CRÍTICA: MOTHERLODE – TOMORROW NEVER COMES

MOTHERLODE

(Tomorrow Never Comes)

8/10

Es normal que una banda diga que el mañana nunca llega si su anterior y primer disco fue editado hace 25 años. Fue en 1986 cuando esta banda sueca debutó con “The Sanctuary”, disco que se reeditaría en 1995 con 5 temas nuevos, pero que no contaría con una continuación propiamente dicha de la carrera de esta banda hasta la actualidad, en que recibimos este “Tomorrow Never Comes”. Un trabajo donde Motherlode demuestra no habarse oxidado por el paso del tiempo, haber absorbido un montón de influencias revitalizantes para su heavy metal y ser capaces de regresar dando una lección a más de un grupo demasiado anclado en un solo terreno. Porque ante todo este es un disco variado, sus 13 cotes dan para mucho; puede que se eche de menos algo más de gancho directo en el conjunto de los temas, pero se agradece muchísimo que la banda arriesgue y no vaya a lo fácil, que hubiera sido ofrecernos un disco de heavy metal a la vieja usanza.

A pesar de que el disco nos recibe con uno de lo temas más netamente heavy metaleros como es “Predators”, y que resulta todo un temazo, pronto nos demuestran que no se van a repetir. Por eso se revaloriza el resultado de temas como este, de una tendencia más estándar. Apreciamos cómo temas como “Why We Bleed” muestran esos riffs de guitarra claramente ochenteros, maquillados con arreglos de tendencias diversas, como en este caso esos simulados vientos que dan un aire más añejo a la composición. El grupo llega a jugar en este disco con guiños al funky en “Bring Me Down”, ritmos bailables en “Ice Cream Man”, un ligero aire folk en “Eaten By The Pigs” y utiliza el teclado apara colorear de cierto regusto incluso jazz algunos temas. Fíjate en algunos tintes que coge “You”. Con todo esto, el grupo no deja de mantener una fidelidad total al heavy metal, porque la oscuridad siempre le ha sentado muy bien a nuestra música y este disco es oscuro, por momentos muy Sabbathico, como aprecias en el homónimo “Tomorrw Never Comes”, en “Crying” y en algunos de los varios medios tiempos de duras guitarras que encontramos en el redondo. Se trata de un trabajo con esa base dura de puro heavy metal, pero con una imaginación extra que no cierra la puerta a ningún elemento que engrandezca las composiciones. Destacando también la espectacular voz de Sonny Larsson, cuya tesitura es maravillosa.

Es cierto que el más tradicional puede preferir algo en una línea más marcada, sin tantos devaneos, pero no cabe duda de que uno de los alicientes principales de este trabajo es la inclusión de muchos elementos dispares que ensanchan una obra cuyo núcleo no por ello deja de ser el heavy metal. Me gusta que las bandas no nos den todo mascado y que exijan algo de nuestra parte. Si bien puede faltar alguna pieza con una vocación de single más clara, todo lo que encontramos a lo largo de la obra, su capacidad de sorpresa, su exquisita composición en todos los temas y su creatividad merecen que consideremos “Tomorrow Never Comes” como una estupenda obra.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Yesterrock

Fecha de edición: 21.10:2011

Web: www.motherlode.se