CRÍTICA: TOPO – EL RITMO DE LA CALLE
(El Ritmo De La Calle)
8/10
Ambientado en comic tradicional, lo que da un aire clásico y épico a la envoltura del disco, se edita este nuevo trabajo de Topo. Unos héroes que no solo tuvieron las agallas de estar ahí cuando el rock se forjaba a nivel estatal, sino de continuar en la brecha más de 35 años después de su gestación. Y continúan con un disco para el que resultaría quedarse corto el decir que está a la altura de su nombre. “El Ritmo De La Calle” es un nuevo disco de Topo con canciones en las que palpita libremente el mismo aroma que en sus clásicos, solo que con el frescor de la novedad. El tiempo dirá como maduran los mismos, pero de entrada tenemos un puñado de canciones con mucho que decir en el plano letrístico e instrumental. Canciones detallistas, sensibles y cargadas de sentimiento con una capacidad embaucadora para cualquiera con la sensibilidad de saber empaparse de su llana pureza. Es un disco largo con 14 temas, pero que se pasa rápido ante el disfrute de cada una de estas composiciones en las que los Topo de la actualidad capturan toda la esencia de los Topo de siempre, con capacidad de enganchar a sus seguidores sin dificultad y a la vez con unos recovecos en cada canción que obligan a poner la oreja ganando la obra con cada escucha.
Cada uno de los temas viene en el libreto con una explicación del significado de su letra; pero, dentro de lo abstracto de este arte musical, eso que puede servir como guía para entender el texto adquiere una mayor significación cuando se convierte en canción. Así por ejemplo, la reivindicación de “El Ritmo De La Calle” lleva un aura de credibilidad que va mucho más allá de las palabras, así como el carácter soñador de temas como “La Máquina Del Tiempo”. “Blues Del Cristal” no es un blues realmente, aunque sí tiene ese ritmo cadencioso; pero Topo lo llevan a otro terreno. De tinte autobiográfico es “Its Been A Long Time – El Murillo”, donde tenemos a los Topo más rockeros y callejeros. Un tema con un aire nostálgico, pero a la vez con invitación a la libertad.
Precioso homenaje a Johnny Weissmüller ofrecen en “Tarzán (J.W. El Único Tarzán)”, visto desde un lado muy freaky. “Canciones Secretas” es el corte con más misticismo de la obra, desprendiendo magia en todo su recorrido. No se queda atrás en este aspecto “Llueve En La Ciudad”, acogedora pieza que precisamente puede ambientar inmejorablemente un día de lluvia en tu ciudad. Más que desde el plano reivindicativo de la clase obrera, “El Currante Luchador” es un homenaje a todo aquel que tiene que batirse el cobre para sobrevivir. Tiene la capacidad de subir tu autoestima.
Muy ligero y accesible resulta “El Guitarrista De Hamelín”, sacando en “Esta Casa No Es Un Hogar” un lado bastante más melancólico. La imaginación vuela en “La Dama Y El Juglar” con una sutil ambientación que nos transporta a otra época. “La Cosecha” es un tema con gran calidez, mientras que el final del disco retoma la línea más reivindicativa, también con un deje más duro en lo musical. Es lo que ocurre con “Vagabundear” y con un explícito “Policías Y Ladrones”, reflejando una realidad que por debajo esconde un claro grito de basta ya más que sonoro.
La trabajada presentación con la que cogemos ya con curiosidad esta obra complementa el valor de unas canciones a las que no es necesario comparar con los clásicos que jalonan la leyenda de Topo, simplemente es cuestión de escucharlas, respirarlas y sentirlas en el momento que lleguen a tus manos. Porque lo importante es que tienen esa grandeza implícita de unos Topo intactos en la actualidad capaces de seguir repartiendo grandes sensaciones en forma de música.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: The Fish Factory (www.thefishfactory.es)