ANNIHILATOR

 

ANNIHILATOR + ARCHER NATION

31 – 10 – 19

Bilbao (Santana 27)

 

 

Sigo diciendo que para un fan de cualquier grupo legendario no hay nada mejor que encontrarse con tu banda favorita de gira sin nuevo material bajo el brazo. Bueno, en este caso no sería del todo cierto porque Annihilator recalaban en Bilbao en un momento curioso, ya que se anuncia nuevo disco para el mes de enero, siendo su última obra “For The Demented” de 2017. Y si bien aún quedaba espacio para defender ese nuevo disco con reserva para una pincelada para avanzar un nuevo tema, lo cierto es que el repertorio que los de Jeff Waters nos expusieron sobre el escenario de la sala Santana 27 de Bilbao en esta noche de Halloween fue un repaso a sus temas más emblemáticos de forma general, para deleite de unos seguidores que no podrían evitar la emoción y el pogo continuo en las primeras filas. Emoción que el propio Waters reflejaba con su actitud en escena, tal vez contagiado de la joven banda que le acompaña o simplemente porque es un hombre que sigue disfrutando cuando se sube a un escenario a hacer lo que le apasiona.

ARCHER NATION
ARCHER NATION

Antes del recital de los canadienses desde otra cuna tan importante para el thrash como California nos llegaban Archer Nation, banda que únicamente con la denominación de Archer tocó ya en esta misma sala teloneando a la misma banda, entonces con su segunda referencia “Culling The Weak” bajo el brazo. Ahora el trío llegaba con su reciente tercer largo “Beneath The Dream”.

ARCHER NATION
ARCHER NATION
ARCHER NATION

Vi a una banda que mantiene esa seña de thrash metal abierto al heavy metal más tradicional, con esos trazos más melódicos y técnicamente músicos a tener muy en cuenta. La base rítmica que acompaña al guitarrista y vocalista Dylan Rosenberg, que no pierde la oportunidad de lucirse como guitarra solista cuando toca ocupando el centro del escenario, es un lujo que desprende virtuosismo, como es el caso del bajista Dave De Silva, o ser un derroche de fuerza nada exento de técnica como en el caso del hiperactivo Keyhan Moini, que no para de moverse y gesticular arreando la batería de lo lindo. Eso sí, les falta un estilo más definido para alcanzar una originalidad que parecen buscar pero no llegan a encontrar.

ARCHER NATION
ARCHER NATION

Annihilator salieron a las tablas de la sala Santana 27 con la sonrisa pletórica de un Jeff Waters enorme. Este comandó y dirigió una nave con muy buen acompañamiento por parte de músicos bastante más jóvenes que él. El caso es que el cuarteto se convierte en pura energía, no exenta de una ejecución notable, sin perder la agresividad tanto sonora como visual de una banda de thrash metal. Además el sonido sería potente y claro para que aquello no pudiera salir mal.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

Así que todo estuvo en su sitio para que desde que la banda entrara con “Betrayed” aquello fuera un chapuzón de impresión en aguas de un thrash metal con personalidad propia. Esa que ha llevado a la banda a ser un referente claro dentro del estilo, a pesar de llegar ya un poco más tarde que algunos de los grandes clásicos del género. Las referencias a sus primeras obras no tardarían en llegar con “King Of The Kill”, y los primeros pogos serios de la noche.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

La traca inicial tuvo gran intensidad con “No Way Out” y la referencia a su última obra de estudio hasta la fecha con “One To Kill”. Pero los riffs aplastantes de “Set The World On Fire” abrirían ya la brecha definitiva hacia una caída libre hacia el disfrute de grandes temas no solo de Annihilator, si no de la historia de todo un estilo dentro del metal por la época en la que se editaron y el sello de los años.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

“Ultraparanoia” ahondaría en aquella época de unos complicados años 90, pero donde Annihilator supo mantener el tipo tras publicar un añorado debut en 1989 como “Alice In Hell”, al cual pertenecía “Schizos (Are Not Alone)”, que dejó paso al solo de batería de Fabio Alessandrini.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

Posteriormente la banda regresaría a escena de forma escalonada “Knight Jumps Queen” que dio mucho juego entre Waters y el público. Pese a ser un tema de “For The Demented”, “Twisted Lobotomy” mostró la pegada y la chispa de un clásico, y tampoco está de más que una banda para sentirse viva siga defendiendo temas nuevos. Y para nuevo “Pischo Ward”, el anticipo de su próximo “Ballistic, Sadistic”, interrumpido en un momento dado por Waters para ser retomado de nuevo.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

“Trick And Traps” sirvió para bromear en la noche en la que nos encontrábamos, haciendo los músicos referencia a ello y llegando a un “Phantasmagoria” que Waters tildó como su tema favorito, de un disco como “Never, Everland” que cumplirá 30 años el año que viene y por cuya efeméride el guitarrista y vocalista prometió gira especial.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

Era el momento en el que la banda debería marcharse para regresar a escena haciendo el típico paripé, pero por la premura de tiempo Waters explicó que iban a continuar, dedicando el tramo final a “Alice In Hell” con “Burns Like A Buzzsaw Blade” y “W.T.Y.D”, antes del cual Waters daba la posibilidad de elegir entre este y “Alison Hell”. Lo que parecía ser una simple broma para dejar como bis definitivo el clásico de clásicos de la formación canadiense se convirtió en una cruda verdad que nos dejó con un final sin el remate esperado.

ANNIHILATOR
ANNIHILATOR

Y es que la banda se marchaba, las luces de la sala se encendían y la música comenzaba a sonar sin que el púbico aceptara que la banda no nos brindara ese último tema que nadie apostaría a que sería retirado de uno de sus repertorios. Parece ser que la fiesta de Halloween que vendría después tuvo la culpa, aunque el grupo tampoco pareció darle mayor importancia, mientras que los seguidores se quedaban con un palmo de narices pese a haber disfrutado, eso sí, de una banda en un gran estado en todos los aspectos, con un gran repertorio, aunque siempre se pueda pedir más cantidad, un sonido excelente y una actitud convincente que se retroalimenta con un público que percibe que los primeros que disfrutan son estos músicos que defienden un legado de tres décadas de música encarnadas en la figura de un Jeff Waters pletórico.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)