STEVE VAI

 

STEVE VAI

Sábado 1 de abril de 2023 – Sala Santana 27 – Bilbao

 

 

Con todo lo que se haya podido decir de Steve Vai, puedo asegurar que nada es exagerado. Los que lo reconocen como alumno aventajado de Frank Zappa o los que dicen que puede ser el único que se acerca a Jimi Hendrix no solo no mienten, es que se pueden quedar incluso cortos. No sé si el hecho de que fuera la primera vez que lo veía en directo me hace a mi estar doblemente bajo los efectos de la abducción de más de 2 horas que sufrí y disfruté como experiencia a repetir una y mil veces, pero lo cierto es que hasta lo de que los extraterrestres están entre nosotros puede ser cierto ante aquel excéntrico ser que bajó hasta nosotros para ofrecernos un puñado de canciones donde la guitarra era la vía de comunicación. Y no hay límites para esa comunicación cuando un ser tocado por los dioses se hace cargo de ella. Uno no sabe qué idioma es, pero el caso es que lo entiende. Y no es necesario ser guitarrista para ello, aunque es verdad que si lo eres te lo puedes tomar como una lección. Diferente a cómo se lo puede tomar un profano que, simplemente, quiere sentir emociones. Porque sí, aunque alguno no lo quiere reconocer se puede unir sentimiento y técnica. Y de qué manera lo hizo el guitarrista norteamericano esta noche.

STEVE VAI
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Lo meritorio es que encima no es verdad que los venidos de otras galaxias tengan mejor tecnología que la nuestra, es que la saben aprovechar mucho mejor. Pero también les da sus problemas. Tal vez fuera simple disimulo que tras el inicio con “Avalancha” fallaran las secuencias y pese a tal sublime aterrizaje el espectáculo se tuviera que ver parado por unos instantes para retomarlo tras una disculpa de lo más sencilla por parte del guitarrista. Con una ovación se le mostró apoyo y comprensión para que después pudiera seguir el contacto de forma menos accidentada con toda esa conexión mística, casi telepática.

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Y no se trata solo de sonido, es que Steve Vai baila con su guitarra, se mueve con ella, comunica con su sonido y con unos gestos que van acompañando a cada nuevo sonido que emana de su instrumento. No creo que pueda existir un lenguaje más completo y etéreo, alejándonos de todo tipo de problemas mundanales. Porque aunque no nos lo hubiera recomendado él mismo, claro que durante ese tiempo de actuación nos hubiéramos olvidado de economía, política, etc. Hay un universo mejor en la música de astros como este que ya retomaría la inacabable continuación de sensaciones con  “Giant Balls Of Gold”, comenzando un repaso no solo de su disco “Inviolate”, en cuya gira de presentación nos encontrábamos, sino de otros trabajos de una larga carrera que más allá de los propios músicos y artistas con los que ha tocado transciende por la grandeza del propio nombre de Steve Vai.

STEVE VAI
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Es imposible tener a alguien así escondido en una banda. Difícil de retener tanta libertad creativa en una sola marca comercial. Simplemente es Vai. Y se sigue rodeando de auténticos musicazos, porque tampoco puede ser de otra manera, como pudimos apreciar. Músicos con los que además se compenetra muy bien, como el joven guitarrista Dante Frisiello, también en los teclados en algunos momentos, Jeremy Colson en la batería y Philip Bynoe en el bajo. Además, cada uno tuvo su solo en el repertorio.

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El recorrido por su trayecto también lo es por diferentes palos musicales, como bien apreciamos en el blues “Tender Surrender” o en tramos prácticamente salseros de “Incantation”. Además hubo un momento en el que pudimos apreciar que en su equipo hasta los pipas saben tocar, ya que acabaron el tema con la entrada al escenario de varios guitarristas. Entre ellos el técnico Dani G., ex vocalista de Darksun y guitarrista de Last Days Of Eden que sería luego más protagonista en la descarga.

STEVE VAI
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Con la repleta Santana 27 encandilada con semejante desfile de talento ante nuestros ojos y oídos el guitarrista americano tendría de nuevo algún que otro problema de sonido que simplemente ralentizó un poco la descarga, pero no nos impidió disfrutar de grandes canciones en las que yo ya no sabía si este hombre hacía todo aquel sonido con la guitarra o sus propios movimientos eran los causantes de todo ello. Ambas cosas van a la par con Steve Vai.

STEVE VAI
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Para muestra fueron cayendo magistrales interpretaciones de “Greenish Blues” o “Dying Day”, siempre con la gran pantalla ubicada tras el escenario proyectando imágenes acordes al momento del concierto. Aunque os digo que yo estaba tan pendiente de ver lo que hacía el propio as de la guitarra que casi hasta me olvidé de ello.

STEVE VAI
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En la parte final del concierto sacó a relucir los tres mástiles de esa doble guitarra y bajo con la que interpreta “Teeth Of The Hydra”. Entre todos los instrumentos que lució este fue la estrella. Y ya nos anunciaba el final de la descarga con temas como “Libery” y “For The Love Of God”, con Steve Vai presentando a Dani G. con grandes halagos e invitándole a cantar. Ya solo quedaba que Steve Vai se marcara una más y se atreviera a bajar a mezclarse con los presentes mientras nos seguía deleitando con sus sonidos. Aunque prácticamente no se pudo alejar del escenario ante la cantidad de gente que se dio cita para verle en Bilbao.

STEVE VAI
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La emoción se había disparado hasta tal punto que solo había que ver el gesto de Steve Vai agradeciendo la enorme ovación que le despedía esta noche una vez se encendieron las luces. La sala estaba a sus pies, pero casi amagando la caída de alguna lagrimilla pareciera ser el propio maestro el que quisiera rendirse ante semejante muestra de calor y reconocimiento. Será porque sabe lo complicado que es conseguir con música instrumental embaucar así a una multitud y trascender de verdad. Pero hay logros que solo están destinados a los elegidos, a los irrepetibles, a los que han hecho más grande el mundo de la música precisamente por tener el valor de ser genuinos y el talento para poder llevarlo a cabo, abriendo puertas y dejando una estela de la que podrán aprender e intentar seguir muchos, pero que una inmensa mayoría solo podemos tener el placer de admirar como un fenómeno que solo pasa de vez en cuando.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)