CRÍTICA: GABEZIA – GIZAKIA ETSAI

GABEZIA

(Gizakia Etsai)

6´5/10

¿Cómo vas a dejar huella si repite lo que hacen otros grupos? ¿Cómo vas a emocionar a la gente si tú no te emocionas? Declaración de intenciones que tas la intro “Apologia” abre la obra con todas las ganas y la intencionalidad del mundo en un alegato en pro de la autenticidad de la música que se titula “Makina Honek Musika Zigiluak Hiltzen Ditu”, donde se describe una realidad tan cruda como que los grupos que merecen la pena no se conocen. Algo totalmente cierto, aunque para que eso no ocurra del todo un medio como este que lees intenta poner su pequeño granito de arena, si bien no se puede doblegar a la gran maquinaria mediática que pone las cosas tal y como están.

Nosotros sabemos que más abajo hay una realidad de la música espectacular y ahí aparece esta banda guipuzcoana que se presenta en sociedad con un primer EP donde preciosamente intentan huir de arquetipos preconcebidos para llegar a su propia forma de hacer metal. Metal con mucha garra y potencia que nos puede recordar a los años 90, pero con detalles que le dan personalidad. No solo se quedan en la agresividad, aunque bien es cierto que ese título que acusa directamente a la humanidad está claro que esconde más de un rabioso puñetazo, pero con estilo y clase.

Y es que dentro de la agónica irrealidad de “Ametza Izan Dela” hay unos destellos guitarreros que merece la pena no perderse. Al igual que la forma en que interactúan las voces guturales y limpias en “Victor” o la esquizofrenia que se dispara en “Utae Kita”. Un nuevo alegato aparece a modo de interludio de título “Midway”, donde puedes reparar en el texto del libreto en su significado. Y es que si perdemos las raíces con el pasado y el respeto por las antiguas civilizaciones y no aprendemos de la huella que han dejado hasta la actualidad estamos perdidos. Reflexivo mensaje que se puede encontrar en cada una de sus letras, con una inyección extra de conciencia en el final “Peripezia”, donde juegan con los registros vocales más agresivos y la limpieza de unas voces limpias penetrantes.

Ese tono que incita a pensar y a reparar en lo que nos transmiten estas canciones no riñe, como comprobamos, con una expresión de rabia implícita en las canciones. A partir de aquí hay mucho que desarrollar, solo es un EP de poco más de 20 minutos que nos presenta a esta banda, pero es una manera de poner la primera piedra muy acertada y prometedora que deja abierto un camino excelentemente encauzado para ellos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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