CRÍTICA: IRYNA – YA NO HAY BRUJAS MALAS
IRYNA
(Ya No Hay Brujas Malas)
6´5/10
En esto de la música hay tiempo para todo. No solo tenemos que hablar de bandas con unas guitarras afiladas, con riffs aplastantes, voces agresivas, baterías demoledoras… Hay ocasiones en las que en mis manos cae algún disco que algún que otro metalero tiraría directamente a la basura. Puede que este sea uno de esos casos. Pero yo pienso que hay que abrirse a sonoridades de todo tipo. Y cuando me refiero de todo tipo entra el buen pop. De hecho, hoy en día el buen pop puede resultar muy rockero al lado de la basura comercial que nos ofrecen los medios masivos. Porque Iryna es un proyecto de una chica madrileña a la que le gusta sacar su lado más íntimo en estas canciones, pero no en el palo más comercial. Si das una oportunidad a esta obra apreciarás las guitarras sugerentes de la pieza homónima, el toque mestizo y detallista de “Hechizo”, los arreglos de teclado y la mayor frescura de “Fa#”, el aire romántico de “Noches Rotas”… Hay un poco de todo siempre en unos tonos muy dulces y semiacústicos, capaces de meternos en un ambiente que en la intimidad del hogar se hace muy agradable para un relajado reposo. Bien es cierto que el rock debe demostrarse encima de un escenario, donde esperaría que estas canciones adquirieran esa fuerza necesaria que en algún momento aquí se puede echar en falta. Reconozco que algún corte me cuesta soportarlo, pero en la mayoría de los momentos encuentro el atractivo de la obra, saliéndome del contexto más duro que llevo dentro. Posiblemente una de las claves sea que se percibe sinceridad en los sentimientos que plasman estos temas. Recalco que los más duros y cerrados de mente absteneros antes de que el daño sea irreparable, pero si de vez en cuando te gusta meterte en sentimientos donde las guitarras se relajan este debut de Iryna puede tener su punto. Para mí, es un buen vaciado mental para reposar de los decibelios, abrir los pulmones con esta agradable brisa de “Ya No Hay Brujas Malas” y volver a retomar el metal con ganas renovadas. Y para esa descongestión con algo más blandito, mejor que sea de calidad y transmita algo.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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