CRÍTICA: VACÍO – OCÉANOS
VACÍO
(Océanos)
8/10
Es el tercer trabajo de esta banda formada en el año 2003 por su cantante, guitarrista y compositor Carlos García. Un disco con una madurez y un estilo propio que de primeras llaman la atención para posteriormente constatar que además de eso el grupo ha plasmado creatividad en sus composiciones, ideas en el plano instrumental interesantes con muchos alicientes al oído sin ser nada compleja su escucha. Es más, se trata de un disco de rock, con una base fuerte, pero se adereza con un contenido asequible que lo hace muy apto para cualquier público que sepa captar los buenos estribillos al alcance de todos. En manos de cada uno queda luego sacar más partido a los detalles que encontramos en los temas.
Y es que es un trabajo pulido y labrado, que nos lleva hasta temas que pueden desarrollar el tramo instrumental de la manera de “Mentiras De Plástico”, con una fase intermedia que cuenta con unos detalles de palmas a los que luego se le añade una parte de solos muy trenzada. No se decepcionen los más duros si al principio “Sueño De Sueños” se queda un poco flojo y el estribillo resulta bastante previsible. No deja de ser, en cualquier caso, un buen tema para introducirnos en el disco, pero creo que se pilla mejor todo el trabajo cuando entendemos la cálida tesitura vocal de Carlos y además encontramos un tema de la actitud de “¡¡¡Hazlo!!!”, con algunos guiños más punzantes, o cuando encontramos guitarras más pesadas como las de “Utopía De Papel”, muy roquero.
Importante el sentimiento que transmiten los temas. A veces se puede hacer un poco íntimo, pero hay fuerza en cualquier caso. Un tema como “Tanteos” incluso se hace más claramente heavy. Pero lejos de más o menos dureza la obra se fundamenta en el estilo personal del grupo y en sus detalles. Se le saca jugo incluso al corto interludio “El Mar”, muy meditado pese a ser una simple caricia en la obra. Detallista es también la balada “Enmascarada”, que juega con unos leves arreglos de teclado en torno a las guitarras y la voz aderezando el sentimiento y e intensificándose en el estribillo. No es la única, pero para nada se hace reiterativo este tipo de composición, ya que tenemos tres temas lentos de trece. “Esperanzas” es si cabe más intensa que la anterior, y para terminar hay un corte muy especial, con viola en torno a una guitarra acústica, llamado “La Vieja Plata De Alquitrán”. Gran broche que te encoje el corazón para redondear una obra con mucha emotividad, personalidad y grandes composiciones que bajo una línea común, siendo asequibles al oído, se hacen muy variadas. Un trabajo completo, maduro y de muy acogedora escucha por parte de una banda que ha encontrado un camino en el que puede confluir un público muy diverso.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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