CRÍTICA: MIRLOBLANCO – REINAS SALVAJES

MIRLOBLANCO

(Reinas Salvajes)

8/10

Frescura para el rock más tradicional nos llega de la mano de Mirloblanco, banda deudora del estilo de los 70 e incluso 60 que nos presenta su segunda obra “Reinas Salvajes”. Un ejercicio de rock duro con libertad como para acercarse al sonido stoner en las guitarras más duras, pero que tiene la capacidad de hacernos pasar por un variado espectro que les lleva a pasajes donde la sicodelia también está presente. Tienen ese sonido oscuro de los Black Sabbath de los 70, pero encajarán muy bien en la actualidad en la onda de bandas como DeWolff. Pese a lo anglosajona que es la raíz de su sonido hay que destacar lo perfectamente encajado que está el castellano a su estilo, donde el mensaje no deja de ser importante en temas como “Game Over”, “Somos El Poder” o “Palos Y Piedras”, temas con mucho groove, pero también con agilidad para salirse de estructuras estándar. También hay espacio para el amor, aunque en su línea lisérgica que nos lleva de manera fluctuante por canciones como “Amor Y Veneno”. “Reinas Salvajes” es su gran single, pero no solo porque alcanza ese impacto inmediato, sino que deja unas transiciones instrumentales llenas de contrastes y con las guitarras prestas para volar y hacer volar con ello tu imaginación. Es muy representativo de su estilo. Me ha gustado mucho personalmente “Los Chicos Malditos”, con mucha pegada. De hecho, es meritorio que la banda aúne la capacidad de golpear con temas de rock duro de impacto y de dejar espacio para catárticas atmósferas. El espíritu del rock de siempre en toda su amplitud, con su crudeza y su sensibilidad, reside en Mirloblanco y en este “Reinas Salvajes”.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)