nosotros mientras declaraba ese “Rock Shit Hot” con el que comenzó una de las más calientes descargas de este otoño invierno.
Tardarían en llegar los temas de su nueva obra, ya que entre bromas la banda se iba metiendo en la actuación con “I Want You”, “Forget My Name” y “First Date”. Especialmente el segundo de los mencionados cosechó una respuesta formidable de un público que comenzaba a moverse como una única masa, dado que con las apreturas si saltaba el de al lado obligaba al resto a reaccionar, así que lo más fácil era seguir el juego. El centro de la sala de la mitad para adelante saltó con estos temas y dejó notar su voz ante un Danko Jones que cada vez se metía más al público en el bolsillo.
Pese a las dificultades de entender el idioma estuvo cachondo con el público, bromeando cuando la gente le vitoreó al recordar su paso de hace 5 años, a lo que el respondió que muy mal, debíamos haber estado aquí todos los años. Al menos eso traduje bajo mis escasos conocimientos de inglés. Tampoco se cortó en bromear con la gente próxima a lo baños que sujetaba su cerveza, a lo que el vocalista llamó con ciertas sospechas cerveza de los baños. Llegó a entablar conversaciones con personas particulares y bromeó con una bandera pirata diciendo que la calavera le recordaba a él por ese parche, simulando que tenía un ojo mal. Todo ello sin perder de vista la actuación, que no dejó de ser dinámica aunque alguno pueda preferir que los temas fueran más seguidos. Yo pienso que todo esto amenizó mucho cada momento.
Llegados a los temas de su última obra corroboramos todo lo apreciado en la grabación. Ya que “I Think Bad Thoughts” y, sobre todo, “Full Of Regret” fueron auténticos bombazos, este último con inclusión del riff de “Iron Man” de Black Sabbath que entonó el personal. Es un tema que pone las pilas a cualquiera, sea heavy, hard rockero, punk… Un tema adrenalínico que en directo enciende al respetable, porque la banda, y fundamentalmente su líder, ya resultó electrizante durante toda la actuación. Sin dejar de repartir zarpazos certeros, por cortos que estos fueran, como en el caso de “Full Grown” o “Caramel City”.
Con temas como “Invisible” y “Cadillac” la banda siguió demostrando que ya tiene una carrera considerable, aunque no dejó de lado un “Had Enough” que nos traía a su último paso de nuevo con efecto garantizado en la parroquia. El repertorio fue una buena muestra de cómo el grupo ha ido sembrando para tener un peso especifico en la escena internacional.
Mientras que esperábamos la vuelta del grupo a las tablas el propio Danko Jones salió a animar el cotarro insistiendo en que gritáramos más, hasta que por fin sale al escenario con gesto entre solemne y avergonzado ante esa respuesta provocada por él mismo. Este hombre domina estos aspectos que le hacen tan carismático. También conoce como pronunciamos aquí su nombre y lo que significa, por lo que en lugar de pedir cuernos pidió que levantáramos las manos como si precisamente nos cogiéramos… vamos, en el gesto que solemos hacer cuando decimos de algún tipo que pasa de todo ¡¡¡vaya huevos!!! o los tienes bien grandes, solo que en lugar de con los brazos abajo hacia arriba. No se si queda bien reflejado con palabras.
Por supuesto que el grupo dio más, terminando con un extendido “My World Is Empty Without You” que cantó el respetable en repetidas ocasiones, siendo esta versión de The Supremes un tema que deja una marca diferente tras una actuación donde lo que prima es el carácter, la personalidad, el descaro y la peculiar presencia de todo un personaje del rock llamado Danko Jones. Alguien nacido para destacar que no pasa desapercibido y que se transforma en lo que quiere ser cuando está sobre las tablas para acompañar a su faceta musical con una genuina forma de ser que le distingue.
Texto y fotos: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
