CRÍTICA: ALBERTO DE LA CRUZ – EL FIN DE LA ERA HUMANA

ALBERTO DE LA CRUZ

(El Fin De La Era Humana)

8´5/10

 

 

 

El disco rebosa calidad y contenidos de tal manera que no se muy bien por dónde empezar. Podría hacerlo por decir que junto a Alberto De La Cruz en el disco aparecen 18 invitados que aportan letras, instrumentos, voces y arte a la obra. Tenemos a invitados de grupos como Tenpel, Moebio, Síntesis, Evangelion, Spektra, Against the Waves, No One Cares… Amigos de Alberto que han puesto su enorme grano de arena para que el disco tenga este resultado. Porque hacer un disco en plan familiar no significa ofrecer un resultado casero, ya que el disco que el guitarrista se ha sacado de debajo del brazo con esa buena compañía es de aupa. Además, el sonido de todos y cada uno de los elementos brilla con luz propia en medio de este conglomerado. Destacable el resultado sónico sacado de los Rec Disease estudios.

Pero mencionar uno a uno a los músicos y colaboradores sería hasta pesado, así que iré directamente al contenido musical. Hacía mucho que no recibía una obra que exigiera tal atención a los oídos. El disco se engloba bajo un concepto que enlazamos con la apocalíptica presentación, el título de la obra, la intro hablada de “Al Amanecer” y el tema de cierre homónimo, aunque el resto van por libre y transmiten y nos cuentan otras sensaciones varias. Sin embargo, llama la atención el mensaje reflexivo como toque de atención de la primera pista, con unos arreglos de teclado buscados y confeccionados con precisión. Pero cuando de verdad entramos en la propuesta es con “El Jardín De Los Secretos”. Alberto De La Cruz se ha convertido para mí en apenas unos segundos de este tema en todo un descubrimiento. Exige prestar atención a lo que canta esa voz sin perder el hilo de la instrumentación que no deja de manifestarse. Diría que esas guitarras no pasan por fases rítmicas, constantemente están exponiendo recursos que se entrelazan al mismo nivel principal que la voz, jugando con unos contrastes entre sensibilidad y dureza, una constante de la obra.

Pareciera que podría caer en medios tiempos en “Miénteme” o “Vivir Al Borde”, pero nada de eso ocurre ya que los temas cobran mucha fuerza. Un mérito impresionante aunar riffs que dan esa potencia, con fases de técnica instrumental alucinante y con melodías que ofrecen un gancho para el oyente. Se me viene a la mente el estilo de bandas como Söber, pero perdiendo la sobriedad para saltarse las normas y ofrecer un abanico instrumental que evita cualquier rigidez a la vez que es capaz de resultar sólida. “El Guardián Del Viento” puede ser uno de los ejemplos más claros en este aspecto. Nuevamente la inclusión del teclado es fantástica, lo que demuestra que siempre queda abierto espacio para añadidos que no sobrecargan, sino que llenan de colorido estos temas.

En ese sentido se desenvuelven, sin caer en la repetición dentro de un universo plagado de detalles, los siguientes “Querida Desconocida”, “Estrella Fugaz”, “Renacer”, “Paraíso Perdido” y “Noviembre”. Hay una tónica común, pero es imposible no seguir sorprendiéndose con temas que pueden estar a medio camino entre el heavy metal, el hard rock o el progresivo; eso sí, con la personalidad única que adquiere el disco. Esa personalidad la marca Alberto De La Cruz, lo que explica que pese a la aportación de tantos músicos, y sobre todo con la aportación de distintas voces, todo tenga un nexo de unión a su guitarra. Muy especial resulta el final “El Fin De La Era Humana”, con Alberto haciéndose cargo de la voz en un plano muy ambiental. El tema es básicamente instrumental y termina de nuevo con esos teclados que son el marco definitivo que le falta a la obra para crear la máxima sensación.

Es una obra sorprendente. Alberto De La Cruz es un descubrimiento para mí como guitarrista que no me resisto a compartir con todos vosotros a través de estas líneas. Un músico que ha sacado magia de la química con todos los invitados colaboradores de la obra y ha fusionado todo este conglomerado de ideas en una dirección que le da sentido a toda esta apertura estilística. Cuántos maestros de la guitarra reconocidos quisieran tener esta fluidez de ideas a día de hoy.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)