CRÓNICA: LUNACY SESSIONS – DOOL + BONES OF MINERVA + HELSINKI 101

LUNACY SESSIONS

DOOL + BONES OF MINERVA + HELSINKI 101

Viernes 23 de septiembre de 2022 – Sala Groove – Portugalete, Bizkaia

Los riesgos hay veces que tienen su merecida recompensa. Y con riesgo nació este Lunacy Sessions en Euskadi, festival indoor que según sus propios organizadores se inspira en festivales internacionales como Roadburn o Amplifest, pretendiendo programar bandas que lleven un paso más allá el concepto de música contemporánea. Es decir, que en el cartel teníamos a seis bandas, tres por cada una de las dos jornadas, que se salen de los estándares de lo establecido. Al menos de lo que podemos entender como convencional.

Una apuesta que siempre crea la incógnita de cómo responderá un público al que le suele costar abrirse a lo que se salga de cánones, pero en ambas jornadas se cosechó una gran respuesta de un público aventurero que rompió con la seguridad que da la rutina. Haciendo justicia con los grupos y con quienes se tiraron a la piscina de ofrecer algo diferente, pero también consigo mismo, ya que al final de cada jornada se percibía en todas las reacciones el agradable asombro ante lo visto sobre las tablas

Habría similitudes entre el viernes y el sábado de Lunacy Sessions, con sendas bandas que realizarían para abrir las primeras actuaciones de sus carreras, seguidos por grupos donde la dulzura femenina y el músculo se fundirían, y unos últimos grupos que en diferentes estilos dejarían colofones de lo más satisfactorios para el personal. Sorprendentes incluso si uno acude sin demasiadas expectativas. Y de tenerlas, en cualquier caso, seguro que se hubieran superado ante las alucinantes descargas que despidieron cada memorable noche.

En viernes Helsinki 101 se encargarían de acogernos en la Groove con un estilo de rock atmosférico que se va más hacia el ambient que hacia el post rock incluso. Igor Cruchaga en la batería, Javi Acosta en el bajo y  Eder Maseda cuentan con experiencia de sobra en otras formaciones como Lines, Seven Black Roses, Black Mamba o Mi Dulce Geisha, pero se alejan de cualquier aspecto que tenga algo que ver con ese pasado. Sí que hay decir que Helsinki 101 parte de un proyecto en solitario de Eder que se asimilaba a lo que ahora ya como grupo se ha convertido en Helsinki 101.

Uno percibe cosas que se pueden pulir. La banda ha creado en estudio temas tan atmosféricos que cuentan con demasiado colchón de samplers que a veces juegan un papel importante en el primer plano, lo que hace que los músicos por momentos se queden en el escenario apenas sin tocar esperando su momento mientras suena la música. Y es verdad que para relajarse en casa puede ser un resultado ideal, pero en directo se echa de menos escuchar más al trío haciendo sonar en crudo sus instrumentos. De hecho, lo que más me gustó fue cuando Eder Maseda exponía más su guitarra, con una limpieza ideal para crear esa paz que emana de sus temas instrumentales.

En cualquier caso, la banda podemos decir que aun se está afincando y puede ir currándose su estilo o incluso hacer algo diferente de cara a los directos, donde en estos terrenos tan paisajísticos también llama mucho el proyectar imágenes. O tal vez sea tu propia mente la que te lleve por un viaje astral con solo escuchar su música, esta noche dedicada a la memoria de Andrés Benzal, de quien fue compañero de banda Javi Acosta, portando una camiseta de Mi Dulce Geisha durante la actuación.

Con “Blue Mountains” Bones Of Minerva me voló la cabeza hace unos años. Si algo está claro es que las madrileñas rompen los esquemas de la mente menos acomodada. Eso las hace interesantes para el público más inquieto. Es verdad que luego hay que darle escuchas a lo que nos propone el cuarteto, difícil o imposible de etiquetar.

Empezaban aquí la gira de presentación de su recién estrenado nuevo disco “Embers”, al que dedicaron prácticamente todo el concierto después de arrancar con “Priviledge”. El resto de la actuación fue para todos los temas de su nueva obra, con lo que los que disfrutamos mucho de su debut echamos en falta que hubiera habido rescates de la obra que les abrió un camino que rompió muchos oídos.

Eso sí, pudimos analizar en crudo unos nuevos temas en los que parece que la banda se decanta más por las voces limpias de Blue, que parecen ganar terreno. Si la propuesta es compleja en general, que esta chica haya labrado su estilo de esta manera, encontrando el sentido en medio del caos, es para quitarse el sombrero. Porque en esa manera perturbadora de interpretar los temas esta una de las claves de un estilo completamente original, donde la banda es capaz de quebrar cualquier esquema que albergues en tu mente.

Ahí estuvieron para corroborarlo temas como “Madre” para arrancar, continuando con un “Swamp” que tiene esa fuerza que lo convirtió en tan buena pieza para presentar la obra. Luego llegarían momentos estremecedores como “Dream” o “Merula”, destacando la hiriente interpretación de la vocalista. Y cerraron con el impactante “Fuego”.

Te gustará la banda o no, pero nadie puede negar que han labrado como nadie su propio estilo en estos tiempos. Ahora bien, cuando la propuesta ya de por sí es compleja si además nos ofreces, prácticamente sin digerir, casi exclusivamente solo temas nuevos es complicado que se genere la interacción necesaria en un directo, dando la sensación que faltó algo.

Esto no le ocurrió a Dool ni mucho menos, que con un estilo mucho más melódico no dejaría a nadie impasible. Los holandeses realizaron una actuación impecable. Con un gran sonido la banda encandiló a todos los presentes a base de temas que en una maravillosa ambigüedad abarcan doom, ghotic, heavy metal, hard rock e incluso pop en ciertas melodías. Todo ello cohesionado bajo un manto de embriagadora oscuridad que brilla con la calidad de cada uno de los excelentes músicos de la banda capitaneada en vivo por la guitarrista y vocalista Ryanne Van Dorst, toda una personalidad que no pasa desapercibida dese el momento que sube a las tablas.

Luego tienen temas que de entrada conectan para siempre con estribillos como el de “Wolf Moon”, con el que los oídos y los ojos se nos abrieron como platos. Aquello sanaba de lujo pero es que íbamos a tener un puñado de temas más con los que repasarían sus tres trabajos editados hasta la fecha sin rebajar el nivel de una descarga sobresaliente en todos los sentidos.

Momentos como el del denso “Summerland” que da título a su última obra nos llevaban  a terrenos más frondosos. Independientemente de la densidad del terreno la impresionante voz natural, limpia y a la vez sólida de Ryanne se desenvuelve con una apabullante soltura, sembrando junto a sus compañeros de un encanto tremendo cada instante en el que sonó su música. Hasta cuando nos sumimos en terrenos más farragosos. Eso sí, sin perder de vista la melodía de “Love Like Blood”, con una calidez melódica conmovedora para cualquier ser vivo.

Con la sala a sus pies y sin que el grupo ofreciera ni un solo signo de debilidad el rescatado de su debut “Oweynagat” presagiaba un final que llegaría retomando su más reciente obra con el tema que la cierra y que hoy también fue el punto y final a su descarga, “Dust & Shadow”.

Con ello Dool corroboraron que tiene que ser uno de los grupos a aumentar su nivel de popularidad de forma considerable. Lo harán si siguen convenciendo como esta noche, deslumbrando a propios y a extraños con su elegante oscuridad.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)