UNISONIC

(Unisonic)

8/10

 

 

Llama la atención fundamentalmente la presencia de Kai Hansen y Michael Kiske juntos de nuevo tras su impronta dejada hace años con Helloween. Sin embargo el núcleo de esta banda también tiene un peso importante en la presencia de Kosta Zafiriou y Dennis Ward, ambos ex – Pink Cream 69 y que ya han estado junto a Kiske en Place Vendome. Para completar la formación se une el guitarrista Mandy Meyer, quien ha pasado por bandas como Asia, Gotthard o Krokus. Así que ya tenemos un nuevo supergrupo en toda regla, que va más allá de lo popular que pueda resultar ver de nuevo juntos a los dos ex – Helloween.

De hecho, quien se disponga a escuchar la obra con la mente puesta en los “Keeper” se puede llevar una decepción. Aunque el tema que da nombre a la banda, también utilizado como single y elegido para video-clip, puede ser el más power metalero, la obra cabe encajarla más bien dentro del hard rock melódico. Un hard rock melódico que no se queda en lo más típico y que, con destellos de personalidad de sus componentes, encuentra un buen punto original.

Podemos apreciar esa originalidad en un temazo como “Souls Alive”, en cuya composición deja su huella Meyer de esplendida manera. El resto de temas son compuestos por Hansen y Ward, excepto el relajado final “No One Ever Sees Me”, obra de Kiske. Y se nota la mano de cada uno de ellos en cada tema. Así por ejemplo, temas como “Never Too Late” o “Never Change Me”, que llevan una onda más alegre, dejan notar la mano del actual cantante y guitarrista de Gamma Ray. Si nos fijamos igualmente en un tema como “King For A Day” podría convertirse con un trato de coros más ampuloso en una composición de su banda.

Por otro lado, los temas íntegramente compuestos por Dennis Ward llevan una línea más oscura e incluso ligeramente progresiva. Claro ejemplo es “I´ve Tried” un tema que entra de menos a más y que me parece toda una sensación. Ocurre también este tono más oscuro en “Renagade”.

También tenemos temas donde sale la mano de ambos, los cuales resaltan la originalidad de la banda. Así es el caso de “Star Rider”, “My Sanctuary” o el más heavy “We Rise”, con un punteo afilado que deja paso a una elaboración con muchos detalles y cambios.

No se salen de lleno de lo esperado, pero tampoco son la resurrección de una parte de  Helloween que alguno tal vez esperara. De hecho, hay músicos impresionantes acompañando a los nombres más conocidos de Michael Kiske y Kai Hansen como para dejar de lado ese talento. Especialmente el de Dennis Ward, que prácticamente se divide el disco con el rubio guitarrista de Gamma Ray a mitad y mitad. Con la aportación puntual de Mandy Meyer queda un trabajo más que interesante que muestra las garantías de estos músicos.

No creo que nadie quede decepcionado con los temas que ofrece el disco, salvo que soñaras con encontrarte con un Kiske en las tonalidades de antaño. No es ni siquiera su intención volver a aquello, pero sus registros son inconfundibles y se muestra en muy buena forma en esta  grabación. Aparte hay una calidad musical que no debes dejar pasar.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)