CRÓNICA: ALCEST + LES DISCRETS + SOROR DOLOROSA

ALCEST + LES DISCRETS + SOROR DOLOROSA

15 – 02 – 12

Bilbao (Sala Blue – Santana 27)

Con más aforo del que esperaba, abrieron puntualmente los desconocidos Soror Dolorosa, que se encargaron de meternos de lleno en la atmósfera oscura que iba a dominar todo el concierto. Los franceses hacen un gothic rock de los de antes, sin ningún tipo de influencia industrial o electrónica que tan de moda está ahora. De hecho, en algún momento pueden sonar demasiado a las bandas en las que se miran y si cierras los ojos puede que te engañen los sentidos y creas estar delante de Corpus Delicti, Christian Death o incluso Southern Death Cult.

El bajo dominante durante todas las canciones, la guitarra creando melodías continuamente y la increíble oscuridad de la voz del cantante, consiguieron acercarnos en poco más de media hora a una música difícil (no por su complejidad sino por su propuesta), de la que a nada que conozcas un poco el género, sería conveniente que le prestaras un poco de atención porque destacan por encima de la media.

Les Discrets, que presentaban su nuevo disco recién salido (“Ariettes Oublies…” que se había puesto a la venta el día 10) eran para mí el plato fuerte de la noche, y no me defraudaron. Para esta ocasión, Fursy se rodeó de Neige (la cabeza pensante de Alcest) al bajo, Winterhalter a la batería y Zero a la guitarra y a su vez haciendo unos coros que correspondían a una Audrey que se echó de menos en algún momento. Todos los allí presentes nos dimos cuenta de que esa formación era un 75% de Amesoeurs y esperábamos algún regalo en forma de recordatorio a lo que fue uno de los discos más legendarios que se han publicado dentro de la escena.

ALCEST

Dos LP’s y dos EP’s compartidos (uno de ellos con Alcest) han servido a Fursy Teyssier para desarrollar uno de los sonidos más peculiares e impenetrables de la música actual. La amalgama de influencias es tal, que de primeras te da la impresión de que el collage que estás escuchando no puede tener ningún significado, hasta que te das cuenta de que estás atrapado en su red y cada segundo que pasa estás más y más interesado en observar cuál será el siguiente paso. Definir lo que hacen como shoegaze, post rock o post metal es quedarse muy corto. Esas influencias están ahí, por supuesto, pero enfocadas desde un punto de vista pop o incluso arty, con una belleza infinita que es muy difícil de describir. Canciones tan bellas como “Le Mouvément Perpétuel” o “Song For Mountains” sonaron con una contundencia increíble, con un sonido aplastante gracias a esa bestia a la batería que es Winterhalter y el carisma y dulzura de Fursy, siempre atento a todo y sin dejar de agradecer entre tema y tema. El momento de la noche vino cuando anunció “Gas in Veins” de Amesoeurs y todos los allí presentes sentimos un escalofrío por el cuerpo, mientras sonaba la canción y pensábamos en lo que podría ser vivir un concierto entero de esta banda.

ALCEST

Tras los 50 minutos de descarga emocional (que se quedó en algún segundo menos por culpa de algún fallo de sonido que hizo terminar la outro antes de lo que tenía previsto el cantante), aparece el alma de Alcest, Neige con su guitarra, acompañado (¡cómo no!) por su inseparable Winterhalter y Zero a la otra guitarra y coros. La sala llena de humo y la oscuridad reinante creaban la atmósfera necesaria, que fue rota antes de empezar el concierto por un problema con la pedalera de Neige, que no emitía ni un solo sonido. Cara de circunstancias y en cinco minutos todo resuelto. Cada uno ocupa su puesto y “Autre Temps” empieza a sonar, dejando claro que el sonido una vez más va a ser impecable.

ALCEST

Neige se encuentra a gusto, compartiendo con nosotros ese mundo fantástico al que él podía traspasar por esa puerta que presidía el escenario. Su tono de voz es “celestial”, pero cuando suena el desgarro de esa voz que saca cantando black, los sentidos se disparan hacia el máximo exponente del dolor y la oscuridad. La ejecución de Winterhalter es sobrehumana una vez más y empiezo a creer seriamente que es uno de los baterías más infravalorados de la historia, mientras que Zero cumple con los elevados coros que oímos a la vez que inunda con su guitarra cercana al post-rock los acordes sucios de Neige.

Destacar un tema por encima de otro es imposible, porque además todo sigue una línea muy heterogénea y es difícil que si te gusta uno, no acabes de apreciar detalles incluso en el que menos creías que podría atraparte pero “Écailles de Lune (Part I)” o “Souvenirs de Un’autre Munde” salieron prácticamente redondos.

Un lujo poder haber disfrutado de estas bandas en su mejor momento en una sala de tamaño reducido que nos permitió sentir el concierto de manera única y participar de algo que esperamos que no tarde mucho en volver a repetirse.

TEXTO Y FOTOS: Fer