CRÓNICA: APOCALYPTICA + LIVINGSTON
APOCALYPTICA + LIVINGSTON
15 – 10 – 10
Barakaldo (Rock Star Live)
Grato es ver que Apocalyptica no han perdido ni un ápice de su poder de convocatoria tras una década en el lugar más alto al que ha podido llegar cualquier banda de heavy metal surgida en su época. El público respondía a la cita esperando tiempo antes ante las puertas de la sala, como en una de las grandes citas del año. Esto demuestra que más allá de la curiosidad que levanta una banda compuesta por unos violonchelistas haciendo versiones de metal aquí hay mucho más. También han pasado ya de sobra el periodo de refresco en que la novedad era contar con un batería y con un vocalista o comenzar a hacer sus propias canciones. Supongo que a estas alturas ya estará fuera de toda duda que estos fineses han entrado de lleno en el universo de grupos de heavy metal por su originalidad ante todo, rompiendo muchos clichés y prejuicios. ¿Quién nos iba a decir que era posible que un grupo de heavy metal no necesitara contar con guitarras? En su caso, con su peculiaridad, cubren absolutamente todos los flancos que requiere un grupo de heavy metal, solo que de otra forma, uniendo de lleno algo que siempre ha estado muy unido: el heavy metal y la música clásica. Pero el secreto de su durabilidad frente a los que les veían más como una curiosidad es la calidad de sus trabajos. El último es un discazo de título “7th Symphony”, de cuyas composiciones pudimos disfrutar deliciosamente en este concierto y por las cuales entendemos que el heavy metal cuente con Apocalyptica como un verdadero estandarte hoy por hoy, capaz de meter esta noche por sí solo más de 1000 personas en la Rock Star Live de Barakaldo en estos tiempos que corren.
Probablemente hubieran sido más de haber contado con un telonero más adecuado y conocido que Livingston, una banda de la cual apenas había referencias y que se me quedaron realmente flojos para quienes tenían delante. Es verdad que su hard rock encaja muy bien dentro de los terrenos actuales del estilo, pero no me llegaron a transmitir la fuerza necesaria. No se si decir que 6 temas fueron un escaso exponente de lo que pueden hacer o más que suficiente, porque lo mejor estuvo en el inicio de su corto set con “I Don´t Care” o “Wathever”. Posteriormente perdieron fuelle. En “Disease” hicieron un juego de tambores muy visual, colocándose el bajista y el vocalista a las percusiones delante del batería principal para hacer una especie de solo conjunto de lo más simplón musicalmente. A alguno le debió parecer algo impresionante dada la respuesta, pero bajo mi punto de vista fue algo más estético que otra cosa. Tras esto el grupo nos descargó una larga y sosa balada que cortó por completo el rollo de los primeros temas. Y cuando creíamos que volverían a levantar la actuación el medio tiempo “Men Overload” no fue un acierto, a pesar de que buscaron aumentar la intensidad para acabar. Ellos se presentaron comunicativos y con entusiasmo ante nosotros logrando una cierta respuesta del público. Yo no digo que no tengan detalles que apreciar, pero ni me parecieron idóneos acompañantes de Apocalyptica, ni me llegaron a enganchar sus elegantes composiciones de cuidadas melodías y modernos tonos del hard rock actual alejado por completo del de los pelos cardados y más próximo al rock alternativo.
Se percibían las ganas de ver a Apocalyptica en escena, a pesar de que son un grupo que en festivales o en salas nos está visitando más o menos con asiduidad. Pero es que es un grupo del que no te cansas, apreciando siempre algo nuevo en sus canciones. Si además, precisamente tienen algo que presentarnos y ese algo es del nivel espectacular de su última obra es como para no perdérselo si te consideras fan de esta banda. Muchos igual dicen tras el concierto que 7 temas de 17 de su última referencia son excesivos y que podían haber alargado más un concierto que no pasó de la hora y media. No les quito razón, pero ateniéndome a la calidad expuesta solo puedo rendirme a los pies de esta gente que sigue impresionando.
Ellos mismos venían con la idea de darnos a conocer y recomendarnos ese “7th Symphony”. En varias ocasiones salió de boca de Eilla Toppinen ese título a lo largo del concierto. Tampoco le pongo en duda que el que lo adquiriera en el merchand se llevó una buena compra. Con temas nuevos comenzamos precisamente. Fueron “On The Rooftep With Quasimodo” y “2010” los que iniciaron la dosis de oscura brillantez de una banda que ha día de hoy mama de igual manera del thrash que del heavy metal tradicional o del ghotic, con la música clásica de fondo, por supuesto. Desde este instante ya levantaron al personal que acompañó con palmas en “Grace”, el que para mi a la postre sería el momento más brillante. Aunque evidentemente fuera acogida con más entusiasmo “Master Of Puppets”, salvo en el estribillo y a petición de la banda, menos cantada de lo que me esperaba. El público de Apocalyptica ya cuenta con mucha gente seguidora acérrima de su propio legado y no se juntan en sus conciertos tantos seguidores exclusivos de aquellos viejos clásicos. Ahora la gente reacciona más ante un tema como “End Of Me”, cantado por Tipe Johnsson que levantó a la concurrencia. Eso que el grupo no necesita de un frontman, ya que ellos se sobran y se bastan para moverse en el escenario como pocos podrían imaginar cargando con un instrumento tan voluminoso. Tras “I´m Not Jesus”, de nuevo cantada por el mismo protagonista, llegaba el turno de otra versión habitual como la de “Refuse/Resist”, cuya fuerza hizo que la concurrencia la cantara más que la anterior de Metallica.
Fue un momento de mucha adrenalina que se suavizó con una parte en la que los músicos se sentaron en sillas y el magistral batería saldría de ahí detrás para colocarse a la par de sus compañeros con el contrabajo. Esto sería como una especie de acústico en versión Apocalyptica, formato en que nos interpretaron “Beautiful”, que justificó su título, aunque me quedo con el siguiente “Saera”, esta vez con Mikko Siren utilizando unas sutiles baquetas para golpear un bombo. Tras este momento relajado de la descarga el grupo no necesitó pasar a un tema de los más agresivos porque “Bittersweet” fue la mejor recibida de la noche. Si para los seguidores hay un tema emblema del grupo es este sin duda. A raíz de ahí ya solo quedaba subir la agresividad de la descarga con temas como “Last Hope” o “Bring Them To Light”, esta vez con el vocalista en su versión más fuerte, antes de rematar la traca con “Seek And Destroy”, la mejor de las versiones de todo el concierto con un público cantando el estribillo junto al grupo tantas veces como hiciera falta. Posteriormente fue “Inquisition Symphony” la última que interpretó la banda antes de despedirse y hacerse un poco de rogar. Supongo que podrían escuchar a un público satisfecho pidiendo su vuelta.
Esta se produjo con “At The Gates Of Manala”, último retazo demostrativo de esa última obra. De nuevo tuvimos la aparición de Tipe Johnson para cantar “I Don´t Care” y terminar con “Hall Of The Mountain King” dejando una formidable sensación en la sala, aunque al grupo se le pudiera exigir alguna que otra pieza más. Para mí (un antojo) habría sido un remate total al concierto ese “One” de Metallica que les hemos visto bordar en más de un festival, pero el grupo cumplió con un concierto de sobrada calidad que para sus seguidores fue más que suficiente. También es cierto que cada vez necesitan menos tirar de versiones y que la gente aprecia por completo sus propias canciones, lo cual aplaudimos ya que muestra un crecimiento que en sus inicios nadie podía imaginar. Mientras las bandas tributo sin más aliciente triunfan, estos se han resistido a quedar como una anécdota ofreciéndonos un legado propio de muchos quilates. Pero también aciertan al no perder nunca esa parte de homenaje a las influencias que han hecho de Apocalyptica el grupo reverenciado que son, porque para muchos puede seguir siendo algo curioso, porque en buena parte a ello deben su éxito y porque es la manera de cumplir con todo su público. Así lo hicieron una vez más.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)