ARO Y EDU

(Gracias)

7/10

 

 

La vocalista y el guitarrista de Tenebra ponen en circulación este  trabajo especial hecho exclusivamente por ambos. Con la intención de recoger temas acústicos  surgió esta idea, aunque finalmente en estos 10 temas aparecen algunas guitarras eléctricas para adornar las composiciones. Se trata de un trabajo relajado, en algunos casos con temas que podrían entrar como baladas en Tenebra. Por ejemplo, “Mi Angel Guardian”, uno de los que cuentan con una base acolchada de guitarras enchufadas, podría estar en cualquier obra de los heavy metaleros melódicos cántabros. Sin embargo, hay una derivación hacia otros derroteros.  Los arreglos de “De Nuevo A la Mar”, con la ayuda de teclados en una posición muy original, denotan de primeras que lo que nos puede recordar a Tenebra es la propia personalidad de la voz de Aroa, con un registro inconfundible que se amolda muy bien a esta tesitura, pero compositivamente saben ir también por otro lado en muchos momentos. Son temas que resultan más íntimos, y la melodía de la vocalista se puede hacer en muchos momentos algo popera, pero temas como este con el que se abre la obra no deja de llevarnos al rostro un viento muy heavy. Por eso no creo que fuera justo apuntar que el grupo se reblandece para llegar a terrenos más comerciales, simplemente hacen algo diferente, más relajado, eliminando esa base potente, pero con un latir fuerte en sentimientos. Los teclados además juegan en algunos momentos un papel importante para dar empaque a temas como “Detrás Del Sol” o “Estrella Fugaz”. En cuanto a la originalidad que transmite me quedo con “Rutina”. Este es un tema más rápido de lo habitual, tiene un ritmo que engancha, como si efectivamente nos llevara la rutina, pero con un sentimiento bastante alegre. El solo que mete Edu queda muy acoplado a la composición. Hay temas muy personales, como en el caso de “Contigo” o “Dime Amor”, que pegan perfectamente con esta tesitura musical. Pero también podemos entrar en la universalidad de sentimientos que temas como “Libres” pueden provocar. Para terminar con una dedicatoria personalizada, cargada de melancolía y con la que cualquiera se identificará, la obra se cierra con “Son Mis Sueños”. Precioso final a un trabajo muy especial, hecho sin la presión de un disco habitual de metal donde deben encajar multitud de elementos, pero al que no le faltan detallistas arreglos, mimo y sentimiento plasmados de una manera sencilla y natural. Un trabajo desintoxicado de toda esa carga distorsionada, limpio en lo musical y en lo lírico. Las “Gracias” se las damos nosotros a los músicos por nos descansar y estar en continua actividad ofreciéndonos discos así de emotivos en los que se comparten sentimientos que puedes hacer tuyos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)